Mi hijo no se gira cuando lo llamo: por qué y qué hacer

Que un niño no responda o gire su cabeza cuando se llama por su nombre puede deberse a distintas causas como problemas en su desarrollo neurológico, del entorno o incluso, emocionales. A continuación te explicamos las principales causas de este suceso:

• Problemas auditivos: lo primero que se debe descartar es que se deba a una pérdida auditiva del bebé. Para esto, es necesaria una evaluación audiológica realizada por un especialista.
• Alteraciones en el desarrollo del lenguaje: los niños que presentan retraso en el lenguaje, pueden también tener dificultades para comprender y responder al llamado de su nombre.
• Influencia del entorno: es posible que, si el niño está concentrado jugando o aprendiendo una nueva habilidad, centre toda su atención en esto y su mente “deje a un lado” este llamado.
• Evasión: otra causa es la evasión que hace el cerebro a este llamado. Si se le llama por su nombre muchas veces durante el día para cosas que el pequeño no siente relevantes, su cerebro puede dar la orden de no atender a este llamado. Lo mismo sucede si se llama solo para regañarlo.
• Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): los niños que padecen esta condición manifiestan un patrón de falta de atención. De allí que parecen no escuchar ni girar su cabeza al llamarlos, además, le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
• Trastorno del espectro autista (TEA): este trastorno neurológico afecta la comunicación, el comportamiento, el aprendizaje y la forma en la que el niño interactúa con los demás. Ente los 18 a 24 meses el pequeño ya puede mostrar signos de TEA, como no girar su cabeza al llamarlo por su nombre ni mantiene el contacto visual, no interactuar con otros niños o personas, no señalar con el dedo pasados los 11 meses o tener dificultades para seguir las conversaciones.

Para comprender la posible causa de esta situación y determinar si requiere atención especial, es importante evaluar varios factores. En este sentido, debes considerar la edad del niño, si muestra este comportamiento constantemente o solo en situaciones específicas como, por ejemplo, durante el juego, y si va acompañado de otros comportamientos, como la falta de interacción social.

Si observas que este comportamiento es frecuente y se presentan otros problemas de comunicación, lo más recomendable es consultar con el pediatra. Si quieres saber más información al respecto puedes consultar Cómo se comporta un niño que no escucha bien.

Lo primero es asegurarte si efectivamente conoce su nombre y si podría estar relacionado a un problema auditivo. Si descartas estas dos posibilidades, entonces busca favorecer la atención conjunta y el reconocimiento de su nombre, realizando este tipo de actividades:

• Realiza actividades divertidas donde promuevas la asistencia y participación del niño: Juegos como esconderse, hacerle cosquillas, soplar burbujas o cantar. Esto favorece la atención conjunta, es decir, cuando el bebé y el adulto comparten interés por una misma actividad u objeto.
• Llámalo por su nombre: di su nombre con frecuencia durante el juego y durante las actividades diarias.
• Reduce las distracciones: al disminuir el ruido y las distracciones al llamar a su hijo por su nombre, hace que le resulte más fácil concentrarse en su voz y así girar su cabeza en respuesta.
• Dale suficiente tiempo para que el pequeño responda: después de llamarlo por su nombre, haz una pausa y espera varios segundos para repetir el llamado. Es posible que amerite algún tiempo procesar el llamado y responder.

Si detectas que se trata de un problema de comunicación, lenguaje o de desarrollo, consúltalo con el pediatra. Dependiendo de la causa, puede ser referido a otro especialista, por lo general, a un logopeda infantil. Este profesional puede ayudar al niño a mejorar sus habilidades de comunicación, bien sea en su lenguaje, habla o audición. También puede interesante A qué edad los niños empiezan a hablar.

Lo habitual es que entre los 7 y 9 meses los niños giren su cabeza cuando se les llama por su nombre. No obstante, esta no es una regla estricta y algunos lo hacen antes o después. Eso sí, a partir del año de edad la mayoría de los bebés ya responden a este llamado.

Ahora bien, si quieres que tu bebé reconozca su nombre tempranamente, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Utiliza su nombre de manera frecuente y clara para referirse a él. Evita decirle “cariño”, “bebé” u otros apodos.
• Si te acercas al pequeño para levantarlo o captar su atención, comienza por decir su nombre, espera a que reaccione y después realiza la acción planificada.
• Para interesar aún más al bebé, di su nombre al principio de la frase.

Si aún no responde a su nombre pasado el año de edad, es posible que el pediatra realice un seguimiento o indique algunas pruebas para descartar otros problemas, en especial de audición. Por último, es natural que los niños, cuando están muy concentrados en sus actividades o juegos, no respondan ni giren su cabeza rápidamente cuando se les llama. Sin embargo, si esto se hace frecuente y se acompaña de otros comportamientos de atención, no dudes en buscar ayuda profesional.

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