Cómo se prepara el anís estrellado para bebés

El anís estrellado se ha utilizado durante mucho tiempo como remedio natural para tratar una gran variedad de dolencias, tanto en niños como en adultos. Las semillas contienen ingredientes que pueden ayudar a los bebés a mejorar la digestión, aliviar los cólicos y las flatulencias. Sin embargo, el anís estrellado solo debe usarse con moderación y bajo la supervisión de un pediatra cuando se trata de niños pequeños.

Estas son algunas de las ventajas del anís estrellado para bebés:

• Alivia los gases y los cólicos: el anetol, una sustancia que se encuentra en el anís estrellado, puede aliviar la tensión de los músculos del intestino y aliviar el dolor causado por los gases.
• Mejora la digestión: el anís estrellado es un digestivo natural que puede ayudar a los bebés a digerir mejor la leche o la fórmula.
• Calma la tos: debido a sus cualidades expectorantes, el anís estrellado puede calmar la tos seca de un bebé y aliviar la congestión.

Para los bebés con cólicos, flatulencia y mala digestión, el anís estrellado puede ser útil y seguro cuando se usa correctamente. Es crucial comenzar consumiendo dosis muy bajas y aumentarlas gradualmente bajo la supervisión de un pediatra. Cuando el anís estrellado se consume en exceso puede tener efectos negativos en algunos bebés, como estreñimiento, irritabilidad y reacciones alérgicas.

Nunca administres más de lo recomendado y sin saber la causa del cólico. Actualmente, el uso del anís estrellado es debatible, ya que se ha demostrado que existen otras opciones igual de efectivas para tratar problemas digestivos que no ponen en peligro la salud de los bebés. Por ello, antes de dárselo como con cualquier remedio a base de hierbas, consúltalo con el pediatra y nunca excedas la dosis recomendada.

En el momento de ofrecer anís estrellado para bebés, es fundamental estar seguro de que sea de la especie Illicium verum, reconocida en todo el mundo debido a su larga reputación de tener propiedades antiespasmódicas (alivio de cólicos). Por el contrario, el Illicium anisatum, también conocido como anís estrellado japonés, es una especie de planta estrechamente relacionada pero distinta, que puede venderse en el mismo paquete y es difícil distinguirla.

Descubre los diferentes métodos de dar anís estrellado a un bebé de forma segura:

• Infusión de anís estrellado: combina 2 tazas de agua hirviendo con 1/2 cucharadita de semillas de anís estrellado trituradas. Después de 10 minutos de remojo cuela el anís. Con una jeringa, gotero o vasito específico, dáselo al bebé una vez que se haya enfriado. Comienza con un par de cucharadas y aumenta gradualmente.
• Aceite esencial: usa 1 cucharada de aceite de coco virgen y 1-2 gotas de aceite esencial de anís estrellado para masajear el abdomen del bebé con una presión suave. Evita aplicar demasiado aceite.
• Suplementos de anís estrellado: están disponibles como gotas para bebés. Se pueden mezclar con alimentos para bebés o agregar a un biberón. La dosificación debe ser la indicada por el producto.

El anís estrellado es seguro para los bebés en dosis reguladas. Aun así, debido a la cantidad y concentración en la preparación, estas plantas, particularmente la especie Illicium anisatum, están vinculadas al envenenamiento cuando se consumen en exceso. Algunos de los efectos adversos del anís estrellado en bebés son:

• Toxicidad hepática (insuficiencia hepática).
• Contiene cafeína, que cuando se consume en exceso puede tener estos efectos.
• Toxicidad gastrointestinal (vómitos/diarrea).
• Las cualidades astringentes del anís estrellado pueden causar estreñimiento si excede la dosis.
• Reacciones alérgicas al anís estrellado. Estate atento/a a cualquier erupción cutánea, hinchazón u otros síntomas relacionados con la alergia.
• Toxicidad neurológica (hiperexcitabilidad nerviosa, nistagmo, mioclonía, delirio, somnolencia, convulsiones y muerte).
• Reacciones de hipersensibilidad (dermatitis, erupción cutánea).

La alta concentración de compuestos de esta planta, incluidos el anetol y el estragol, contribuye a su toxicidad, lo que supone graves riesgos para la salud de los bebés, como los mencionados anteriormente. Si bien es cierto que muchas madres afirman que les dieron agua anisada a sus bebés y no pasó nada, es importante entender que puede tener efectos secundarios, y estos son un factor importante en los ingresos hospitalarios.

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