Por qué mi bebé no me mira cuando le hablo y cuándo preocuparse

Mantener la atención y la mirada con el adulto es un requisito fundamental para que los más pequeños aprendan. El no hacerlo puede asociarse con problemas de visión, el trastorno del espectro autista, fobia social o timidez. Si quieres salir de dudas sobre si tu hijo/a tiene autismo, en este artículo verás cuáles son los síntomas de autismo en bebés.

¿Qué pasa cuando un niño no te mira a los ojos? Los defectos de visión más frecuentes en los bebés y los niños pequeños son los siguientes:

• Defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo).
• La ambliopía (ojo vago).
• Estrabismo.
• Alteraciones en la visión del color.

Además, se ha demostrado que la forma en que los bebés entre 2 y 6 meses dirigen la mirada a los ojos de los adultos, bien sea fijándola o no, se relaciona con el autismo. Este se caracteriza por un intenso enfoque en el mundo interior y una pérdida gradual de conexión con la realidad externa. De hecho, cómo un niño mira a los ojos brinda información acerca de si será propenso a presentar autismo en algún momento de la vida.

El contacto visual es importante en todas las actividades diarias porque es necesario para enfocar los ojos en lo que se está haciendo. Por ejemplo, jugar un juego, hacer actividades en la mesa, comer, hacer ejercicio o incluso ver televisión. Todas estas actividades requieren un conjunto de habilidades que las hacen fáciles de realizar, pero una de las más importantes es el contacto visual.

¿Cómo saber si tu bebé no te mira? La visión de los bebés se desarrolla de forma muy rápida, concretamente, a las siete horas después del nacimiento. Los recién nacidos empiezan a mostrar interés considerable por el rostro de su madre y después imitan las expresiones faciales del adulto más cercano conforme pasa el tiempo. Esta es la progresión de la capacidad visual de los bebés conforme van creciendo:

• Antes del primer mes de vida: es normal que un bebé vea claramente a 20 o 25 cm de distancia y que reconozca a su madre.
• Entre las 6 y las 10 semanas: los bebés deben comenzar a enfocar sus ojos de manera más consciente, miran directamente a las personas y mantienen su visión.
• A los tres meses de edad: son capaces de seguir movimientos a cierta distancia.
• Alrededor de los 9 u 11 meses: son capaces de seguir la mirada de un adulto. En este punto, han asimilado que los ojos son para ver y observar el mundo que los rodea.

Si todo esto no sucede, lo mejor es consultar a un pediatra, quien examinará y tomará las medidas que considere necesarias y adecuadas para el niño, pues el mirar a los ojos no solo construye relaciones, sino que también favorece su desarrollo neurológico y sus habilidades de comunicación. Además, a través del contacto visual el bebé muestra y reconocer su propia cara y las expresiones faciales de los demás le ayudan a saber cómo se siente una persona en un momento dado.

Si tu bebé no te mira, te recomendamos seguir estos consejos para reforzar el contacto visual con él:

• Hablarle cara a cara: cuando hables con él, establece contacto visual y hablarle cara a cara. Toma medidas para que quedes a su altura y de esta forma sea más fácil no pierda el foco y se centre en el estímulo.
• Intenta el contacto piel con piel: sostén sus manos mientras hablas con él para que el bebé puede centrarse en ti y en lo que está diciendo. En este artículo verás los beneficios del contacto piel con piel.
• Colócate frente un espejo para que podáis encontraros con la mirada.
• Canta una canción: realiza pausas para que pueda buscarte con la mirada y prestar atención a tus ojos, aunque solo sea por un momento.
• Imita sus movimientos corporales, sus palabras y acciones de forma exacta y exagerada para captar su atención.
• Pon algo que te guste en la cara para que cuando lo busque coincida con tu mirada. Los niños con autismo tienden a concentrarse más en las cosas que en las personas.
• Juega a cubrir y descubrir la cara.
• Predica con el ejemplo: préstale atención porque los niños aprenden por imitación. Si observa que el enfoque en las personas es más importante que en los objetos, lo entenderá.
• Pídele que te mire: no asumas que él o ella sabe lo que quieres o esperas que haga. Verbalízalo para que sepa lo que debe hacer. Cuando veas que has logrado que te mire, aplaude y celébralo.

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