Qué pasa si mi bebé tiene la mollera sumida
Una preocupaciones más frecuentes que tienen las madres y padres sobre un bebé recién nacido tiene que ver con el cuidado de su cabeza. Esto se debe a que su cuerpo y cabeza son pequeños y parecen muy frágiles y con la necesidad de un tratamiento y cuidado especiales. En este sentido, el cráneo de un recién nacido no está completamente cerrado y presenta algunas variaciones que todo padre debe conocer para estar alerta y prevenir posibles complicaciones de salud graves.
En el siguiente artículo de paraBebés responderemos a la pregunta qué pasa si mi bebé tiene la mollera sumida.
Qué es la mollera sumida en bebés
Una de las partes que requiere mayor cuidado en los niños pequeños es la cabeza, especialmente la zona más blanda, conocida comúnmente como mollera. El cráneo tiene forma de esfera y comprende varios huesos que se unen por medio de suturas, formadas por tejido conectivo denso que permite sellar estos huesos en los recién nacidos. Este cierre se produce en un tiempo estimado, por lo tanto, en el momento de nacer aún no se han fusionado y existe un espacio entre ellos conocido como fontanela.
La fontanela es muy importante porque es lo que permite que la cabeza del bebé atraviese el canal de parto y le ofrece espacio al cerebro para que crezca y se desarrolle durante sus primeros meses de vida. Por esta razón, algunos bebés desarrollan cabezas en forma de cono en las primeras horas de vida en un proceso que se llama moldeado.
La razón de este proceso es que las placas óseas son blandas y se pueden comprimir para superponerse entre sí y permitir que la cabeza pase a través del estrecho canal vaginal. De este modo, los bebés desarrollen formas de cabeza en cono cuando bajan a la pelvis de la madre mucho antes del nacimiento o cuando el trabajo de parto ha durado mucho tiempo.
Estructura de la mollera sumida
Por otro lado, también es común observar bultitos en el cráneo de los bebés cuando nacen, sin embargo, esto no es motivo de preocupación, ya que es a consecuencia de la superposición de las placas óseas y en los próximos días el cráneo se enderezará y el bulto desaparecerá.
Estas estructuras tienen un período de cierre que se distribuye de la siguiente forma:
- La que está situada en la parte posterior de la cabeza: se cierra durante el primer mes o máximo a los dos meses de vida.
- La que está situada en la parte superior de la cabeza: se conoce como fontanela o mollera anterior, se cierra entre los 7 y los 19 meses. La fontanela debe sentirse firme y ligeramente hundida al tacto suele medir unos 3 x 3 cm y tiene forma de cruz.
Síntomas de mollera sumida en bebés
Existen dos tipos de molleras en los bebés que nos permiten evaluar si existen signos de enfermedad o si el desarrollo está ocurriendo correctamente, te las mencionamos a continuación:
- Fontanela anterior: es donde tendrá lugar la conexión entre los dos huesos frontales y los dos huesos parietales, se mantiene suave hasta 18-24 meses, y al tocarla permite evaluar si existe aumento de presión en la cabeza.
- Fontanela posterior: es donde se unen los huesos parietal y occipital. Por lo general, se cierra los primeros meses de vida de un bebé.
La mollera sumida, tal y como su nombre indica, se reconoce porque está hundida cuando se palpa con los dedos y es suave en comparación al cráneo. Este es un síntoma normal mientras el bebé se mantenga activo y saludable, no obstante, si parece somnoliento, sin ganas de comer, no llora y duerme mucho, podría indicarnos que presenta problemas como desnutrición o deshidratación.
Por qué mi bebé tiene la mollera sumida
La mollera puede brindar información acerca del estado de salud del bebé. En este sentido, cuando la mollera está sumida puede suponer que tu bebé presenta algunas de las siguientes condiciones:
Deshidratación
Esta condición se produce por falta de líquido en el cuerpo, lo que representa un problema grave para la salud del bebé y requerirá de tratamiento inmediato. Algunos signos que pueden ayudarte a confirmar la deshidratación son:
- Mucha sed.
- Piel y labios pálidos y secos.
- Orina escasa y de color oscuro.
- Llanto sin lágrimas.
- Cansancio y falta de ánimo.
- Ojos hundidos.
- Dificultad para respirar.
Si notas uno o más de estos síntomas y la mollera está sumida, deberás acudir a una sala de emergencias de forma inmediata para evitar que la deshidratación sea más grave.
Por otro lado, la desnutrición es una condición que se presenta cuando la absorción de nutrientes se ve alterada por una intolerancia alimentaria, falta de alimentos adecuados y suficientes o trastornos genéticos. Entre los síntomas de desnutrición se incluyen:
- Diarrea frecuente.
- Falta de apetito.
- Piel seca y con cambios de color.
- Sueño excesivo.
- Crecimiento lento.
- Delgadez.
- Mollera hundida.
En estos casos, el niño o niña también deberá ser llevado al servicio de urgencias para realizar una evaluación y control de su salud.
Nota: al contrario de las molleras hundidas, cuando las fontanelas parecen tensas, abultadas o hinchadas, los expertos consideran que puede indicar la presencia de líquido en la cavidad cerebral o un aumento de la presión en el cerebro, lo que podría ser síntoma de enfermedades graves como la hidrocefalia, la encefalitis o la meningitis.
Cómo se le puede subir la mollera a un bebé
Cuando un bebé tiene la mollera hundida y, además, presenta otros signos de alarma adicionales, significa que estamos en presencia de un problema de salud más grave. Seguidamente, te explicamos cómo se le puede subir la mollera a un bebé en casos de deshidratación y desnutrición:
En casos de deshidratación
A continuación, te mostramos cómo se le puede subir la mollera a un bebé en casos de deshidratación:
- Ofrécele cantidades de líquidos suficientes para lograr la hidratación del bebé, aumentar la frecuencia de las tomas de pecho y ofrecer más biberones y líquidos. Estos líquidos pueden ser agua, agua de coco, suero casero o sales de rehidratación oral comerciales.
- Evita que tu hijo/a pierda líquidos por medio del sudor: mantenlo/a fresco y protegido/a del sol y el calor.
- Evita la fiebre.
- Si la deshidratación se mantiene por más de 24 horas, es recomendable llevarlo/a al hospital para recibir líquidos por vía intravenosa.
En casos de desnutrición
La desnutrición se presenta con pérdida de peso, mareos, pérdida de apetito, diarrea frecuente, cambios de comportamiento como somnolencia, irritabilidad y ansiedad. No obstante, para comprender la gravedad de la desnutrición, se recomienda consulta con el pediatra y el nutricionista, quienes elaborarán un plan de nutrición que incluya todos los nutrientes esenciales para que tu hijo/a recupere peso y energía.
De igual modo, otra buena forma de ayudar a subir la mollera de tu bebé es ofrecerle zumos naturales, purés, papillas, bebidas a base de leche completa, y sopas de verduras, además de cereales a base de arroz, que le permitirán ganar peso más rápido.
En este artículo encontrarás más información sobre ¿Cómo hacer papillas de frutas para bebés?.
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- MOUNT SINAI. Fontanelles - sunken. 2021. Disponível em: <https://www.mountsinai.org/health-library/symptoms/fontanelles-sunken>. Acceso en 26 nov 2022