¿Qué embutidos puede comer una embarazada?


Dentro de los embutidos que puede comer una embaraza tenemos el jamón cocido, el pavo, o la mortadela, siempre que estén cocidos correctamente. El embarazo comprende una etapa de grandes alegrías y también de muchas dudas, especialmente en lo que respecta a la alimentación.
En culturas como la nuestra y en gran parte del mundo hispano, los embutidos forman parte de la gastronomía. Eso significa, que nos encanta disfrutar de un bocadillo de jamón serrano, un chorizo en la parrilla o una tabla de fiambres en una reunión familiar o de trabajo.
Por ello, una de las preguntas más frecuentes en las futuras mamás es qué embutidos puede comer una embarazada. Durante la gestación, es fundamental tomar precauciones para proteger tanto la salud de la madre como la del bebé en desarrollo. Ciertos alimentos, incluyendo algunos embutidos, pueden contener microorganismos peligrosos, y en el siguiente artículo de paraBebés te explicaremos acerca de este tema.
- Jamón serrano y prosciutto
- Chorizo curado
- Salchichón
- Lomo embuchado
- Fuet o longaniza curada
- Jamón cocido y jamón york
- Mortadela
- Salchichas de Frankfurt o Viena
- Salami o pepperoni
- Pavo cocido o fiambre de pavo
- Otros embutidos que se pueden comer en el embarazo
Jamón serrano y prosciutto
El jamón serrano (y su primo italiano, el prosciutto), es curado en sal y secado al aire, pero este proceso no es suficiente para eliminar de forma garantizada el parásito de la toxoplasmosis. Además, como cualquier producto manipulado y lonchado, puede tener un riesgo de contaminación superficial por listeria.
Por lo que no se debe comer en su estado natural (directamente del paquete o recién cortado). Sin embargo, sí puedes disfrutarlo si lo cocinas completamente. Por ejemplo:
- Añadiendo lonchas a una pizza y horneándola bien.
- Salteándolo hasta que quede crujiente para añadir a una pasta o un revuelto.
- Como parte del relleno de un pastel salado que se vaya a hornear a alta temperatura.
En cuanto a comer embutido congelado en el embarazo, es una práctica extendida. Por ejemplo, congelar el jamón serrano a -20°C durante al menos 3 días (muchos expertos recomiendan por seguridad extenderlo a 7 días) inactivará la toxoplasmosis. Sin embargo, recuerda que el riesgo de listeria persiste y para minimizarlo, compra piezas de alta calidad, manipúlalas con higiene y consúmelas tan pronto como sea posible.
Te contamos más sobre la "Toxoplasmosis en el embarazo: causas, síntomas, riesgos y tratamiento" aquí.

Chorizo curado
El chorizo curado (tipo vela, cular, etc.) es una salchicha curada y secada al aire, con pimentón y otras especias. Es un producto crudo, por lo que presenta un riesgo significativo de toxoplasmosis y potencial de listeria.
Durante el embarazo, no podrás comerlo crudo. Por el contrario, el chorizo es delicioso y seguro cuando se cocina completamente. Puedes freírlo, asarlo, añadirlo a guisos como las lentejas, cocerlo en sidra, o como ingrediente en una tortilla o revuelto.
El calor intenso elimina todos los riesgos, por lo que podemos confirmar que una embarazada puede comer chorizo frito bien cocinado.
Tienes más detalles sobre "¿Cuánto tiempo congelar embutido en el embarazo?" en el siguiente post de paraBebés-

Salchichón
Como ves, sí se puede comer salchichón en el embarazo, pero siempre optando por la cocción. Es un embutido muy similar al chorizo, pero generalmente condimentado con pimienta en lugar de pimentón. Es una salchicha curada, por lo tanto cruda, que representa los mismos riesgos de toxoplasmosis y listeria que el chorizo.
Aunque no es tan común cocinar el salchichón, se puede añadir a guisos o pizzas. La congelación del embutido congelado en el embarazo reduce el riesgo de toxoplasmosis, pero no el de listeria, por lo que cocinarlo es lo más seguro.

Lomo embuchado
¡Seguimos con más embutidos que se pueden comer embarazada! El lomo de cerdo adobado y curado, al ser un producto crudo-curado, presenta un riesgo claro de toxoplasmosis y el potencial riesgo de listeria.
No debes consumirlo directamente del paquete, y es más difícil de incorporar en platos calientes que otros embutidos, pero se podría intentar en un salteado o sobre una pizza que luego coloques en el horno. Con la congelación adecuada inactivará la toxoplasmosis. Sigue siendo fundamental la buena manipulación para minimizar el riesgo de listeria.

Fuet o longaniza curada
Son embutidos curados, delgados y muy populares, pero una embarazada sí puede comer fuet aunque con precauciones. Al ser crudos, conllevan riesgo de toxoplasmosis y listeria. Evita comerlos en su estado natural. La mejor opción es cocido, se pueden freír o añadir a guisos. Como en los casos anteriores, la congelación es una opción para la toxoplasmosis, pero la cocción es superior porque elimina ambos riesgos.
Tienes más información sobre si se puede comer fuet en el embarazo en el siguiente artículo de paraBebés.

Jamón cocido y jamón york
¿Se puede comer jamón York en el embarazo o no? Este es un producto cocido industrialmente, por lo que el riesgo de toxoplasmosis es prácticamente inexistente. El principal riesgo asociado a este tipo de fiambre es la contaminación cruzada con Listeria monocytogenes después de su cocción, durante el lonchado, el envasado o la manipulación en el mostrador de una charcutería.
Lo puedes comer, pero con precauciones. Algunas sugerencias para comer este fiambre en el embarazo son las siguientes:
- Comprar el jamón cocido envasado al vacío de una marca de confianza, y consumirlo poco tiempo después de abrir el paquete.
- Si lo compras al corte, asegúrate de que la charcutería mantiene unas condiciones higiénicas impecables.
- Calentar las lonchas hasta que estén humeantes (>75°C) justo antes de consumirlas. Por ejemplo, en un sándwich mixto bien tostado, añadido a una pizza o en un revuelto. Esto elimina el riesgo de listeria.

Mortadela
¿Puedo comer mortadela embarazada? ¡Sí! La mortadela es otro de los embutidos que puede comer una embarazada y que tiene origen italiano. Al igual que el jamón cocido, el riesgo de toxoplasmosis es casi nulo, pero existe el riesgo de contaminación posterior con listeria. Puedes comerlo, con las mismas precauciones que el jamón cocido
Recuerda comprarla envasada o, para máxima seguridad, calentarla bien antes de comerla. Unos dados de mortadela salteados para añadir a una pasta, o una loncha pasada por la plancha son opciones seguras y deliciosas.

Salchichas de Frankfurt o Viena
Una de las preguntas del millón es si las salchichas de Frankfurt y el embarazo se llevan bien o no. Estas salchichas vienen precocidas, pero no se consideran un alimento "listo para comer" directamente del paquete durante el embarazo. El riesgo principal es la listeria, que puede crecer en los paquetes refrigerados.
No las comas nunca frías directo del paquete. Debes cocinarlas completamente hasta que estén muy calientes por dentro. Esto puede ser:
- Hirviéndolas.
- Cocinándolas a la parrilla o en el microondas.
- Salteándolas.

Salami o pepperoni
Son embutidos fermentados y curados, pero no cocidos. Presentan un riesgo significativo de toxoplasmosis y también de listeria. No los comas en su estado crudo/curado.
Para mayor seguridad, coloca el pepperoni o el salami sobre una pizza que se hornea a alta temperatura es un ejemplo clásico de consumo seguro, ya que la grasa se derrite y el embutido se calienta por completo. También se pueden saltear para añadir a salsas para pasta.

Pavo cocido o fiambre de pavo
Similar al jamón cocido, este fiambre es un producto cocido. El riesgo de toxoplasmosis es mínimo, pero el de listeria por contaminación posterior es la principal preocupación. Podrás comerlo, pero con precauciones.
Es una de las opciones más recomendadas de fiambres que puede comer una embarazada, por ser bajo en grasa, pero sigue aplicando la regla de seguridad:
- Comprarlo envasado.
- Consumirlo pronto.
- Idealmente, calentarlo hasta que esté humeante antes de su consumo.

Otros embutidos que se pueden comer en el embarazo
La regla de oro se puede aplicar a prácticamente cualquier embutido: solo son seguros si se cocinan completamente. Por ejemplo, la sobrasada untada en pan y horneada hasta que burbujea, o la butifarra cocinada a la parrilla, son opciones seguras. Aquí tienes más información sobre "¿Se puede comer sobrasada durante el embarazo?".
En cuanto a los embutidos cocidos o fiambres (como la pechuga de pollo en lonchas, la cabeza de jabalí, etc.), el principal riesgo es la listeria, debido a una posible contaminación después de la cocción. La forma más segura de consumirlos durante el embarazo es calentarlos hasta que desprendan vapor, es decir, hasta alcanzar una temperatura superior a los 75 °C.
Si te preocupa el tema y te estás preguntando “he comido embutido y estoy embarazada, ¿pasa algo?”, lo más importante es valorar si ese embutido estaba bien cocido. Si no fue así, lo ideal es consultar con un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
En resumen, casi cualquier embutido puede formar parte de la dieta de una embarazada, siempre que se cocine adecuadamente.
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- D. Montañez Y col. (2011). Listeriosis durante el embarazo: importancia del tratamiento precoz. Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia. ELSEIVER. vol. 38. Núm. 4.
- Ramón Santos, Magdalena Ramos, Tatiana Beldarraín, Ma Aloida Guerra, Frank Rodríguez, Jennis Pérez, Urselia Hernández, Roger de Hombre, Zobeida Frómeta, (2021). Características de un chorizo y un salchichón crudo curado. Ciencia y Tecnología de Alimentos: Vol. 31 Núm. 3
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Control prenatal del embarazo normal. Prog Obstet Ginecol 2018;61(05):510-527