Psoriasis en niños: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, no contagiosa, que se caracteriza por la acumulación de células dérmicas en la superficie de la piel que generan manchas rojas en forma de placas y escamas gruesas que provocan comezón. Esto produce resequedad en la zona afectada, formando grietas que pueden sangrar.

Estas escamas gruesas en la piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, sin embargo, durante la infancia son más frecuentes en las siguientes zonas:

• Lugares donde hay contacto piel con piel, como en las axilas.
• Codo y rodillas.
• Rostro.
• Cuero cabelludo.
• Área del pañal en los bebés.

La psoriasis en niños se desencadena partiendo de una reacción del sistema inmunológico. Su curso es crónico e impredecible, depende en gran parte del tipo de psoriasis que presente el niño. En algunos, se manifiesta de forma leve, en otros, la afectación de la piel viene acompañada de síntomas que incluyen otros órganos y tejidos, que pueden desaparecer y reaparecer luego de un tiempo.

La prevalencia mundial de la psoriasis varía entre el 0,6 % y el 4,8%. En la edad pediátrica suele ser de 1%, pues solo el 10% de los pacientes con psoriasis son diagnosticados antes de los 10 años. La mayoría de brotes aparecen en la adolescencia y en la edad adulta.

¿Cómo saber si mi hijo tiene psoriasis? Es una enfermedad que aparece en forma de brotes que tienden a durar entre 1 y 12 meses, sin embargo, la duración no se puede predecir, pues depende de cada niño/a y de los factores propios desencadenantes. Entre sus síntomas característicos destacan los siguientes:

• Manchas rojas escamosas que aparecen en áreas del cuerpo. Estas escamas son de color plateado.
• Picazón intensa en las lesiones.
• Sensación de ardor y dolor.
• Piel seca.
• Uñas gruesas con superficie irregular.

Los síntomas mencionados anteriormente pueden presentarse de forma leve a grave, dependiendo del tipo de psoriasis que padezca el o la niña. Según la Fundación Nacional de Psoriasis (NPF), existen los siguientes tipos de psoriasis, según el área del cuerpo afectada:

• Psoriasis leve: cubre menos del 3% del cuerpo.
• Psoriasis moderada: cubre del 3% al 10% del cuerpo.
• Psoriasis grave: cubre más del 10% del cuerpo.

El diagnóstico de esta enfermedad debe realizarlo un dermatólogo/a. Durante la niñez son comunes las afecciones como sarpullidos, dermatitis y alergias, que se manifiestan con lesiones dérmicas similares. Por ello, es necesario realizar una biopsia de la piel lesionada para confirmar esta condición.

Existen varios tipos de psoriasis en niños que se diferencian de acuerdo a sus manifestaciones clínicas. Te los mostramos a continuación:

• Psoriasis en placas: es la más frecuente. En esta se presentan brotes de manchas rojas, gruesas y resecas que forman una especie de placas que tienen escamas plateadas. Estas placas pican y duelen, siendo el síntoma más molesto de esta enfermedad y, debido a la resequedad pueden sangrar. Puede afectar cualquier área de la piel, aunque generalmente suelen aparecer en la zona lumbar, cuero cabelludo, codos y rodillas.
• Psoriasis pustulosa: como su nombre lo indica, en la psoriasis pustulosa las lesiones son rojas con un borde blanco lleno de pus. Aparecen frecuentemente en las plantas de los pies o las palmas de las manos, sin embargo, es poco frecuente durante la infancia.
• Psoriasis en forma de gota: este tipo de psoriasis en niños es más habitual en infantes y personas jóvenes. Surge como consecuencia de otra enfermedad, generalmente por una infección bacteriana como la faringitis estreptocócica. En esta, las manchas son rojas, escamosas y en forma de gota, predominando en áreas como el tronco y las extremidades.
• Psoriasis inversa o invertida: el aspecto de las lesiones en este tipo de psoriasis se observan como en carne viva, es decir, rojas brillantes, lisas y dolorosas. Aparece en lugares del cuerpo donde hay contacto piel con piel, como en las axilas, parpados superiores o alrededor de los genitales, entre otros.
• Psoriasis eritrodermica: es la menos común y se caracteriza por formar una especie de erupción que cubre todo el cuerpo de color rojo intenso, dando un aspecto de piel quemada, que se acompaña de dolor, picor e incapacidad para mantener la temperatura de la piel. En este tipo de psoriasis hay una alteración que va más allá de la afectación de la dermis, alterando tejidos y órganos como pulmones, corazón, además del equilibrio químico del organismo.

Se desconoce a ciencia cierta la causa especifica de la psoriasis en niños, sin embargo, se ha encontrado que está ligada a una predisposición genética, pues son más propensos a sufrirla aquellos niños cuyos padres la padecen.

Hay que destacar que esta enfermedad produce una respuesta autoinmune, donde los linfocitos T, que son células de defensa, se encargan de atacar la piel sana, como ocurre cuando trabajan para curar heridas o combatir agentes infecciosos, formando un acumulo de células de la piel que provocan estas placas.

Para que este proceso inmune se desencadene, es necesario que se dé en el niño o la niña un evento que lo active. Los más comunes durante la infancia son los siguientes:

• Una infección, entre estas, la faringitis estreptocócica.
• Clima frio.
• Estrés emocional.
• Uso de algunos medicamentos.
• Obesidad.

La psoriasis en niños es una enfermedad que no tiene cura, sin embargo, sus síntomas pueden aliviarse bajo ciertos tratamientos que dependen en gran parte del tipo de psoriasis que padezca el o la pequeña. A continuación, te mostramos los tratamientos más recomendados:

• Tratamientos tópicos: son aquellos tratamientos que se colocan directamente sobre las lesiones de la piel para aliviar los síntomas. Entre estos destacan cremas, lociones o ungüentos con corticosteroides como la hidrocortisona, champús a base de alquitrán mineral o ácido salicílico. Se incluyen también productos con retinoides como el Tazarotene y análogos de la vitamina D combinados con corticosteroides, además de otros a base de calamina, alcanfor o mentol para aliviar la picazón.
• Fototerapia: es un tratamiento donde se expone la piel a luz ultravioleta bajo supervisión médica. Esto retrasa el crecimiento celular que se produce en la psoriasis, suprime la actividad inmunitaria y reduce la irritación.
• Medicamentos orales o inyectables: como el metrotexato que se indica en psoriasis severas u otros tipos de psoriasis en niños que no responden a los tratamientos antes descritos. Estos pueden traer efectos secundarios al administrarlos, por lo que se indican solo durante periodos breves de tiempo.

En definitiva, para mantener controlada esta enfermedad, el pequeño o la pequeña debe llevar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, e hidratarse. Es indispensable el buen cuidado e higiene de la piel, además de tomar el sol a diario durante periodos controlados de tiempo.

Además, es importante darle apoyo emocional al niño o la niña que la padece, pues esta enfermedad puede provocar problemas de autoestima derivados de su aspecto físico, especialmente cuando las lesiones son en la cara y en el cuero cabelludo. Si esto ocurre, es recomendable que sea tratado por profesionales que le brinden herramientas para superar las consecuencias psicológicas de esta difícil enfermedad. En este artículo, te proponemos actividades para fortalecer la autoestima en niños.

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