Mi bebé no quiere dormir tapado: por qué y qué hacer

Es posible que te preocupes cuando tu bebé se destapa por la noche, sobre todo si la temperatura está fría, porque temes que se resfríe o se enferme. Por eso, permaneces atenta y lo revisas muchas veces para cubrirlo nuevamente. Sin embargo, es importante saber que es completamente normal que algunos bebés no quieran dormir tapados, ya que cada uno tiene sus propias preferencias en cuanto a la temperatura y la comodidad durante el sueño.

Durante los primeros meses de vida, los bebés tienen un sistema de regulación de la temperatura aún inmaduro y pueden tener dificultades para mantener la temperatura corporal constante y son más sensibles al calor. Por esta razón, algunos bebés se sienten más cómodos durmiendo sin taparse o con una manta ligera.

Además, es posible que durante la noche se muevan mucho y se destapen por esta misma razón. Otros transpiran de más después de quedarse dormidos, y esta sensación les incomoda, provocando que se destapen. Lo importante es que te mantengas tranquila, porque es una situación normal y frecuente en muchos bebés. También puede interesarte Mi hijo no quiere dormir solo: por qué y qué hacer.

Existen diversas razones por las que un bebé no quiere dormir tapado; una de las más comunes es: ¡tiene calor! Te las detallamos a continuación:

• Tiene calor: la razón más común es simplemente que el bebé tiene calor. Los bebés, especialmente los recién nacidos, generan más calor corporal que los adultos y pueden sobrecalentarse fácilmente si están demasiado abrigados. Recuerda que todavía están en el proceso de regular la temperatura cuando duermen, y es posible que no descienda de inmediato al quedarse dormidos. Esto hace que suden y se sientan sofocados y con calor.
• Sueño activo: algunos bebés se mueven demasiado durante la noche. Si a esto le sumamos la ropa de pijamas, las mantas y todo lo que llevan encima, se sentirán con calor y se quitarán todo para evitarlo.
• Reflejo de Moro: también conocido como reflejo de sobresalto, es un reflejo primitivo que se presenta en los bebés hasta los 4-6 meses de edad. Este reflejo se desencadena por una sensación de caída o pérdida de apoyo, logrando que el bebé se sobresalte y se destape al dormir. Si quieres saber más sobre este reflejo, en este artículo te explicamos Por qué mi bebé se asusta mucho mientras duerme y cómo evitarlo.
• Búsqueda de libertad de movimiento: algunos bebés se sienten incómodos al estar envueltos en mantas o sábanas, ya que esto limita su libertad de movimiento. Prefieren tener sus brazos y piernas libres para moverse con comodidad.
• Hábito: si el bebé se ha acostumbrado a dormir sin taparse, puede que simplemente se resista a cambiar su hábito.
• Asociación con experiencias negativas: si el bebé ha tenido experiencias negativas al estar tapado, como sentirse atrapado o asfixiado, puede que desarrolle aversión a las mantas o sábanas.

Si tu bebé no quiere dormir tapado, no te preocupes. Existen algunas medidas que puedes tomar para asegurar su comodidad y seguridad:

• Controla la temperatura de la habitación: mantén la habitación a una temperatura agradable, entre 18 y 20°C. Evita el exceso de calor y también las mantas sobre la cuna o cama, ya que pueden aumentar el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
• Viste al bebé con ropa adecuada: esto es con ropa ligera y transpirable, como un pijama de algodón. Evita abrigarlo en exceso, ya que puede sobrecalentarse.
• Utiliza un saco de dormir: un saco de dormir puede ser una buena opción para mantener al bebé abrigado sin restringir su movimiento. Elige un saco de dormir adecuado a la temperatura de la habitación y al tamaño del bebé.
• Ajusta la ropa de cama: si utilizas mantas o sábanas, asegúrate de que estén bien sujetas al colchón para que el bebé no pueda destapárselas o enredarse en ellas. Utiliza mantas ligeras y transpirables.
• Observa las señales del bebé: si está sudando o tiene la cara enrojecida, es probable que tenga calor y deba destaparse. Si tiene las manos y los pies fríos, puede que necesite un poco más de abrigo.
• Crea una rutina relajante: establece una rutina relajante antes de dormir, como un baño caliente, un masaje o leer un cuento. Esto ayudará al bebé a relajarse y conciliar el sueño con mayor facilidad.
• Ten paciencia: si estás intentando que tu bebé se acostumbre a dormir tapado, ten paciencia y sé persistente, ya que puede que lleve tiempo que se adapte al cambio.

En la mayoría de los casos, no hay motivo de preocupación si tu bebé no quiere dormir tapado. Sin embargo, es importante consultar con el pediatra si:

• El bebé tiene fiebre o malestar general: si el bebé se niega a taparse y, además, presenta fiebre, vómitos, diarrea u otros síntomas de enfermedad, es importante consultar con el pediatra para descartar cualquier problema de salud.
• El bebé tiene la piel fría o pálida: si se destapa y tiene la piel fría o pálida, puede ser un signo de que tiene frío y necesita más abrigo.
• El bebé tiene dificultades para dormir: si se destapa constantemente y tiene dificultades para conciliar el sueño o se despierta con frecuencia, es recomendable consultar con el pediatra para descartar cualquier problema de salud o trastorno del sueño.
• El bebé tiene antecedentes de problemas respiratorios: si tiene antecedentes de problemas respiratorios, como asma o bronquiolitis, es importante consultar con el pediatra antes de dejarlo dormir sin tapar, ya que el frío puede empeorar los síntomas.

En cualquier caso, recuerda consultar con tu médico ante cualquier duda o preocupación sobre tu salud o la de tu bebé.

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