Por qué tengo sudores nocturnos en el embarazo y cómo reducirlos

Es habitual tener sudores nocturnos en el embarazo debido a los cambios hormonales que se producen en esta etapa. Los desbalances y las alteraciones son mucho más acentuados que cuando no se está esperando un bebé.

El exceso de sudor tiene lugar cuando la temperatura corporal aumenta y el flujo sanguíneo también lo hace. Adicionalmente, es probable que la aparición de síntomas como la retención de líquidos incremente la transpiración para eliminar el exceso de líquidos y toxinas acumuladas en el cuerpo.

Los cambios hormonales que se producen en el embarazo se deben a que las partes del cerebro que regulan la transpiración del cuerpo se estimulan debido a los cambios de temperatura, haciendo que se produzca mayor sudoración sobre todo por la noche.

Sin embargo, no podemos atribuirles toda la culpa a las hormonas maternas, pues existen otros factores que alteran la temperatura del cuerpo. ¿Por qué sudo mucho en las noches y estoy embarazada? Otro aspecto que puede provocar este malestar es que el volumen sanguíneo aumenta para poder aportar los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé. Esta actividad tan intensa en el cuerpo provoca exceso de sudor.

Los sudores nocturnos en el embarazo son fuertes durante el primer trimestre, pero se reducen y se hacen más llevaderos en el transcurso de los meses siguientes. No obstante, vuelven a aumentar durante el último trimestre cuando se acerca la fecha del parto.

Los sudores nocturnos en el embarazo pueden resultar perturbadores, sobre todo cuando quieres descansar por la noche. No es solo el hecho de transpirar demasiado, sino también porque el olor corporal es más fuerte de lo normal, lo que produce incomodidad.

La mayoría de las mujeres tiene dificultades para dormir plácidamente durante la gestación. Si a eso le añadimos el exceso de sudor, el resultado es realmente irritante. A continuación, te daremos algunas recomendaciones para reducir los sudores nocturnos en el embarazo:

• Ventila adecuadamente la habitación donde vas a descansar para poder conciliar el sueño. El cuarto tener una temperatura óptima y no calurosa. Trata que se mantenga de esa forma cuando vayas a descansar.
• Usa ropa cómoda: pijamas elaborados con telas de algodón o lino que son transpirables y evitan que la piel sude. Además, este tipo de tejidos protegen de alergias, sarpullidos o marcas. La ropa para usar en el día debe ser holgada, con telas suaves y poco calurosas. Evita llevar prendas demasiado pegadas al cuerpo.
• Hidrátate bien: debido a la pérdida de líquidos, la compensación debe ser una tarea obligatoria, por lo que es indispensable tomar las cantidades de agua establecidas durante el día y por la noche dejar cerca una botella de agua. Es indispensable para prevenir la deshidratación y combatir el calor nocturno.
• Usa aire condicionado, ventiladores, abanicos e incluso abre las ventanas de la habitación para los momentos de sudoración excesiva. Elige siempre sábanas y colchas de telas suaves y livianas.
• Dúchate en los momentos más calurosos: es recomendable hacerlo las veces que consideres necesario. Es importante utilizar jabones neutros, que cuidan y protegen la piel idealmente.
• Hidrata la piel para evitar la resequedad y aparición de estrías o marcas en la piel.
• Evitar subir de peso en exceso, pues la sudoración también se relaciona con exceso de grasa en el cuerpo, problemas metabólicos u otros factores de salud más serios.
• Evita el estrés o los episodios de ansiedad: cuando te encuentras en los días próximos al parto es necesario mantener la calma. Ante estas situaciones, te pueden venir bien estas técnicas de relajación para la ansiedad.
• Evita consumir alcohol, cafeína, comida picante y el fumar, pues estos factores pueden aumentar la sudoración.

Si se manifiestan otros síntomas además de la sudoración excesiva como fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca, mareos y debilidad, lo recomendable es acudir al médico.

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