Toxoplasmosis en el embarazo: causas, síntomas, riesgos y tratamiento
Cuando salimos embarazadas, nos entregan una enorme lista de cosas que se deben evitar en esta etapa, como por ejemplo, no comer carnes crudas, no comer algunos embutidos, evitar comer en la calle, entre otras muchas cosas. Esto es en busca de evitar infecciones que pueden ser muy graves en el embarazo, como es el caso de la toxoplasmosis.
En este artículo de paraBebés te explicaremos qué es la toxoplasmosis en el embarazo, cuáles son las causas de esta infección, los síntomas que puede padecer la madre, los riesgos de adquirir esta infección durante el embarazo y el tratamiento qué puedes seguir en caso de padecer esta infección.
Qué es la toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una infección bastante frecuente a nivel mundial causada por el parásito Toxoplasma gondii y que se transmite a las personas a través de carnes crudas, agua o comidas contaminadas con heces de gato o mediante una transplacentaria de la madre al bebé.
Esta infección suele no suele ser grave en las personas con un sistema inmunológico competente y puede resultar asintomática o producir síntomas leves similares a los de una gripe, sin embargo, en mujeres embarazadas la infección puede transmitirse a la placenta o al feto, provocando lesiones en el mismo y poniendo en peligro su vida. El porcentaje de riesgo de transmisión incrementa al mismo ritmo que lo hace la propia gestación, siendo de hasta un 60% en el último trimestre.
Sin embargo, sus consecuencias pueden ser notables cuando infecta a embarazadas y a personas con el sistema inmune comprometido, como por ejemplo con VIH. Esta infección en el embarazo puede ser grave dependiendo del trimestre en que se adquiera, causando abortos, malformaciones congénitas y otras alteraciones a nivel del sistema nervioso central, corazón y pulmón.
Causas de la toxoplasmosis
La toxoplasmosis es causada por el parasito Toxoplasma Gondii, un parásito intracelular muy resistente que puede infectar a humanos y cuyo huésped definitivo es el gato. Este parásito necesita el estómago del gato para su evolución, luego es excretado por sus heces, pudiendo contaminar accidentalmente suelos, aguas, vegetales, frutas, entre otros. De esta manera, infecta al humano y a animales, a través de la ingestión de comidas contaminadas.
Por esta razón, se puede adquirir la infección al comer carnes crudas de animales contaminados como es el caso del cerdo, alimentos sin lavar correctamente o con agua sin hervir, además del contacto directo con heces de gatos contaminados. Los gatos que pueden estar contaminados son aquellos que pasan un tiempo en la intemperie y se alimenta de carnes crudas y animales que el mismo caza. Si tu gato siempre ha estado en casa, no debes preocuparte.
Probabilidad de transmisión de la toxoplasmosis
De igual forma, cuando una mujer adquiere la enfermedad estando embarazada, este parásito puede atravesar la barrera placentaria e infectar al bebé en formación. La probabilidad de transmisión aumenta a medida que el embarazo avanza. Veámoslo detalladamente:
- 5% de probabilidad en menos de 12 semanas.
- 15% de probabilidad de 12 a 16 semanas.
- 25% de probabilidad de 17 a 23 semanas.
- 60% de probabilidad a partir de 24 semanas.
En las primeras semanas de gestación, cuando el bebé todavía está en formación, es cuando este parásito produce una mayor afectación. Sin embargo, la probabilidad de transmisión es menor.
Cabe destacar que después de la exposición a esta infección, el organismo adquiere inmunidad, es decir, produces anticuerpos específicos que lo ataquen si llegas a contagiarte nuevamente, así que, si te contagiaste de esta infección 6 meses antes del embarazo, no existe el riesgo de que afecte ni a ti ni a tu bebé.
Síntomas de la toxoplasmosis en el embarazo
Esta infección es generalmente asintomática, solo un 10% de las embarazadas pueden tener síntomas parecidos a una gripe. Entre estos:
- Dolor muscular.
- Fatiga.
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Ganglios inflamados.
- Sarpullido.
El periodo de incubación de la enfermedad en los humanos suele ser de entre 10 y 20 días, pero es importante aclarar que no puede transmitirse de persona a persona, excepto en el caso del embarazo, mediante una transfusión de sangre o por el trasplante de un órgano que contenga el parásito.
Cómo se diagnostica la toxoplasmosis
Por lo general, ninguna madre sabe si le ha dado o no toxoplasmosis, por esto, se realiza en el primer mes de embarazo una prueba de sangre, llamada Toxo-test. En esta prueba, si el resultado es positivo, es porque ya te ha dado, si es negativo, debes entonces tomar las medidas para prevenirla en el embarazo.
En algunos casos, el ginecólogo puede pedirte una serología de toxoplasma donde se detectan anticuerpos (IgG e IgM) contra Toxoplasma gondii. Con esta prueba se detecta si tuviste la infección anteriormente o si está activa. Veamos los posibles resultados:
- IgG Positiva, IgM Negativa: cuando has tenido la infección anteriormente y ya eres inmune. No hay riesgo por toxoplasmosis durante el embarazo.
- IgG Negativa, IgM Positiva: indica que la infección está activa, se debe valorar en qué momento del embarazo se adquirió la enfermedad, es probable que el médico/a te indique una amniocentesis para evaluar si el bebé está infectado. Si la enfermedad se adquirió 6 meses antes, no hay riesgo de afectación al bebé.
- IgG e IgM negativas: no has padecido la infección. Debes cuidarte durante el embarazo.
Tratamiento de la toxoplasmosis
El tratamiento de la toxoplasmosis en la embarazada es a base de antibióticos que ataquen al parásito y disminuyan su efecto sobre el bebé. Cuando se detecta en el primer trimestre, el tratamiento es con Espiramicina, este fármaco evita que el feto se contagie.
Si ya el parasito ha infectado al bebé, entonces el tratamiento es con Pirimetamina y Sulfadoxina, para evitar que el daño en el bebé traiga consecuencias mayores.
Cómo prevenir la toxoplasmosis
Ante todo, el mejor tratamiento es la prevención, para esto ten en cuenta estas recomendaciones:
- No comas carnes crudas, evita embutidos como el jamón serrano, el lomo, entre otros.
- Lava muy bien los vegetales, frutas, verduras, en general todo lo que comas. Aquí te explicamos Cómo lavar frutas y verduras en el embarazo.
- Recuerda lavarte las manos con agua y jabón tras manipular los alimentos mencionados, evitando tocarte los ojos, la boca o la nariz si no te las has lavado todavía.
- Si tienes gatos, pide a otra persona que cambie la arena de la caja. Si no puedes, usa guantes y luego lava muy bien tus manos. A su vez, intenta que no cacen pájaros o ratones en la calle, ya que podrían contraer la infección.
- No trabajes en el jardín sin guantes, ya que el parásito también se encuentra en la tierra.
- No consumas huevos crudos ni leche sin pasteurizar.
- Evita comer pedir ensaladas o verduras crudas en bares y restaurantes. A ser posible, prepara todas tus comidas en casa.
Riesgos de padecer toxoplasmosis en el embarazo
Durante el embarazo, esta infección cobra mayor importancia, pues este parásito es extremadamente dañino si atraviesa la placenta, causando malformaciones en el desarrollo hasta la muerte fetal.
Si contraes la infección en el primer trimestre, existen probabilidades de abortos y muerte fetal. En el segundo trimestre puede causar un daño neurológico severo en el bebé y en el tercer trimestre es poco probable que haya una afectación consecuencia de esta infección.
A medida que avance el embarazo el doctor confirmará mediante ecografía la evolución del bebé y si hay una consecuencia producto de la toxoplasmosis.
Posibles consecuencias de la toxoplasmosis en el bebé
Las secuelas de la infección en el feto dependerán del momento de la gestación en el que se produzca el contagio, cuanto más tarde haya sido menos graves serán las complicaciones. Se estima que un 10% de los bebés pueden nacer con consecuencias por esta infección, denominándose toxoplasmosis congénita, generalmente adquirida en el segundo trimestre.
En caso de sufrir toxoplasmosis en el embarazo, el bebé puede desarrollar las siguientes condiciones:
- Parálisis cerebral.
- Retardo mental.
- Hidrocefalia.
- Calcificaciones cerebrales.
- Pérdida de audición.
- Problemas de visión.
- Trastornos motrices.
- Convulsiones.
Muchas embarazadas ya son inmunes, lo mejor es confirmar con el toxotest si ya padeciste la enfermedad o estás en riesgo. En caso de que no la hayas pasado, sigue al pie de la letra las recomendaciones de tu médico/a, a pesar de que es poco probable, no debemos descuidar nuestra salud ni la del bebé en ningún momento.
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- Azofeifa, R. (2010). Toxoplasmosis y embarazo. Revista médica de Costa Rica y Centroamérica LXVII (592) pp. 163-167.
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