Cómo tratar los ojos llorosos en bebés

Además del particular síntoma del ojo rojo, el malestar a nivel ocular es muy común en bebés. Aunque es difícil que puedan decir que sienten, generalmente, los ojos llorosos se suelen definir como la presencia de arenilla en sus ojos. Existen diversos síntomas que ayudan a saber si el bebé tiene una infección en los ojos:

• Secreción ocular.
• Dolor e inflamación conjuntival.
• Párpados hinchados o sensibilidad a la luz brillante.
• Picazón.
• Lagrimeo.
• Conjuntivitis: aparece en uno o ambos ojos y puede complicarse con una infección.
• En el caso de la conjuntivitis alérgica, los síntomas más comunes son:
• Secreción amarilla o verde en el ojo.
• Ojos muy rojos.
• Picazón o dolor en los ojos.
• Legañas o pus en los párpados después de dormir. Después de la limpieza, es probable que se forme pus nuevamente durante el día. Descubre cómo quitar las legañas de un bebé.
• Inflamación en el párpado superior o inferior.

¿Por qué lagrimean los ojos de los bebés? Los ojos llorosos en bebés pueden tener muchos motivos. Los vemos a continuación:

• Obstrucción del canal lacrimal.
• Obstrucción o bloqueo del canal lagrimal: el ojo del ser humano produce lágrimas constantemente para mantener los ojos lubricados y limpios. Cuando el conducto lagrimal se obstruye las lágrimas no fluyen y se acumulan.
• Conjuntivitis: inflamación de la conjuntiva del ojo, generalmente, causada por una infección bacteriana o viral. A veces también es causada por alergias o exposición a irritantes. En este artículo encontrarás más información sobre la conjuntivitis: tipos, síntomas y tratamiento.
• Procesos gripales o resfriados: las afecciones respiratorias también pueden causar irritación en los ojos y lagrimeo excesivo en los niños.
• Rasguños no intencionales.
• Tocarse los ojos con las manos sucias.
• Uso de detergente con olor muy fuerte.

Como acabamos de ver, los ojos llorosos en un bebé pueden deberse a múltiples factores, pero la causas más comunes son las conjuntivitis y los conductos lagrimales bloqueados. Ambas condiciones pueden ser incómodas, a veces acompañadas de enrojecimiento, hinchazón excesiva y otras molestias significativas. Por lo general, esto no es un problema grave, pero lleva unos días que los síntomas desaparezcan.

Aunque es necesaria la evaluación por un pediatra, existen medidas sencillas que puedes aplicar en casa para reducir las molestias de los ojos llorosos en bebés. En líneas generales, te compartimos algunas sugerencias que puedes aplicar cuando tu bebé tiene los ojos llorosos.

• Lavar bien las manos: ante la duda de qué hacer si a mi bebé le lagrimea el ojo, la primera recomendación para reducir los síntomas de lagrimeo de ojos llorosos en bebés es lavar bien las manos de los infantes, así como los objetos que entran en contacto con ellas. Debido al riesgo de infección, las manos deben lavarse bien antes y después de aplicar cualquier tratamiento. Además, si tu hijo/a tiene conjuntivitis infecciosa, debe evitar frotarse los ojos.
• Usar compresas con agua fría o caliente: ayuda a reducir el lagrimeo excesivo en los pequeños. Además tiene un efecto antiinflamatorio que permite reducir la irritación ocular y aliviar las molestias. El modo de empleo es humedecer un paño limpio con agua y mantenerlo sobre los ojos del niño durante 5 minutos. Puedes alternar compresas frías y calientes.
• Lavar con solución fisiológica: los sueros salinos tienen ingredientes que ayudan a limpiar de manera segura los ojos llorosos del bebé. Se recomienda su uso para eliminar secreciones y costras, que se adhieren a los párpados, sin causar dolor. El modo de empleo es humedecer un hisopo de algodón con solución salina estéril y aplicarlo suavemente en el área irritada del ojo. Repítelo varias veces al día si lo consideras necesario.
• Aplicar gotas para los ojos especiales para bebés: son un buen remedio para la congestión o la conjuntivitis. Esta solución ayuda a combatir infecciones y regula la lubricación natural de los ojos del bebé. Es importante que preguntes a su pediatra de confianza cuáles son las gotas más adecuadas y usarlas exactamente como se indica.
• Lava los ojos con manzanilla: la infusión de manzanilla es uno de los mejores remedios naturales para los ojos llorosos en bebés. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, mejora los síntomas de la conjuntivitis. Hierve los tallos y flores de manzanilla y prepara una infusión concentrada. Cuando se enfríe, enjuaga los ojos del infante y masajéalos suavemente con un paño limpio, de dos a tres veces al día. Descubre todas las propiedades de la manzanilla para los ojos: para qué sirve y cómo aplicarla.
• Lava los ojos con infusión de hinojo: el hinojo tiene un efecto similar al de la manzanilla. También tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antisépticas. Su aplicación tópica puede relajar los tejidos irritados y reducir las obstrucciones que provocan la acumulación de lágrimas. Prepara una infusión concentrada a base de semillas y tallos de hinojo. Después humedece un paño suave y colócalo suavemente sobre los ojos del bebé. Aplícalo dos veces al día si es necesario.

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