¿Se puede comer fuet en el embarazo?
Los alimentos que escogemos durante el embarazo pueden aportarnos grandes beneficios o, por el contrario, ocasionar algunas complicaciones en esta etapa. En este sentido, ciertos alimentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades o infecciones, como es el caso del fuet. Este producto típico de la cocina catalana está elaborado con carne magra de cerdo y suele servirse crudo como aperitivo o tapa, o bien agregarse a las comidas para aportar sabor. No obstante, no se recomienda consumir fuet durante el embarazo por el riesgo de contraer una infección que pueda afectar el bienestar de la madre o del bebé.
¿Se puede comer fuet en el embarazo? En este artículo de paraBebés te explicaremos si puedes consumir este embutido durante esta etapa, las consecuencias de su consumo y cómo comerlo de forma segura estando embarazada.
Índice
¿Puedo comer fuet si estoy embarazada?
No está permitido consumir embutidos como el fuet durante el embarazo, a menos que haya pasado por una correcta cocción en calor. El fuet es un embutido elaborado con carne de cerdo condimentada, y su preparación implica la curación en seco, un método de conservación que no implica cocción en calor.
En este proceso, se agrega sal y otros aditivos a la carne. Posteriormente, se deja secar durante unos meses con el objetivo es mantener la carne, proporcionarle sabor y evitar la proliferación de microorganismos patógenos. Sin embargo, algunas bacterias y virus son resistentes a esta técnica y solo se eliminan al someterse a altas temperaturas.
Dado que el fuet es un embutido curado, no se puede garantizar que esté libre de microorganismos perjudiciales que puedan afectar la salud materna o del bebé. Por esta razón, los especialistas recomiendan evitarlo durante el embarazo, así como todos aquellos alimentos crudos, especialmente carnes, pescados, mariscos, y leche o quesos sin pasteurizar.
Qué pasa si como fuet en el embarazo
Comer fuet durante el embarazo y otros embutidos o carnes crudas aumenta el riesgo de contraer infecciones alimentarias, ya sean parasitarias o bacterianas. Estas infecciones pueden ser muy graves durante el embarazo y pueden incluso poner en riesgo la vida del bebé. Entre las enfermedades infecciosas causadas por el consumo de carnes crudas como el fuet destacan las siguientes:
Listeriosis
La listeriosis es una enfermedad causada por la bacteria Listeria monocytogenes que se transmite de animales a humanos mediante el consumo de alimentos contaminados. Esta bacteria puede encontrarse en carnes crudas y leche sin pasteurizar. Los síntomas de esta zoonosis incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares y diarrea.
Durante el embarazo, la listeriosis se transmite al feto a través de la placenta y puede ocasionar abortos espontáneos, muerte fetal, nacimientos prematuros y alteraciones congénitas. En recién nacidos, la listeriosis puede resultar letal.
Aunque no es una infección frecuente, durante esta etapa puede ser significativamente grave, ya que las mujeres embarazadas son 20 veces más propensas a contraerla.
Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una parasitosis causada por el protozoario Toxoplasma gondii. Para transmitirse al ser humano a través de alimentos contaminados se requiere que el animal hospedador definitivo (el gato), infecte a otro animal intermediario (en este caso, el cerdo).
Esta infección solo se produce si se consume la carne cruda del animal infectado o al ingerir aguas y otros alimentos contaminados. Durante el embarazo, la gestante puede transmitirla al bebé porque este parásito atraviesa la barrera placentaria.
La toxoplasmosis suele tener consecuencias graves para la salud del bebé y su letalidad dependerá del trimestre en el que se contraiga. En el primer trimestre, puede provocar abortos espontáneos; en el segundo trimestre, problemas congénitos, especialmente neurológicos. En el tercer trimestre, se asocia con alteraciones cardiacas, pulmonares y hepáticas en el bebé.
Cómo comer fuet en el embarazo de forma segura
Para disfrutar de este delicioso embutido durante el embarazo es crucial asegurarse de que esté libre de contaminación. Para ello, lo primero que debes hacer es congelar el fuet y, posteriormente, someterlo a cocción. La congelación previa del fuet debe ser a una temperatura de -20°C o inferior durante 2 días, o bien a -10°C durante 3 días. Cuando vayas a consumirlo, descongélalo lentamente en la nevera.
Una vez descongelado, cocina el fuet a una temperatura superior a 74°C (165°F). Puedes optar por freírlo, asarlo o cocinarlo en algún guiso a esta temperatura durante varios minutos. Se recomienda seguir este proceso con otros embutidos curados, como el chorizo o jamón serrano.
Si decides evitar consumir fuet en esta etapa puedes elegir embutidos cocidos permitidos en el embarazo, como jamón cocido, pavo cocido, mortadela, pastrami, salchichas o salchichones cocidos. Para mayor seguridad, consulta con tu médico cuáles son los alimentos permitidos en esta etapa y cuáles debes evitar para mantener una buena salud.
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- American pregnancy association (2016) Las Carnes Frías.Consultado el día 28 de noviembre de 2023.https://americanpregnancy.org/es/healthy-pregnancy/is-it-safe/deli-meats
- López, C. (2017). Situación actual de la Toxoplasmosis en España. Consultado el día 28 de noviembre de 2023. https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/64659/L%C3%93PEZ%20LUNA%2C%20CRISTINA.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- National Health Service NHS (2023) Alimentos a evitar en el embarazo. Consultado el día 28 de noviembre de 2023. https://www.nhs.uk/pregnancy/keeping-well/foods-to-avoid/
