Rubéola en bebés: qué es, síntomas, causas y tratamiento


La rubéola es una enfermedad viral contagiosa, de muy baja aparición en la actualidad que, por lo general, afecta a niños, causando síntomas de tipo respiratorio leves, fiebre y sarpullido. Sin embargo, en ocasiones aparecen consecuencias graves, sobre todo cuando la madre se infecta en las primeras etapas del embarazo, causando aborto espontáneo o defectos congénitos de tipo cerebral, cardíaco, oculares o auditivos. Se contagia cuando una persona infectada tose o estornuda, afortunadamente, la rubéola es prevenible mediante la vacunación. Dado que no existe tratamiento específico, es importante conocer las causas, síntomas y medidas de prevención para proteger la salud de los más pequeños.
En el siguiente artículo de paraBebés hablaremos de la rubéola en bebés: qué es, síntomas, causas y tratamiento.
¿Qué es la rubéola en bebés?
La rubéola, también conocida como “sarampión alemán”, es una infección de origen viral altamente contagiosa. Por lo general, esta enfermedad presenta síntomas leves, sin embargo, cuando se contrae en el primer trimestre del embarazo puede afectar al feto en desarrollo y ocasionar síndrome de rubéola congénita e incluso la muerte fetal en casos extremos. Actualmente, la rubéola no es tan común, aunque los adultos no cuentan con protección natural contra el virus y las mujeres en edad fértil pueden ser susceptibles a contraerla.
En bebés, la enfermedad puede manifestarse de dos formas:
- Rubéola posnatal: rubéola que se contrae después del nacimiento. Generalmente, causa síntomas leves, como fiebre baja, erupción cutánea y ganglios inflamados.
- Rubéola congénita: rubéola que se contrae durante el embarazo y es muy peligrosa para el bebé en gestación. Cuando una mujer se infecta con el virus al principio de la gestación tiene un 90 % de probabilidades de transmitir el virus al feto a través de la placenta, causando graves problemas de salud al bebé, como defectos cardíacos, daño en el hígado o el bazo, sordera, ceguera y discapacidad mental.
En este artículo encontrarás más información sobre la Rubéola en el embarazo: qué es, complicaciones y cómo prevenirla.
¿Se puede prevenir la rubéola?
Vacunarse es la forma más eficaz de prevenir la rubéola y evitar su transmisión a otras personas, como lo demuestra un estudio que sugiere que, en los lugares donde no se administra la vacuna a mujeres en edad reproductiva, existe un mayor riesgo de contraer la enfermedad. La circulación natural del virus ha disminuido gracias a la introducción de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, también conocida como vacuna triple vírica o MMR.[1]
Con una sola dosis de la vacuna contra la rubéola, se alcanza una capacidad de protección superior al 95% en la población de entre dos y quince años, ya que proporciona una excelente cobertura, similar a la inmunidad inducida por la infección natural. Esto ha representado un descenso significativo en la incidencia de la rubéola.[2] La vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) se aplica con una primera dosis entre los 12 y 15 meses y una segunda dosis a los cuatro años.
La vacuna es segura y ayuda al cuerpo a combatir el virus. Se estima que ha contribuido a salvar aproximadamente 57 millones de vidas, reduciendo significativamente los defectos de nacimiento asociados con las infecciones congénitas de rubéola. Por el contrario, las mujeres en edad fértil que no han sido vacunadas y no poseen inmunidad contra la enfermedad tienen un mayor riesgo de infectarse y transmitir el virus al feto.

Síntomas de la rubéola en bebés
La OMS define como un caso sospechoso de rubéola a una persona que presente fiebre, sarpullido, inflamación de los ganglios linfáticos, también conocido como adenopatía, en la base del cráneo, la parte trasera del cuello y detrás de las orejas[4]. Los síntomas son parecidos a otros cuadros infecciosos, como el parvovirus, adenovirus y enterovirus.
En niños, la enfermedad cursa con erupción cutánea, fiebre baja, náuseas y conjuntivitis leve, siendo característico la inflamación de los ganglios linfáticos detrás de las orejas y en el cuello. La rubéola en bebés pueden variar según la forma de la enfermedad, te los detallamos a continuación.
Síntomas de la rubéola posnatal
Los principales síntomas de la rubéola posnatal son:
- Fiebre baja: generalmente, la fiebre es leve y dura unos pocos días. En este artículo te explicamos A partir de cuánto es fiebre en bebés.
- Erupción cutánea: la erupción suele comenzar en la cara y extenderse al resto del cuerpo. Es de color rosado y desaparece en unos días.
- Ganglios inflamados: los ganglios linfáticos del cuello y detrás de las orejas pueden estar inflamados y sensibles al tacto.
- Otros síntomas: dolor de cabeza, congestión nasal, dolor de garganta y malestar general.
Síntomas de la rubéola congénita
Por otro lado, los síntomas más comunes de la rubéola congénita incluyen:
- Problemas cardíacos: defectos cardíacos congénitos, como soplo cardíaco o defectos del tabique.
- Sordera: pérdida auditiva parcial o total.
- Ceguera: cataratas, glaucoma o retinopatía.
- Retraso mental: problemas de aprendizaje y desarrollo intelectual.
- Bajo peso al nacer: retraso del crecimiento intrauterino.
- Otros problemas: microcefalia, hepatitis, neumonía y alteraciones en la piel.
Causas de la rubeola en bebés
La rubéola es causada por un virus que se transmite a través de gotitas respiratorias expulsadas al toser o estornudar. A continuación, te mencionamos otras causas de la rubéola en bebés:
- Contacto con personas infectadas: los bebés pueden contraer la rubéola al estar en contacto con personas infectadas, especialmente en lugares con hacinamiento o poca higiene.
- Transmisión durante el embarazo: las mujeres embarazadas que no son inmunes a la rubéola (es decir, no han sido vacunadas o no han tenido la enfermedad) pueden contraerla y transmitirla al feto a través de la placenta.
- Factores relacionados con el embarazo: durante el embarazo, el estrés, el debilitamiento del sistema inmunológico y los ambientes laborales con muchas personas aumentan el riesgo de abortos espontáneos o de tener un bebé con el síndrome de rubéola congénita (SRC).
- Falta de vacunación: los bebés no vacunados tienen mayor riesgo de contagiarse de rubéola. En las escuelas, los brotes pueden ocurrir por contacto directo.
- Diseminación del virus: el virus se propaga a través de gotitas al toser o tocar superficies contaminadas. Compartir utensilios como vasos, platos y cubiertos también incrementa el riesgo de transmisión.
- Malnutrición: la malnutrición infantil o materna aumenta la gravedad de la rubéola.
- Condiciones de higiene y saneamiento: los brotes son más frecuentes en lugares con prácticas de higiene inadecuadas, condiciones de hacinamiento y bajas tasas de vacunación.
Tratamiento de la rubéola en bebés
No existe un tratamiento específico para la rubéola. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas, aislamiento y prevenir complicaciones. A continuación, te mostramos el tratamiento a seguir en caso de rubéola posnatal:
- Reposo: es importante que el bebé descanse lo suficiente.
- Medicamentos para la fiebre: se pueden administrar medicamentos para la fiebre, como paracetamol o ibuprofeno, siempre bajo la supervisión del pediatra.
- Líquidos: es fundamental que el bebé se mantenga hidratado.
- Aislamiento: para evitar la propagación del virus, es importante mantener al bebé aislado de otras personas, especialmente de mujeres embarazadas.
Por otro lado, el tratamiento de la rubéola congénita incluye:
- Atención multidisciplinaria: los bebés con rubéola congénita requieren atención médica, que puede incluir cardiología, oftalmología, audiología y neurología.
- Tratamiento de las complicaciones: el tratamiento se centra en tratar las complicaciones específicas que presente el bebé, como los problemas cardíacos, la sordera o la ceguera.
- Apoyo al desarrollo: los bebés con rubéola congénita pueden necesitar apoyo adicional para su desarrollo físico, cognitivo y social.
Prevención de la rubéola en bebés
La mejor forma de prevenir la rubéola en bebés es la vacunación. La vacuna contra la rubéola están disponibles en forma monovalente, es decir, una vacuna dirigida a un solo patógeno, o en combinación con las vacunas contra el sarampión, las paperas y la varicela, conocida como vacuna triple vírica.
- Vacunación materna: es fundamental que las mujeres en edad fértil estén vacunadas contra la rubéola, antes de quedar embarazadas. La vacunación materna protege a la madre de contraer la rubéola y, por lo tanto, previene la transmisión al feto.
- Evitar la exposición durante el embarazo: las mujeres embarazadas que no son inmunes a la rubéola deben evitar el contacto con personas que puedan estar infectadas.
Seguidamente, te dejamos algunas recomendaciones:
- Consulta con el pediatra: si sospechas que tu bebé puede tener rubéola, consulta con el pediatra para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
- Cuida la higiene: mantén una buena higiene, lavando las manos con frecuencia y evitando el contacto con personas enfermas.
- Mantente informada: infórmate sobre la rubéola y su prevención para proteger la salud de tu bebé.

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- Aboudy Y, Barnea B, Yosef L, Frank T, Mendelson E. Clinical rubella reinfection during pregnancy in a previously vaccinated woman. J Infect, 41 (2000), pp. 187-9
- Amela C, Pachon I, De Ory F. Evaluation of the measles, mumps and rubella immunisation programme in Spain by using a sero-epidemiological survey. Eur J Epidemiol, 18 (2003), pp. 71-9
- CDC. (2019). Rubella. Disponible en: https://www.cdc.gov/vaccines/pubs/pinkbook/downloads/rubella.pdf
- OMS. (2019). Rubéola. Datos y cifras. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/rubella