¿Son malas las nebulizaciones en los bebés?

Las nebulizaciones son un tipo de tratamiento médico que se realiza mediante la administración de medicamentos en forma de aerosol a través de un nebulizador. Este dispositivo médico convierte los medicamentos líquidos en un vapor fino que se puede inhalar y llega directamente a la vías respiratorias, bronquios y pulmones, donde actúa rápidamente para aliviar los síntomas de la afección.

El hecho de nebulizar a un bebé puede ser útil en el tratamiento de problemas respiratorios. Cuando se realiza la nebulización, el medicamento se convierte en partículas muy pequeñas, que son inhaladas por el bebé. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas respiratorios del pequeño, como la congestión nasal, la tos y la dificultad para respirar.

Así pues, la nebulizaciones no son malas, sino todo lo contrario. Generalmente, son seguras, aunque es importante tener en cuenta que deben ser administradas bajo supervisión médica, ya que el uso incorrecto o excesivo de los medicamentos puede causar efectos secundarios graves, como palpitaciones, irritación de la garganta, náuseas y vómitos. Así pues, para nebulizar a un bebé hay que tener en cuenta los siguiente:

• Desinfectar el material: asegurarse de que la mascarilla, o el tubo del nebulizador, estén limpios y desinfectados adecuadamente para evitar infecciones respiratorias.
• Adecuar las tomas a la edad del bebé: hay que asegurarse de que los medicamentos utilizados, así como las dosis de los mismos, son adecuados para la edad del bebé y para la enfermedad que tiene. Siempre hay que basarse en pautas actualizadas.

Si notas algún efecto secundario en tu bebé durante o después de una nebulización, debes informar de inmediato a tu médico de cabecera o acudir a urgencias.

Qué medicamentos se suministran en las nebulizaciones en bebés

Los medicamentos que se utilizan con mayor frecuencia en las nebulizaciones son los siguientes:

• Broncodilatadores: su función es dilatar y abrir los bronquios para que el oxígeno pueda llegar más fácilmente a los pulmones. A este grupo pertenecen el salbutamol, bromuro de ipratropio, fenoterol y el albuterol, entre otros.
• Esteroides o glucocorticoides: este tipo de medicamentos desinflaman las vías respiratorias y también disminuyen la secreción de moco. Así pues, facilitan la circulación del oxígeno por todo el árbol bronquial. La budesonida y la fluticasona son los más comunes.
• Adrenalina racémica: se utiliza para el tratamiento de la crup, la inflamación de las cuerdas vocales (laringe) y la tráquea.
• Cloruro de sodio: fluidifica secreciones muy espesas, como las que se producen en los casos de una enfermedad menos común llamada fibrosis quística.

Generalmente, estos medicamentos se deben diluir con una solución salina al 0,9%, y se pueden administrar solos o combinados. Cada uno de ellos tiene una indicación específica para cada patología, y dosis individualizadas según las condiciones y el peso del bebé. En algunos casos, pueden estar contraindicados si el bebé tiene algún historial médico en concreto.

Las nebulizaciones pueden ser una herramienta muy útil para el tratamiento de enfermedades respiratorias en bebés. Cuando están correctamente indicadas, ayudan a aliviar rápidamente los síntomas respiratorios, como la dificultad para respirar y la tos. También facilitan la movilización de moco, lo que se traduce en que el bebé respira mejor y más calmado, y eso mejora la oxigenación a nivel pulmonar, su estado general y su calidad de sueño. También pueden ayudar a prevenir complicaciones graves.

Los nebulizadores que se utilizan para aplicar este tratamiento son portátiles, económicos, fáciles de usar y permiten que el medicamento llegue directamente a las vías respiratorias del bebé. Por ello, este método puede ser más efectivo que otros procedimientos de administración de medicamentos.

Tipos de nebulizadores

Los nebulizadores domésticos son de venta libre, Los que están diseñados exclusivamente para niños pueden tener formas de animales con colores llamativos, para hacerlos más amigables para los pequeños. Existen los siguientes tipos de nebulizadores:

• Nebulizadores de compresor: son los más comunes. Utilizan aire comprimido para convertir el medicamento líquido en un vapor fino.
• Nebulizadores ultrasónicos: utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para producir el vapor que llega a las vías respiratorias.

Imagen: Amazon

Antes de realizar nebulizaciones en niños y bebés, hay que anticiparles del procedimiento que se va a realizar. Si tienen edad suficiente, puedes explicarle al pequeño en qué consiste la nebulización y para qué sirve con un lenguaje sencillo. Asegúrale que no causará dolor o daño, e incluso puedes inventarte un cuento divertido que ejemplifique el paso del medicamento a través de las vías respiratorias.

Si es un bebé pequeño, puedes optar por darle su juguete preferido, poner música relajante o cantarle canciones para hacer el ambiente más amigable y seguro para él. Una vez hecho esto, es importante que sigas los siguientes pasos para usar un nebulizador en bebés:

1. Realiza una adecuada higiene de las manos.
2. Asegurarte de que el dispositivo está limpio y seco.
3. Prepara el medicamento según las indicaciones de tu médico. Si tienes dudas o no entiendes la receta, es preferible volver a preguntar.
4. Coloca el medicamento en el reservorio del nebulizador que está destinado para ello.
5. Coloca la mascarilla en la boca del bebé: asegúrate que cubra nariz y boca completamente.
6. Enciende el nebulizador y deja que el bebé respire tranquilamente para que de esta manera inhale el vapor durante unos minutos, hasta que veas que el líquido se ha evaporado por completo.
7. Apaga el nebulizador y retira la mascarilla de la boca del bebé.
8. Enjuaga la boca del bebé con agua para quitar restos de medicamentos.
9. Lava la mascarilla con agua y jabón, sécala muy bien y guardarla en un lugar seco.

Se administran nebulizaciones con medicamentos en bebés cuando presentan síntomas de las siguientes enfermedades respiratorias:

• Asma.
• Bronquiolitis.
• Crup.
• Bronquitis
• Fibrosis quística.

En ocasiones, estas afecciones son leves y el médico puede indicar que se realicen nebulizaciones en casa. Cuando las enfermedades son graves puede requerir hospitalización.

Ante todo, hay que tener en cuenta que las nebulizaciones no son necesarias para todas las enfermedades respiratorias en bebés y que su uso debe ser determinado por un profesional sanitario. Además, es importante seguir las medidas de prevención de enfermedades respiratorias en los niños, como el lavado de manos frecuente, desinfección de juguetes y evitar el contacto con personas enfermas.

En definitiva, las nebulizaciones pueden ser una herramienta efectiva y segura para tratar enfermedades respiratorias en bebés y niños pequeños. Si tienes alguna duda o inquietud acerca del uso de las nebulizaciones en tu bebé, no dudes en consultar con tu médico pediatra.

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