Señales de parto en primerizas
El parto es cuando el bebé sale del útero de la madre para nacer, es un momento muy importante porque después de esperar nueve meses, finalmente ha llegado el momento de conocer a tu bebé. Este proceso es diferente en cada mujer y debes mantenerte alerta tanto si es tu primer embarazo o no, sobre todo durante las últimas semanas porque tu bebé puede decidir nacer en cualquier momento. Por esta razón, es importante prestar atención a los cambios que pueden ser evidentes o más sutiles, tempranas o más tardías, intensas o más leves, según cada caso, pero si aprendes a identificarlas te indican que está por ocurrir el nacimiento.
En el siguiente artículo de paraBebés te explicaremos cuáles son las principales señales de parto en primerizas.
- Contracciones continuas e intensas
- Rotura de membranas
- Expulsión del tapón mucoso
- Sangrado vaginal
- Presión en la parte baja de la pelvis
- Cambios de humor y energía
- Preparación del nido
- Aligeramiento
- Diarrea y náuseas
- Pérdida de peso
- Dolor de espalda
Contracciones continuas e intensas
Las contracciones continuas e intensas son una de las señales de parto más claras en primerizas. Las contracciones son movimientos de los músculos uterinos que preparan el cuerpo para el parto durante el embarazo. Sin embargo, las contracciones de parto se diferencian de las contracciones de Braxton Hicks o de práctica porque estas últimas son irregulares, débiles, esporádicas y no producen cambios en el cuello del útero.
Por el contrario, las contracciones de parto de verdad se presentan cada cinco minutos como máximo, duran entre 30 y 60 segundos, aumentan en intensidad y no cesan al cambiar de posición o hacer reposo. Las contracciones pueden sentirse como dolor o calambres, que se irradian desde el abdomen hasta la espalda o las piernas.
Rotura de membranas
Esta es una de las señales más significativas de que el parto ha comenzado o que está a punto de comenzar.La membrana amniótica envuelve al bebé y al líquido amniótico, líquido que rodea y protege al bebé en el útero. Cuando se rompe esa bolsa o saco amniótico, este líquido, que puede ser blanco, rosado o sanguinolento, es expulsado de la vagina.
Si experimentas una rotura de membranas deberás acudir con urgencia al hospital o centro de salud público donde vas a tener a tu bebé.
Expulsión del tapón mucoso
El tapón mucoso es una sustancia gelatinosa que cubre el cuello uterino y protege al bebé de infecciones. Cuando se elimina el tapón mucoso puede producirse flujo vaginal espeso, blanco, amarillo, verde o marrón y que puede contener hilos de sangre.
La expulsión del tapón mucoso es una señal de que el cuello uterino está en proceso de dilatarse y borrarse. Sin embargo, esto no necesariamente significa que el parto sea inminente, ya que podría producirse días o semanas antes del parto o incluso durante el parto.
Sangrado vaginal
El sangrado vaginal es un indicador de que el cuello uterino se está borrando y dilatando, lo cual puede indicarnos que el parto se aproxima. Este sangrado puede manifestarse de forma leve o moderada, presentando tonalidades rojas o rosadas y acompañarse de moco o coágulos sanguíneos.
El sangrado vaginal se debe a la rotura de pequeños vasos sanguíneos en el cuello uterino, siendo este un proceso completamente normal y exento de riesgos. No obstante, si el sangrado es abundante, de un tono rojo intenso o se experimenta dolor, se recomienda buscar atención médica en el hospital o centro de salud, ya que podría indicar la presencia de complicaciones.
Presión en la parte baja de la pelvis
La presión pélvica es la sensación de que el bebé ha bajado y se ha encajado en la pelvis, lo que hace que se presionen los órganos y los nervios de esa zona, causando dolor, malestar, dificultad para caminar o sentarse y micción frecuente.
Esta es una señal de que el bebé se está preparando para el parto y suele presentarse unas semanas o días antes del parto o, en ocasiones, incluso durante el parto.
Cambios de humor y energía
Las mujeres embarazadas experimentan antes del parto, variaciones en el estado de ánimo y en el nivel de actividad que son el resultado de cambios hormonales en las últimas etapas debido al estrés, la ansiedad o el cansancio. En este sentido, algunas pueden sentirse irritables, ansiosas, tristes o emocionales, mientras que otras se sienten tranquilas, felices o alegres.
Otras, en cambio, estarán cansadas, somnolientas o apáticas, en tanto otras lucirán activas, enérgicas o entusiasmadas por hacer cosas. No obstante, debes tener en cuenta que estos cambios son totalmente normales y no siempre indican que el parto sea inminente, pero sí ayudan a prepararse mentalmente para el parto.
Preparación del nido
La preparación del nido es el impulso o necesidad de preparar el hogar y el entorno para el nacimiento del bebé. El anidamiento puede manifestarse como un deseo de limpiar, decorar, comprar o reparar artículos para el niño o la familia.
También es una forma de canalizar la ansiedad, la ilusión o el nerviosismo que se siente ante el parto y se presenta en las últimas semanas o días antes del parto.
Aligeramiento
El aligeramiento, que implica la sensación de un abdomen más liviano o descendido, contribuye a una mejor respiración y a la disminución de la acidez estomacal o el reflujo. Este alivio se manifiesta cuando el bebé desciende hacia la cavidad pélvica, generando así un mayor espacio en los pulmones y el estómago.
Esta señal es indicativa de que el bebé se está preparando para el nacimiento y suele acontecer en las semanas o días previos al parto.
Diarrea y náuseas
La diarrea y las náuseas son síntomas digestivos que aparecen antes del nacimiento, debido a los cambios hormonales, el estrés, la ansiedad o la presión que ejerce el bebé sobre el estómago y los intestinos
Estos síntomas representan una de las formas como el cuerpo se limpia y se prepara para el parto.
Pérdida de peso
Este fenómeno constituye una parte integral de la preparación del cuerpo para dar la bienvenida al bebé. La liberación de fluidos y desechos desempeña un papel crucial al reducir la carga sobre el sistema circulatorio y los órganos internos, creando así un entorno más propicio para el parto. Además, la pérdida de peso puede interpretarse como una manera de "aligerar" el cuerpo, facilitando la movilidad y el esfuerzo físico asociado con el trabajo de parto.
Es importante señalar que esta pérdida de peso no debería generar una preocupación excesiva, ya que es un proceso natural y esperado en la fase final del embarazo. No obstante, en caso de dudas siempre es recomendable consultar con el profesional de la salud encargado de la atención prenatal para asegurarte de que todo esté dentro de los parámetros normales y obtener la orientación adecuada durante este emocionante periodo.
Dolor de espalda
El dolor de espaldas es un síntoma común durante todo el embarazo que depende del peso del bebé y que suele empeorar cuando se acerca el parto el malestar empeora.
La razón es la presión que ejerce el útero grande y pesado, sobre los músculos y ligamentos de la parte baja de la espalda. Por este motivo, en las últimas semanas será mucho más intenso y persistente.
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