¿Cuánto tiempo congelar embutido en el embarazo?

Como hemos comentado, hay que congelar el embutido crudo-curado a -20 °C durante al menos 7 días para reducir el riesgo de toxoplasmosis, aunque la respuesta desarrollada es una combinación de dos factores inseparables:

• Tiempo.
• Temperatura.

Ambos son necesarios para inactivar eficazmente el parásito Toxoplasma gondii, el principal culpable del riesgo en los embutidos crudos-curados.

Este parásito puede existir en la carne en forma de quistes, que se hacen resistentes a muchos procesos, incluyendo el curado con sal. Sin embargo, son vulnerables a las temperaturas extremas. La congelación provoca la formación de cristales de hielo dentro de los quistes, que rompen sus paredes celulares y los destruyen, haciéndolos no infecciosos.

Para que la congelación sea un método efectivo y seguro contra la toxoplasmosis, es necesario lo siguiente:

• Temperatura de -20°C (-4°F) o inferior: el congelador debe ser capaz de alcanzar y mantener una como la mencionada. Se recomienda usar un termómetro de congelador para estar seguros.
• Tiempo de congelación de 7 días: a una temperatura garantizada de -20°C, el tiempo mínimo recomendado es de 72 horas (3 días). Para tener un margen de seguridad mucho mayor, se recomienda extender el período de congelación a un mínimo de 7 días. Una semana completa de congelación a -20°C ofrece una tranquilidad mucho mayor.
• Valora la magnitud de la pieza: recuerda que una pieza entera de lomo o un trozo grueso de jamón, tardará más tiempo en congelarse por completo hasta su centro. El reloj de los 3 o 7 días debería empezar a contar desde el momento en que se asume que toda la pieza está completamente congelada.
• Coloca las porciones en la parte más fría de tu congelador: generalmente en el fondo o en la parte trasera, lejos de la puerta. Asegúrate de que tu congelador esté a -20°C.
• Descongélalo lentamente dentro del refrigerador: nunca a temperatura ambiente. La descongelación a temperatura ambiente permite que las bacterias (como la listeria) se multipliquen rápidamente.
• Consúmelo en un plazo corto (1-2 días): y mantén una higiene estricta en la manipulación.

La congelación es un método efectivo contra el parásito Toxoplasma. Sin embargo, no mata la bacteria Listeria monocytogenes, la cual puede sobrevivir a temperaturas de congelación y, una vez que el producto se descongela y está en el refrigerador, puede volver a crecer.

Por ello, aunque la congelación hace que los embutidos curados sean seguros frente a la toxoplasmosis, sigue existiendo un pequeño riesgo de listeriosis, que se minimiza comprando productos de calidad, manteniendo una higiene impecable y consumiendo el producto rápidamente, tras su descongelación. La única forma de eliminar ambos riesgos es la cocción.

Aquí te hablamos más sobre la "Infección por listeria en el embarazo: síntomas, causas y tratamiento".

El parásito Toxoplasma gondii es muy sensible a las temperaturas extremas, tanto al frío como al calor. Conocer los rangos adecuados es clave para asegurar que los alimentos sean seguros durante el embarazo.

Temperatura de congelación: inactivación del parásito

Para eliminar el riesgo de toxoplasmosis al consumir embutidos crudos o curados, es necesario congelarlos a una temperatura mínima de -20 °C durante al menos 7 días. A esta temperatura, se forman cristales de hielo que destruyen la estructura del quiste del parásito, impidiendo que cause infección.

En cambio, temperaturas más elevadas como -10 °C o -12 °C, típicas de congeladores antiguos o de baja potencia (una o dos estrellas) no garantizan la inactivación del parásito, por lo que es fundamental conocer la capacidad real de tu congelador antes de confiar en este método.

Temperatura de cocción: destrucción del parásito y la bacteria de la listeria

El calor es el método más eficaz y completo para garantizar la seguridad alimentaria. La cocción adecuada destruye tanto el Toxoplasma gondii como la bacteria Listeria monocytogenes, responsable de la listeriosis.

Se recomienda alcanzar una temperatura interna de al menos 71 °C, aunque muchas guías de embarazo aconsejan llegar hasta los 75 °C, ya que a esta temperatura se destruyen la mayoría de patógenos alimentarios.

Debes saber que existe toda una lista de embutidos que puede comer una embarazada, pero tienes que tener en cuenta cómo cocinarlos correctamente:

• Lonchas finas (jamón, salami, pepperoni): deben estar visiblemente cocinadas, calientes, crujientes o burbujeantes, como cuando se hornean sobre una pizza o se saltean. Si tienes más dudas sobre si "¿Se puede comer jamón York en el embarazo?" consulta nuestro post.
• Piezas gruesas (chorizo, salchichas): deben cocinarse completamente hasta que el centro esté caliente y haya cambiado de color. Freír, hervir, asar o guisar son métodos seguros. Usar un termómetro de cocina es la forma más precisa de comprobarlo.

Congelar embutidos a -20 °C durante 7 días es una buena alternativa para reducir el riesgo de toxoplasmosis, especialmente en mujeres embarazadas que no tienen inmunidad previa y desean consumir estos productos sin cocinarlos. Sin embargo, la congelación no elimina la listeria, por lo que persiste un riesgo, aunque bajo, de listeriosis.

Por eso, la cocción completa sigue siendo la opción más segura durante el embarazo, ya que garantiza la eliminación de ambos patógenos.

En el siguiente artículo de paraBebés tienes una guía sobre "¿Qué embutidos puede comer una embarazada?".

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