¿Puedo comer salsa romesco en el embarazo?
La salsa romesco es una salsa típica catalana elaborada a base de tomates, pimientos, ajos, pan rallado, almendras, avellanas y aceite de oliva. Suele servirse con calçots, un tipo de cebolla blanca y tierna que se pela a mano y se asa a la brasa para resaltar su sabor. Esta combinación es una comida tradicional y deliciosa, especialmente en invierno. Durante el embarazo, las mujeres tenemos muchas dudas acerca de nuestra alimentación y nos hacemos preguntas sobre qué es adecuado durante esta etapa.
¿Puedo comer salsa romesco en el embarazo? En el siguiente artículo de paraBebés te explicaremos si puedes comer salsa romesco y calçots durante los meses del embarazo.
¿Se puede comer salsa romesco en el embarazo?
Si te preguntas si se puede comer salsa romesco en el embarazo, la respuesta es afirmativa. Puedes comer salsa romesco y calçots durante el embarazo, siempre que tomes algunas precauciones. La salsa romesco no contienen ingredientes peligrosos o contraindicados para el embarazo, como alcohol, cafeína o especias picantes.
Sin embargo, puede presentar algunos riesgos si no se consume con moderación o en el caso de pader alergias o intolerancias a sus ingredientes
Riesgos de comer salsa romesco en el embarazo
A continuación, te mencionamos algunos riesgos de comer salsa romesco durante el embarazo:
Aumento de peso y diabetes gestacional
La salsa romesco es un alimento rico en calorías debido a la cantidad de grasas, frutos secos y azúcar que contiene. Una porción de salsa romesco puede aportar alrededor de 600 calorías, lo que equivale aproximadamente a un tercio de las necesidades diarias de una persona embarazada.
El aumento de peso durante el embarazo puede llevar a complicaciones como diabetes gestacional, hipertensión arterial, parto prematuro y cesáreas de emergencia. Por esta razón, se recomienda limitar su consumo a una o dos veces al mes, y complementarlo con una dieta equilibrada y ejercicio.
Alergias o intolerancias
Algunas personas pueden tener alergia o intolerancia a los ingredientes usados en la salsa romesco, tales como las almendras, avellanas, ajo, pimienta o gluten. Estas reacciones pueden causar síntomas como picazón, sarpullido, hinchazón, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos o dificultad para respirar.
Para evitar esta reacción, investiga si tienes alergia o intolerancia a estos alimentos. De ser así, evítalos o sustitúyelos por alimentos similares. Además, si tienes alguna duda o algún síntoma, consulta con tu médico o matrona antes consumir este tipo de salsas.
Acidez estomacal o indigestión
Esta salsa contienen grasas, fibra, ajo y pimienta, que pueden provocar acidez de estómago o indigestión en algunas mujeres embarazadas. Estos síntomas pueden resultar frustrantes y afectar el bienestar y el sueño.
Para prevenir la acidez estomacal o indigestión se recomienda consumir pequeñas cantidades de salsa romesco, masticar bien, beber agua, no acostarse después de una comida y tomar antiácidos si es necesario.
Cómo comer salsa romesco en el embarazo
Para comer salsa romesco en el embarazo se deben seguir algunas recomendaciones, como las que se han mencionado anteriormente, con la intención de evitar el riesgo de aumento de peso, alergias o intolerancias, acidez de estómago o indigestión.
Además, es importante elegir la más adecuada y consumirla con moderación y variedad.
- Escoge la salsa romesco más adecuada, con ingredientes de calidad, naturales y artesanales.
- Evita aquellas que contengan aditivos, conservantes, colorantes o aromas artificiales.
- Asegúrate de que cumple con los requisitos de elaboración, composición y origen.
- Consúmela con moderación y limita el consumo a una o dos veces al mes para evitar excesos.
¿Puedo comer calçots en el embarazo?
Los calçots tienen propiedades similares a las cebollas, porque pertenecen a la misma familia. Contienen pocas calorías, mucha fibra y agua; estas propiedades contribuyen al tránsito intestinal y tienen efecto diurético. También aportan antioxidantes y vitaminas B y C. Por tanto, consumirlos puede aportar beneficios, tanto para la madre como para el bebé. A continuación, te mencionamos algunos de ellos:
Aportan vitaminas y minerales
Los calçots contienen vitaminas y minerales como vitamina C, vitamina E, ácido fólico, calcio, magnesio, hierro y yodo. Estas sustancias son importantes para la salud de la madre y el desarrollo del bebé, como por ejemplo:
- Calcio: fortalece los huesos y los dientes.
- Vitamina C: fortalece su sistema inmunológico y ayuda a prevenir infecciones.
- Vitamina E: tiene propiedades antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño.
- Hierro: previene la anemia y la fatiga.
- Magnesio: mejora la función muscular y nerviosa.
- Ácido fólico: previene los defectos del tubo neural en el feto.
- Yodo: contribuye a la función tiroidea y al crecimiento infantil.
Aporta fibra
La fibra es un tipo de carbohidrato que no se puede digerir ni absorber en el intestino. La fibra mejora el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento, un problema común durante el embarazo. También ayuda a regular los niveles de azúcar y colesterol en sangre y a prevenir la diabetes gestacional y las enfermedades cardiovasculares.
Aporta grasas saludables
Los calçots contienen grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estas grasas ayudan a reducir el colesterol malo y aumentar el colesterol bueno, previenen enfermedades cardiovasculares, mejoran la circulación sanguínea, reducen la inflamación y contribuyen al desarrollo del cerebro y la visión de su bebé.
Cómo comer calçots en el embarazo
Los calçots contienen vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que promueven la salud del embarazo. es también un plato delicioso que suele servirse con salsa romesco, pan, vino y postre. Se come de preferencia en invierno y es un plato tradicional festivo, que suele compartirse con familiares y amigos.
Para comer calçots en el embarazo, se deben seguir algunas recomendaciones, como las que se explican a continuación:
- Elige los calçots más adecuados, que sean de buena calidad, naturales y frescos.
- Consúmelos en cantidades moderadas, sin excederse ni abusar.
- Se recomienda limitar el consumo de calçots a una o dos veces al mes y no superar los 10 o 15 calçots por ración. Ten en cuenta que los calçots son un alimento que puede provocar acidez de estómago o indigestión en algunas mujeres embarazadas debido a su contenido en fibra, azufre y agua.
- Mantén una dieta equilibrada y haz ejercicio. Aquí te dejamos algunos Ejercicios de yoga para embarazadas para mantenerte en forma sin riesgos.
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