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Qué es la grafomotricidad y para qué sirve

 
Lorena García Vega
Por Lorena García Vega. Actualizado: 23 junio 2021
Qué es la grafomotricidad y para qué sirve

Cuando el bebé nace no posee control en sus movimientos. Progresivamente, irá descubriendo sus manos, sus pies y las posibilidades que estos le proporcionan. Desde los primeros momentos de vida es importante estimular al niño o a la niña aproximándole objetos que pueda agarrar y soltar. Conforme vaya creciendo irá siendo capaz de pasarse de una mano a otra, lanzar y manipular estos objetos. El manejo de los utensilios irá desde una forma más primitiva, a la precisión progresiva que el entrenamiento y práctica le vayan proporcionando.

Cuando un niño o una niña toma una pintura con la mano, en un primer momento hará trazos libres y, progresivamente, irá perfeccionando y madurando la técnica, hasta culminar con la escritura. Este ejercicio forma parte del desarrollo de la motricidad fina. En este artículo de paraBebés, os mostraremos qué es la grafomotricidad y para qué sirve.

¿Qué es la grafomotricidad?

El término grafomotricidad proviene de la palabra "grafo" y "motriz" movimiento. Concretamente, la grafomotricidad forma parte del desarrollo de la motricidad fina y la habilidad para controlar movimientos muy precisos, especialmente en brazos y manos. El desarrollo de la grafomotricidad permite valorar en el niño la predominación de la lateralidad, esto quiere decir qué lado del cuerpo es dominante, si el derecho o el izquierdo, o lo que es lo mismo, si es diestro o zurdo.

A continuación, veremos cómo se desarrolla la grafomotricidad en los bebés:

  1. Comienza antes del año de una forma libre y sin directrices mediante experiencias manipulativas. Las actividades suelen desarrollarse empleando papel continuo que permita adaptarse al trazo incontrolado del bebé. El menor suele emplear las manos, esponjas, brochas o rodillos.
  2. Progresivamente, el tamaño del papel o superficie para pintar se irá reduciendo con el fin de que el niño o la niña adapte el movimiento de sus trazos a las dimensiones del papel.
  3. Más adelante, se introducirán otros utensilios que requieren de una mayor precisión para pintar como pinceles, tizas o pinturas. El adulto deberá ir dando sencillas pautas para que el pequeño o la pequeña vaya realizando el proceso. Cuando llegue el momento, aquí puedes encontrar propuestas de juegos y actividades para niños en casa.

El garabato

La representación del garabato forma parte de las formas más primitivas de la grafomotricidad. Existen diferentes tipos de garabatos que se irán haciendo más precisos conforme el niño va entrenando. Veamos cuáles son:

  • Garabato descontrolado: es un trazo libre y sin directrices. No tiene significado y el niño puede emplear la pintura sin ni tan siquiera fijar sus ojos en el papel. Simplemente pintará por pintar. En definitiva, es un tipo de garabato donde la prioridad se sitúa en la manipulación del utensilio o pintura.
  • Garabato controlado: en este tipo de garabato, aunque todavía carece de significado, ya se observan algunas formas como rayas o círculos. El pequeño o la pequeña va prestando mayor atención del movimiento de su mano y del trazo que va realizando sobre el papel.
  • Garabato con nombre: es un tipo más evolucionado, donde a pesar de que siguen siendo formas que a la vista no representan nada, el niño o la niña sí es capaz de darle un significado y describirá, con sus posibilidades lingüísticas, qué ha dibujado. Es más que probable que no tenga nada que ver con la realidad. Quizá diga que ha dibujado un elefante cuando se trata simplemente de un círculo inacabado.
  • Renacuajo: es el garabato evolucionado y la primera representación que el niño hace de la figura humana. Comienza siendo un círculo y poco a poco irá introduciendo líneas que serán las extremidades hasta introducir otro tipo de detalles como ojos, boca, nariz, orejas, pelo o dedos en las manos.

¿Para qué sirve la grafomotricidad?

La grafomotricidad tienen como objetivo el análisis de los procesos que intervienen en la realización de las grafías, así como el modo en que estos pueden ser automatizados y cuyo resultado responde a los factores de fluidez, coordinación, rapidez e identificación.

Se puede considerar que la grafomotricidad está integrada e interiorizada en el niño o la niña cuando es capaz de reproducir el mismo trazo en diferentes situaciones, es decir, realizar una representación intencionada dotada de sentido y significado. Para que esto ocurra intervienen factores cognitivos, motores y afectivos, ya que el menor debe sentirse confiado y en un clima de seguridad afectiva que le invite a explorar y desarrollarse libremente.

¿Cómo se desarrolla la grafomotricidad en la etapa de Educación Infantil?

Como cualquier otro aprendizaje, no podrá llevarse a cabo e interiorizarse si no se permite la experiencia y manipulación por parte del niño o la niña. Para desarrollar la grafomotricidad en la etapa de Educación Infantil hay que seguir las siguientes pautas:

  • Manejo de utensilios como las propias manos: esponjas, estampaciones o rodillos.
  • Desplazamiento en el espacio con nociones del tipo arriba- abajo, derecha e izquierda o diagonal.
  • Movimientos de base, comenzando por la total libertad, hasta que a través de su propia experimentación, descubra sus posibilidades y afine sus movimientos. De esta manera mejorará y adquirirá nuevas habilidades y destrezas como la realización de rayas horizontales y verticales o la representación de formas, como círculos, que son la antesala a la representación gráfica de la figura humana. En este artículo, verás en qué consiste el test del dibujo de la figura humana.

Actividades y recursos para el desarrollo de la grafomotricidad

Tanto en la escuela como en casa, pueden llevarse a cabo algunas actividades que favorezcan el desarrollo de la grafomotricidad. Veamos actividades y recursos para el desarrollo de la grafomotricidad:

  • Proporcionarle objetos que puedan agarrar y manipular.
  • Desarrollo de nociones básicas de orientación en el espacio.
  • Estimulación de la motricidad fina a través de ejercicios como modelar, enroscar, meter, sacar o pegar.
  • Hacer seriaciones de elementos sencillos.
  • Proporcionarle cuentos con texto breve para que se familiarice con la simbología de las letras, acompañándolo con la narración por parte del adulto. En el siguiente artículo encontrarás juegos para aprender las letras.
  • Actividades plásticas empleando diferentes técnicas y formatos.

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Bibliografía
  • Bassedas, E. (1998). Aprender y enseñar en Educación Infantil. Grao.

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