Por qué a mi bebé le dan arcadas cuando come y qué hacer

En la gran mayoría de casos es completamente normal que a los bebés les den arcadas durante la alimentación, especialmente durante los primeros meses de vida. Esto se debe a que los bebés son seres en desarrollo que todavía están aprendiendo a coordinar los movimientos necesarios para succionar, tragar y respirar mientras comen.

A medida que adquieren esta habilidad, es común que puedan tener algunas arcadas ocasionales. En este artículo encontrarás más información sobre las Regurgitaciones en bebés: qué son y cómo evitarlas.

Existen varias razones por las que a tu bebé le pueden dar arcadas mientras come:

• Reflejo de nauseoso de protección: los bebés tienen un reflejo natural de protección que provoca las arcadas cuando algo estimula la parte posterior de su garganta. Este reflejo evita que los alimentos o líquidos lleguen a sus vías respiratorias y puedan causar atragantamiento.
• Flujo de leche rápido: si estás amamantando o utilizando un biberón con una tetina de flujo rápido, el bebé puede sentirse abrumado por la cantidad de leche que llega rápidamente, lo que desencadena las arcadas.
• Posición incorrecta: una mala posición al alimentar al bebé puede hacer que la leche fluya hacia la parte posterior de su garganta, lo que podría causar arcadas.

Cuándo preocuparse por las arcadas de mi bebé cuando come

A pesar de que las arcadas durante la alimentación son comunes y en su mayoría inofensivas, también es importante tener en cuenta que las arcadas, náuseas y los vómitos pueden ser síntomas de algunas condiciones patológicas o anormales en los bebés. Algunas de estas causas podrían incluir:

• Reflujo gastroesofágico: algunos bebés pueden tener reflujo gastroesofágico, una condición en la que el contenido del estómago regresa hacia el esófago, provocando arcadas y malestar. Los síntomas varían ampliamente y pueden incluir llanto excesivo, arqueamiento de la espalda, quemaduras en la garganta y hasta pérdida de peso^[2], sin embargo es importante destacar que durante los primeros meses de vida este reflujo se considera fisiológico o normal.
• Gastroenteritis aguda: es una infección intestinal causada generalmente por virus o bacterias también puede estar asociada con náuseas y arcadas en el bebé^[1], además de diarrea y malestar abdominal. Si notas que asociado a las arcadas tu bebé tiene diarrea frecuente, fiebre y está irritable, es importante consultar a un pediatra para un diagnóstico adecuado y el tratamiento necesario. Aquí encontrarás más información sobre la Gastroenteritis en bebés: causas, síntomas y tratamiento.
• Intoxicación por plantas: algunas plantas pueden ser tóxicas para los bebés si las ingieren accidentalmente. Si sospechas que tu bebé ha estado en contacto con alguna planta tóxica, es esencial buscar atención médica de inmediato.
• Medicamentos durante la lactancia: algunos medicamentos que toma la madre durante la lactancia pueden transferirse al bebé a través de la leche materna y causar náuseas y vómitos en el bebé. Siempre es importante informar a tu médico o pediatra sobre los medicamentos que estás tomando durante la lactancia.
• Enfermedades severas como sepsis: en casos raros, las arcadas, náuseas y vómitos en un bebé podrían ser síntomas de una infección grave como la sepsis, que requiere atención médica urgente. Otros síntomas de sepsis incluyen fiebre alta, dificultad para respirar y letargo.

Es fundamental estar atento a otros síntomas que puedan acompañar a las arcadas y vómitos, como fiebre, diarrea persistente, letargo o irritabilidad, ya que estos podrían indicar una causa subyacente más grave. Si notas que las arcadas y vómitos de tu bebé son frecuentes, intensos o están acompañados de otros síntomas preocupantes, te recomendamos que consultes a un pediatra para una evaluación adecuada y descartar cualquier problema de salud.

A continuación, te presentamos cinco consejos prácticos que te ayudarán a evitar las arcadas y a facilitar la alimentación de tu bebé:

• Estabiliza su cabeza: sostén la cabeza de tu bebé con suavidad pero con firmeza mientras lo alimentas. Esto ayudará a mantener su cuello en una posición adecuada y reducirá la probabilidad de que tenga arcadas.
• Controla el flujo de la leche: si estás amamantando, asegúrate de que tu bebé esté bien enganchado al pecho para evitar un flujo de leche excesivamente rápido. Si estás utilizando un biberón, elige una tetina de flujo lento para que la leche se libere de manera más controlada.
• Cambia de posición: si notas que tu bebé tiene arcadas con una posición en particular, intenta cambiar de posición para alimentarlo. Algunas posiciones, como la posición vertical, pueden ayudar a reducir las arcadas.
• Pausas durante la alimentación: realiza pausas breves durante la alimentación para darle a tu bebé tiempo para tragar y respirar. Esto también evitará que la leche fluya en exceso hacia su garganta.
• Eleva la cabecera de la cuna: Si sospechas que tu bebé puede tener reflujo gastroesofágico, eleva ligeramente la cabecera de su cuna mientras duerme. Consulta a tu pediatra para obtener recomendaciones específicas sobre cómo manejar el reflujo.

Entender las posibles razones detrás de esta situación y seguir los consejos prácticos que te proporcionamos puede ayudar a tu bebé a tener una experiencia de alimentación más cómoda y segura. Por otro lado, no olvides consultar siempre a tu pediatra si tienes inquietudes o preguntas sobre la alimentación de tu bebé. Es importante recordar que cada bebé es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Prueba con diferentes posiciones y métodos para encontrar aquel que sea más cómodo y efectivo para tu bebé.

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