Por qué mi bebé llora cuando come biberón

Alrededor del 14-28% de los padres informan que el llanto en sus bebés es un problema^[1]. La duración del llanto infantil alcanza su punto máximo alrededor de las 6-8 semanas de edad, alrededor de 2,5 horas cada 24 horas, y después disminuye gradualmente.

Muchas de las madres que alimentan a su bebé con biberón deciden cambiar a la fórmula por la creencia de que una intolerancia alimentaria está causando el llanto de su bebé. Aunque es cierto que puede ser debido a esto, el llanto puede tener diversas causas, ya que los bebés son individuos únicos con necesidades y preferencias particulares. A continuación, te presentamos algunas de las posibles razones de por qué mi bebé llora cuando le doy biberón:

Problemas de alimentación comunes

Ante la duda de por qué mi bebé llora cuando le doy biberón, aquí encontrarás las principales razones relacionadas con la alimentación:

• Hambre insatisfecha: asegúrate de que tu bebé realmente tenga hambre antes de comenzar la alimentación. Cada infante tiene necesidades alimentarias diferentes y puede requerir más o menos leche en cada toma. Observa las señales de hambre, como el chupeteo de manos o la búsqueda de pecho, para determinar si tu bebé necesita más alimento. En este artículo verás Cómo saber si mi bebé tiene hambre o gases.
• Flujos de leche inadecuados: algunos bebés pueden llorar durante la alimentación con biberón si el flujo de leche es demasiado lento o rápido para ellos. Si estás utilizando una tetina, asegúrate de que el tamaño y la velocidad del flujo sean adecuados para la edad y capacidad de succión de tu bebé.
• Cólicos y gases: los cólicos y los gases pueden causar molestias en tu bebé durante la alimentación. Si notas que se retuerce o muestra signos de malestar mientras come, es posible que tenga cólicos o gases. Habla con tu pediatra para obtener recomendaciones sobre cómo aliviar estas molestias. Descubre Cómo saber si mi bebé tiene cólicos en este artículo.

Problemas médicos subyacentes

Si tu bebé llora cuando come biberón puede ser un síntoma de un problema médico subyacente. Algunas condiciones que podrían causar este comportamiento son:

• Reflujo gastroesofágico: ocurre cuando el contenido del estómago regresa hacia el esófago, causando malestar y llanto durante la alimentación. Algunos síntomas incluyen regurgitación de leche muy frecuente, vómitos e hipo constante. Si sospechas que tu bebé puede tener reflujo, consulta con tu pediatra para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
• Alergia o intolerancia a la leche de vaca: algunos infantes pueden presentar alergia o intolerancia a la proteína de la leche de vaca, lo que puede provocar llanto y malestar durante la alimentación o inmediatamente después de ésta. Si sospechas que tu bebé puede tener este tipo de problema, consulta con tu pediatra para que pueda evaluar y realizar pruebas si es necesario.
• Infecciones de oído o garganta: las infecciones del oído o la garganta pueden causar dolor y malestar al tragar, lo que puede llevar a que tu bebé llore cuando lo alimentas. Si sospechas de una posible infección, busca atención médica para recibir el mejor tratamiento en cada caso.

Si tu bebé llora cuando come biberón, puedes probar las siguientes estrategias para calmarlo:

• Asegúrate de que esté cómodo: antes de alimentarlo, verifica que tu bebé esté en una posición cómoda y adecuada. Asegúrate de que su cabeza esté ligeramente elevada para ayudar a prevenir el reflujo y facilitar la deglución.
• Prueba con diferentes tetinas: algunos bebés pueden preferir tetinas con diferentes formas y flujos. Experimenta con diferentes opciones para encontrar la que sea más cómoda para tu bebé. En este artículo, te proponemos los mejores biberones anticólicos para bebés.
• Tómate tu tiempo: no tengas prisa cuando vayas a darle el biberón. Permítele a tu bebé tomar pequeños descansos si es necesario. Puedes intentar hacer pausas breves para que eructe y luego continuar con la toma.
• Elimina las distracciones: durante la alimentación, evita cualquier tipo de distracción, como ruidos fuertes o luces brillantes. Crea un ambiente tranquilo y relajado para ayudar a que tu bebé se concentre en tomar el biberón.
• Proporciona contención: cargar a tu bebé en brazos, arrullarlo y hablarle con voz suave puede transmitirle calma. Un estudio demostró que el hecho de que un bebé se cargue más tiempo en brazos evita considerablemente el llanto^[2].
• Busca apoyo: si sientes que no puedes manejar el llanto y la incomodidad de tu bebé cuando come biberón, no dudes en buscar apoyo de tu pediatra. Podrá evaluar la situación de manera más detallada y brindarte recomendaciones específicas según las necesidades particulares de tu bebé.

Si estás intentando que tu bebé se acostumbre a comer con biberón, estos consejos pueden ayudarte:

• Introduce gradualmente el biberón: al principio puedes combinar la alimentación con biberón y la lactancia materna, para que tu bebé se acostumbre al cambio. Comienza ofreciendo el biberón en momentos en los que esté tranquilo y relajado.
• Ofrece el biberón con paciencia y amor: mantén una actitud positiva y tranquila durante la alimentación con el biberón. Háblale suavemente a tu bebé y acarícialo para ayudarlo a sentirse seguro y cómodo.
• Experimenta con diferentes temperaturas: algunos bebés pueden tener preferencias por la temperatura de la leche. Puedes probar de calentar la leche a diferentes temperaturas para ver cuál es la que más le gusta a tu pequeño.
• Deja que alguien más intente alimentarlo: a veces, los bebés pueden tener una asociación particular entre la lactancia materna y la mamá. Permitir que otra persona, como el padre u otro cuidador, intente alimentarlo puede ayudar a romper esa asociación y facilitar la transición.
• Sé paciente: cada bebé es único y puede necesitar tiempo diferente para adaptarse a la alimentación con biberón. Sé paciente y continúa apoyándolo con amor durante este proceso.

Ante todo, recuerda que cada bebé es diferente y puede haber múltiples razones por las cuales tu bebé llora cuando come biberón. Si el llanto persiste o te preocupa, no dudes en buscar la orientación de tu pediatra. Él o ella te brindará el apoyo necesario para garantizar el bienestar de tu bebé.

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