¿Mi bebé puede comer atún enlatado?
La alimentación de los bebés es algo sumamente importante puesto que están en plena etapa de crecimiento y desarrollo. Lo ideal es que coman de todos los grupos alimenticios (cereales, verduras, legumbres, carne, huevos, pescado, fruta..) y que, al año de edad aproximadamente, su dieta sea lo más parecida a la de sus padres y madres. Sin embargo, sabemos que los alimentos se deben ir incorporando progresivamente a su alimentación, para descartar alergias e intolerancias y poder actuar en consecuencia. Además, hay ciertos alimentos que no pueden consumir hasta llegar a cierta edad. Por eso, en este artículo de paraBebés vamos a ver si un bebé puede comer atún enlatado, a qué edad puede comerlo, si es bueno para él y también si puede comer otras conservas como sardinas o caballa.
A partir de qué edad le puedo dar atún a mi bebé
El atún es un pescado azul con un alto contenido proteico que tiene innumerables beneficios para la salud. Contiene ácidos grasos Omega-3, fundamentales para prevenir el colesterol y los triglicéridos, que contribuyen al desarrollo cognitivo. El pescado azul puede incorporarse a la dieta de los bebés a partir de los 6 meses de edad, al igual que casi todos los tipos de alimentos. En cambio, debemos tener ciertas precauciones con el atún.
El atún rojo es un pez que puede alcanzar los 300 kg de peso, llegando a vivir hasta los 20 años de edad. Esto le hace especialmente vulnerable al mercurio, el cuál se adhiere a su cuerpo y pasa al organismo de la persona que lo consume. Para los humanos, el mercurio es un metal con una alta toxicidad, y debemos limitar su consumo al máximo. Por ello, los niños y niñas menores de 10 años, las mujeres embarazadas y aquellas que dan pecho, deberían evitar su consumo totalmente según las últimas recomendaciones de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición establecidas en el año 2019. Una intoxicación por mercurio puede afectar al sistema nervioso central y al desarrollo cognitivo.
Por otro lado, el atún blanco o Bonito del Norte, tiene menor concentración de mercurio y sí que pueden consumirlo los niños y niñas, pero con mucha moderación. Puede incorporarse a partir del año de edad y la cantidad adecuada para los niños entre 1 y 3 años son 50 gr a la semana como máximo, evitando consumir otros pescados del mismo tipo en esa semana (rape, cabracho, lubina, salmonete grande, mero o raya).
Es bueno el atún en lata para bebés
Como hemos visto en el punto anterior, los bebés no deberían comer ningún tipo de atún por su alto contenido en mercurio. A esto, le añadimos la cantidad de sal que llevan las conservas. La sal es uno de los alimentos prohibidos durante el primer año de vida del bebé y, a partir de esa edad, pueden consumirla de forma muy moderada hasta los 3 años de edad. Además, las latas de las conservas contienen Bisfenol A en pequeñas cantidades, un componente que entra en contacto con los alimentos y es cancerígeno. Por ello, es mejor comprar conservas en botes de cristal antes que en metal.
Todos estos factores hacen al atún en lata un alimento muy poco recomendable tanto para bebés como para niños y niñas pequeños, por lo que es mejor dejarlo fuera de la dieta de nuestros hijos e hijas hasta que sean un poco más mayores y sustituir su consumo por el de otros pescados que no tengan riesgo (bacalao, merluza, lenguado, gallo…).
Sardinas en lata para bebés
Las sardinas en lata son otro tipo de pescado azul que cuenta también con los beneficios del Omega-3. Además, entre sus propiedades podemos encontrar grandes niveles de calcio debido a que se comen con espinas sin dificultad, por lo que son un alimento ideal para cualquier persona. Aun así, los niños y niñas menores de un año no deben comer conservas debido al alto contenido de sodio.
Caballa en lata para bebés
La caballa, por su parte, tiene todos los beneficios del pescado azul pero, al ser una especie de pez pequeña, no contiene altos niveles de mercurio. Como hemos venido diciendo a lo largo de todo el artículo, al tratarse de una conserva tiene mucha sal añadida, por lo que no es un alimento adecuado para un bebé menor de un año de vida. A partir de esa edad, puede consumir este tipo de conserva de forma muy ocasional, sin que forme parte de su dieta diaria habitual.
Es preferible preparar pescados frescos que pueden comer sin problema y les aporten todas las vitaminas y nutrientes que contienen.
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- Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (29 de octubre de 2019). Mercurio. Recuperado de: http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN
- Gobierno del Principado de Asturias. Consejería de Sanidad. Recomendaciones sobre el consumo de pescado en embarazadas, mujeres que amamantan, y población infantil menor de 12 años, en relación con la presencia de mercurio. Recuperado de: https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/76E7D644-454C-46F4-97E7-03E25D43F4A7/291398/CONSUMOPESCADO_MERCURIO.pdf&ved=2ahUKEwjZ_NCZksjnAhUly4UKHaYZBNU4ChAWMA96BAgFEAE&usg=AOvVaw1tnkpWVgV_RLWXyGJizhIP