Mi bebé suspira mucho cuando duerme, ¿es normal?

Los niños mientras aún están en desarrollo, sus tejidos pulmonares son relativamente rígidos y las paredes torácicas, son más flexibles que las de los adultos, necesitan activar su sistema respiratorio. Los suspiros son generados por dos pequeños grupos de nervios en el cerebro, los mismos que automatizan la respiración, el sueño y el ritmo cardíaco.

Cumplen varias funciones importantes para la salud de su bebé, entre las cuales destacan las siguientes:

• Amplía los alvéolos: los alvéolos son pequeños sacos de aire situados en los extremos de los bronquios, que permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, entre los pulmones y la sangre. El suspiro ayuda a abrir los alvéolos, que pueden colapsar por falta o exceso de líquido, previniendo atelectasias o colapso pulmonar.
• Regula su frecuencia respiratoria: la respiración del bebé es irregular, oscilando entre 20 y 60 por minuto, puede detenerse durante unos segundos y luego acelerarse. Esto se debe a que el sistema nervioso central, aún está inmaduro y el diafragma está débil. Suspirar ayuda a estabilizar el ritmo y la profundidad de la respiración, y previene la apnea o la dificultad respiratoria.
• Relaja su cuerpo y mente: suspirar también tiene un efecto calmante y alivia el estrés, porque libera endorfinas que son las sustancias que producen sensación de bienestar y placer.
• Suspirar también reduce la tensión muscular y la presión arterial, lo que favorece el sueño y la relajación. Además, los suspiros pueden ser una forma de comunicación no verbal, que expresa el estado de ánimo o las emociones del bebé.

Por lo tanto, es normal que tu bebé suspire varias veces al día, sobre todo cuando está durmiendo porque es cuando su respiración se vuelve más lenta y profunda. Si quieres obtener más información al respecto, no dudes en consultar el artículo Número de respiraciones por minuto normales en niños dormidos.

Los suspiros de los bebés pueden tener varias causas, dependiendo de la situación y de otros síntomas que puedan presentar. Las causas más comunes son:

• Desarrollo fisiológico: los suspiros son parte del proceso de maduración del sistema respiratorio del bebé, cumplen una función importante en la salud y el bienestar del bebé. Son normales y necesarios en los bebés, suelen disminuir a medida que crece y la respiración se vuelve regular y estable.
• Satisfacción o placer: los bebés suspiran cuando se sienten relajados, felices o tranquilos después de comer, recibir un masaje, escuchar música o dormir. El suspiro expresa el estado de ánimo o las emociones, porque aún no puede hablar ni hacer señas. Este tipo de suspiros suelen ir acompañados de sonrisas, gestos tranquilos y sonidos de alegría.
• Estrés o malestar: los bebés suspiran cuando se sienten incómodos, molestos o tristes, como cuando tienen hambre, frío, calor, enfermos, asustados o aburridos. Suspirar es una forma de relajarse y regular el estrés, lo que puede tener un impacto negativo en la salud y el desarrollo. Los suspiros por estrés o malestar se acompañan de llanto, gesto de disgusto o un sonido quejumbroso.

En general, si tu bebé suspira mucho cuando duerme es normal, siempre y cuando no hay signos de otros problemas de salud, no debes preocuparte. Sin embargo, existen algunas medidas que puede tomar para cuidar la respiración de tu bebé y prevenir posibles complicaciones:

• Coloca al niño boca arriba: la posición más segura para que el bebé duerma es boca arriba, ya que así se evita el riesgo de asfixia, de obstrucción de las vías respiratorias o de muerte súbita del lactante.
• Tu bebé debe dormir sobre una superficie firme sin almohadas, mantas, peluches u otros objetos que puedan dificultar su respiración.
• Mantén la temperatura adecuada: el niño debe dormir en una habitación con una temperatura de 18 a 22 grados y una humedad del 40 al 60%. Demasiado calor o muy poca humedad, pueden secar o irritar las vías respiratorias de su bebé, provocando sudoración, deshidratación, congestión o infección.
• Límpiale la nariz: la nariz del bebé puede acumular mocos, polvo, pelusas u otras partículas que le dificultan respirar y conciliar el sueño. Para limpiarla use una pera o un aspirador nasal, que se introducen suavemente en cada orificio nasal y se presionan para extraer el moco.
• Controla el patrón de respiración de tu bebé: es importante saber cómo respira su bebé cuando está sano y tranquilo, para poder detectar cualquier cambio o anomalía que necesite atención médica.

Señales de alarma si mi bebé suspira mucho cuando duerme

Recuerda siempre consultar con su pediatra, si tu bebé suspira fuerte mientras duerme y muestra alguna de las señales de alerta. Algunas señales de alarma incluyen:

• Respiración muy rápida (más de 60 respiraciones por minuto).
• Respiración muy lenta (menos de 20 respiraciones por minuto).
• Pausas en la respiración durante más de 10 segundos.
• Ruidos o silbidos al respirar, dificultad o esfuerzo para respirar, coloración azulada o pálida de la piel, labios o uñas, fiebre, tos, estornudos, secreción nasal, irritabilidad, somnolencia o pérdida de apetito. Su pediatra puede determinar la causa de los suspiros, prescribir el tratamiento más adecuado y resolver tus preguntas e inquietudes.

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