Cómo aliviar los cólicos del bebé: ejercicios, métodos y masajes
Como aún no saben comunicarse de otra forma, los recién nacidos y los bebés nos hacen saber que necesitan algo mediante el llanto y, en cuanto se satisfacen sus necesidades, se calman y dejan de llorar. Pero esto no ocurre siempre, ya que los niños que sufren del conocido cólico del lactante no dejan de llorar intensamente, están muy irritables, sucede sin una causa aparente y los padres pueden sentirse muy desbordados al no poder tranquilizarlos, siendo una situación muy frustrante para ellos.
En este artículo de paraBebés vamos a ver cuánto tiempo dura el cólico del lactante y vamos a conocer de qué formas se pueden aliviar cólicos en los bebés.
- Cuándo terminan los cólicos del lactante
- Mantener una posición correcta al comer
- Priorizar la lactancia materna exclusiva
- Respetar las cantidades correctas en el biberón
- Ayudar a expulsar los gases
- Probar la postura anti-cólicos
- Practicar el porteo
- Realizar masajes en el vientre
- Bañar al bebé
- Hacer ejercicios
- Aplicación de calor sobre el vientre
- Acudir al pediatra en presencia de otros síntomas
Cuándo terminan los cólicos del lactante
Los cólicos son dolores abdominales intensos, producidos por un incremento de los movimientos peristálticos o contracciones y relajaciones del tubo digestivos. Los cólicos en bebés, en casi la mayoría de los casos, son producidos por gases.
Estos cólicos pueden aparecer desde muy temprana edad, a partir de los 15 días de vida, y en especial en torno al mes y medio. Los papás y mamás que tienen niños con cólicos del lactante deberán armarse de una buena dosis de paciencia, ya que pueden prolongarse hasta los 4 meses, y es muy raro que pasado este tiempo sigan sufriéndolo.
Se dan con más frecuencia durante la tarde y la noche, pudiendo durar desde unos minutos hasta varias horas, y se repite como mínimo durante 3 horas al día, 3 días a la semana y a lo largo de 3 semanas. Pese a lo desesperante que puede llegar a ser este trastorno para los progenitores, es algo totalmente benigno, que cesará con el tiempo y no dejará ninguna secuela en el pequeño.
¿Se pueden evitar cólicos bebés? Las causas del cólico del lactante no son muy conocidas a día de hoy, pero sí se han visto factores que pueden influir en su aparición. Basándonos en ellos, vamos a ver a continuación de qué formas diferentes podemos aliviar e incluso en algunos casos prevenir la aparición de estos molestos cólicos en los bebés
Mantener una posición correcta al comer
El primer consejo para evitar los cólicos del bebé es mantener una posición correcta durante la alimentación. La postura que adopta el bebé mientras come es muy importante. Para prevenir la aparición de gases durante la lactancia, debemos procurar que la boca esté colocada de forma correcta mientras que toma el pecho o el biberón.
- En el caso de que tome pecho, la mamá tiene que verificar que se esté agarrando bien. Para saber si lo está haciendo de forma correcta, debe estar con la boca bien abierta abarcando gran parte del pezón y areola, y la nariz y la barbilla en contacto con el pecho. Además, antes de cambiarle al otro pecho es importante dejar que lo vacíe por completo.
- Si toma biberón, la mejor opción es optar por biberones anti-cólicos con el bebé un poco incorporado.
Priorizar la lactancia materna exclusiva
Se ha visto que los bebés alimentados con leche materna son menos propensos a sufrir de cólico del lactante, aunque esto no asegura por completo que no lo vayan a padecer durante los primeros meses de vida.
Esto es debido a que la composición especial de la leche de la madre hace que sea mucho más ligera y digestiva. Por el contrario, la leche de fórmula suele tardar más tiempo en digerirse y puede provocar en ocasiones problemas de estreñimiento o gases. Por tanto, para evitar los gases en los bebés, una estrategia a tener en cuenta es priorizar la lactancia materna exclusiva.
Respetar las cantidades correctas en el biberón
Cada casa comercial de leches artificiales trae unas instrucciones para preparar el biberón, con una serie de medidas de agua y de polvos. Siempre se debe elaborar el biberón como indica la marca, respetando las cantidades.
Si dejamos demasiado aguado el biberón puede que no se esté alimentando bien al bebé, y por el contrario si nos pasamos con los polvos puede provocarle problemas intestinales como gases, cólicos, indigestiones, etc. Así pues, una manera de evitar los cólicos del lactante es respetar las medidas en la alimentación con biberón.
Ayudar a expulsar los gases
Después de cada toma, ya sea con biberón o con pecho, tenemos que dejar un tiempo para que el bebé pueda expulsar el aire que haya tragado mientras comía, ya que si no, se quedará dentro y le provocará molestias hasta que consiga expulsarlo.
Para ello, lo mejor es sostenerlo en una posición erguida sobre nuestro tórax, para facilitar así la salida del aire en forma de eructo. Procura no moverlo mucho, ya que aún no tiene muy desarrollado el esfínter del estómago y puede salir el contenido, provocando un reflujo de leche.
Probar la postura anti-cólicos
¿Cómo aliviar los cólicos del lactante? Con la postura anti-cólicos. Se ha comprobado que algunos bebés se encuentran a gusto en esta posición y consiguen calmarse si sufren a menudo de cólicos. Esta postura consiste en coger al bebé con uno de nuestros brazos estirado en posición horizontal, y tumbarlo sobre él boca abajo, a la vez que lo mecemos.
También ayuda mucho y es muy reconfortante para ellos cualquier contacto directo con papá y mamá, así que cógelo y acarícialo mientras le hablas suavemente, hasta que se tranquilice poco a poco.
Practicar el porteo
El porteo significa trasladar al bebé pegado a nuestro cuerpo gracias a una mochila, un fular y demás dispositivos diseñados para tal fin, en vez de en un cochecito. El porteo tiene numerosos beneficios, y entre ellos están la calma que siente el bebé al estar en contacto directo con nosotros y, además, al encontrarse en posición erguida, hace que sea más fácil la expulsión de los gases y de evacuar.
Para practicar un porteo beneficioso y seguro, hay que utilizar dispositivos que sean ergonómicos, es decir, que este debe adaptarse a la posición natural del bebé, y no al revés.
Realizar masajes en el vientre
Si quieres calmar los cólicos nocturnos del bebé también puedes hacerlo mediante masajes. Para realizar un masaje que resulte beneficioso, lo primero es buscar un momento en el que el bebé esté receptivo, ya que si lo hacemos en un momento en el que esté irascible se va a poner aún más nervioso.
El masaje lo podemos realizar directamente sobre su piel, con o sin ayuda de una crema o aceite para bebés, con nuestra mano realizando círculos en el sentido de las agujas del reloj, ya que esa es la dirección que sigue el intestino grueso, así se favorece la motilidad intestinal. También puedes realízalo en su espalda o flexionando sus piernas hacia su abdomen.
Bañar al bebé
Si tu bebé tiene cólicos, puedes aplicarle agua tibia porque produce una sensación agradable y relaja los músculos, disminuyendo así las contracciones que producen los cólicos. Puedes hacerlo calentando una manta y arropando a tu bebé con esta o el contacto corporal con la madre resulta más placentero, ya que no solo le ayudará a calmarse sino que se sentirá protegido. Para esto es ideal el canguro o quienes lo sujetan con un fular al estilo indígena. La posición vertical aliviará los cólicos porque permitirá expulsar los gases.
El agua tibia tiene efectos calmantes sobre las contracciones intestinales, por lo que darle un baño a tu bebé lo ayudará a relajarse. Puedes mantener la ducha abierta para que el sonido lo distraiga. Ten en cuenta que todos estos consejos puedes combinarlos, e ir probando cuál funciona mejor para ti y para el bebé.
Hacer ejercicios
Existen ejercicios para aliviar los gases, cólicos y estreñimiento de los bebés. Al igual que en el caso anterior, se llevarán a cabo solamente si el bebé está receptivo. Estos ejercicios son muy sencillos de hacer, y consisten en llevar suavemente sus piernas flexionadas sobre su abdomen haciendo repeticiones de flexión-extensión.
Otra variante es llevar de nuevo las piernas sobre su barriga y con ellas flexionadas realizar círculos, para así favorecer los movimientos del intestino.
Aplicación de calor sobre el vientre
Podemos colocar una bolsita templada sobre el vientre del bebé, pero nunca directamente sobre su piel, con la precaución de que no esté demasiado caliente. Otra opción es bañarlo con agua templada, ya que el calor ayuda a reducir el dolor de tripa cuando tienen gases. Además, con ello conseguiremos que se relaje.
Acudir al pediatra en presencia de otros síntomas
Hay que llevarlo al pediatra siempre que el niño presente fiebre mayor a 38°C, si vomita o tiene diarrea, no cesa el llanto durante 2 horas seguidas o más o si este persiste en el tiempo y los cuidadores no tienen claro su origen, y debemos evitar dar remedios caseros por nuestra cuenta sin consultarlo antes con el médico, como las infusiones de anís estrellado o similares, ya que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud de los bebés.
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- Asociación Española de Pediatría. (2010). Cólicos del lactante.
- Asociación Española de Pediatría. (2013). Guía práctica para padres, desde el nacimiento hasta los 3 años.