¿Es malo que mi bebé duerma en mi pecho?

Dormir a tu bebé en el pecho no es lo mismo que dormir con él en el pecho. Por un lado, dormir a un bebé en el pecho implica mecerlo, acariciarlo o alimentarlo hasta que se duerma, para después colocarlo en su cuna o cama. Este método es seguro y recomendado, siempre y cuando se realice con mucho cuidado, evitando en lo posible que el bebé resbale o quede atrapado entre el pecho y los brazos de su madre.

Por otro lado, dormir con tu bebé en el pecho significa quedarse dormida con el bebé encima, ya sea en la cama o en el sofá. Esta forma de dormir con el bebé es peligrosa y no recomendable porque el bebé puede asfixiarse si se desliza y queda con la cara tapada por el pecho, el brazo o la ropa de la madre, o bien si se gira mientras duermes y le tapas la nariz y la boca con tu cuerpo.

En estos casos, también existe riesgo de caída, ya que puede moverse y caer al suelo o entre los cojines del sofá. Asimismo, existe la posibilidad de aplastamiento si te mueves y ejerces presión sobre el bebé con tu peso, o bien si otra persona o mascota se acuesta encima del pequeño. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son Las mejores posiciones para dormir a un bebé.

Según las estadísticas, uno de cada seis bebés fallece repentinamente mientras duermen sobre el pecho de sus familiares. Esta posición aumenta el riesgo de muerte súbita, por lo que, si decide practicar este tipo de cercanía en el momento de dormir a tu bebé, es necesario que sigas algunas medidas de seguridad.

Los principales riesgos de dormir a un bebé en tu pecho son:

• Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL): como hemos mencionado, se define como la muerte repentina e inesperada de un bebé menor de un año, sin motivo aparente. Se cree que la asfixia, el humo del cigarrillo y la exposición aumentan el riesgo. También dormir a su bebé en el pecho puede contribuir a que esto ocurra, por tanto, a un mayor riesgo. En este artículo te explicamos Cómo evitar la muerte súbita en bebés.
• Asfixia: existe el riesgo de que el bebé pueda deslizarse o girarse de manera que su cara quede cubierta por el pecho, el brazo o la ropa de la madre, lo que podría dificultar su respiración.
• Caídas: existe el riesgo de que el bebé pueda caerse de tu pecho si te quedas dormido. Esto podría ocurrir si te desplazas durante el sueño o si el bebé se desliza de tu pecho.
• Aumento del riesgo de infecciones respiratorias: dormir con el bebé en el pecho puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, ya que la posición puede dificultar la respiración y aumentar la exposición a gérmenes y bacterias.
• Aplastamiento: si la madre se mueve de manera brusca o ejerce presión sobre el bebé con su peso, podría haber riesgo de aplastamiento.
• Problemas para dormir: dormir con un bebé en el pecho puede alterar el sueño tanto de la madre como del bebé, provocando inquietud, ruidos o movimientos. La madre tendrá problemas para conciliar el sueño o dormir tan profundamente que no se despierta, ante las necesidades de atención de su bebé. Además, es posible que el bebé desarrolle problemas para dormirse solo y se despierte con frecuencia para que lo alimenten o tener contacto con sus padres. Esto puede afectar la paz y el bienestar de ambos.

Si decides dormir a tu bebé en tu pecho, es importante hacerlo de manera segura para minimizar los riesgos. Aquí te dejamos algunas recomendaciones que puedes seguir para ayudar a que tu bebé duerma seguro sobre tu pecho:

• Coloca al bebé en su cuna después de dormir: no te quedes dormida con el bebé en el pecho. Una vez que el bebé esté profundamente dormido, colócalo suavemente en su propia cuna o moisés y duerme junto a él, pero no lo coloques en tu pecho. Si te sientes cansada, es mejor que pongas al bebé en su propia cuna antes de quedarte dormida.
• No duermas con el bebé en el pecho si tiene sobrepeso, tiene una enfermedad crónica o está muy cansada. Estas condiciones pueden afectar la respiración, la circulación o la sensibilidad, y aumentar el riesgo de muerte súbita.
• Evita el sofá o la silla reclinable: nunca duermas con tu bebé en un sofá o una silla reclinable, ya que esto aumenta el riesgo de asfixia y caídas.
• Evita fumar y el consumo de sustancias: evita fumar cerca del bebé o exponer al bebé al humo del tabaco, así como el consumo de alcohol y otras drogas que puedan afectar tu capacidad de respuesta. También evita dormir al bebé en tu pecho si has tomado algún medicamentos que altere tu conciencia, coordinación o juicio.
• No duermas con tu bebé en el pecho si es prematuro, tiene bajo peso, está enfermo, tiene dificultades para respirar o usa chupete. Estos factores pueden hacer que los bebés sean vulnerables o tengan dificultades para respirar, aumentando el riesgo de muerte súbita u otras complicaciones.
• Coloca al bebé boca arriba para dormir: esta posición ha demostrado reducir el riesgo de SMSL.
• Evita cubrirlo demasiado al sostenerlo, ponerlo boca abajo o de lado, pues esto puede provocar mala posición y obstruir de las vías respiratorias. De igual modo, evita el uso de ropa, mantas, almohadas, cojines o juguetes que puedan cubrir o ejercer presión sobre su bebé, ya que esto puede dificultar que su hijo respire, gire o se mueva.
• Familiarízate con las pautas de sueño seguro para bebés y sigue las recomendaciones de los profesionales de la salud.

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