Por qué mi bebé llora de sueño pero no se duerme

Que un bebé llore mucho y no duerma, aún cuando tiene sueño, suele ser un síntoma de sobrecansancio. Esta respuesta natural del cuerpo se produce cuando el bebé pasa más tiempo despierto del que puede tolerar. Esto provoca la activación de la respuesta al estrés, segregando hormonas como adrenalina y cortisol, que lo mantienen en estado de alerta, lo que le impide conciliar el sueño.

Por qué mi bebé tiene sueño pero no se duerme

La lucha entre el sueño y la respuesta hormonal del cansancio hace que el bebé se enfade a la hora de dormir y llore desconsoladamente. Esta reacción puede observarse cuando el infante duerme pocas horas durante el día, no sigue su rutina de siestas habitual y cuando está sobreestimulado. Este compartimiento es más frecuente en los recién nacidos, ya que necesitan más ayuda para relajarse y dormirse.

Cuando un bebé llora para dormir también puede ser consecuencia de los siguientes condiciones:

• Atraviesa una regresión del sueño: estas regresiones ocurren a los 4 meses, a los 6 meses, entre los 8 y los 10 meses y una vez más a los 12 meses. En este artículo, te contamos cómo es la regresión del sueño en bebés de 4 meses.
• Siente un dolor u otro malestar físico: molestia en el pañal, ropa apretada, picor, ardor, etc.
• Tiene alguna necesidad nutricional: si tiene hambre o sed.
• Está en un entorno desconocido: cuando se intenta dormir al bebé en un entorno diferente al habitual.
• Siente angustia por separación: es la etapa donde no quiere separarse de su cuidador. Ocurre alrededor de los 8 meses.

Los bebés lloran porque tienen hambre, malestar, dolor, aburrimiento, sueño, o porque simplemente una de sus necesidades no ha sido atendida. Entender al infante no es una tarea fácil, sin embargo, con el paso de los días, es importante aprender a distinguir cuándo un bebé llora porque tiene sueño o por otra causa.

Lo cierto es que hay ciertos rasgos de comportamiento y gestos que indican que el llanto es porque tiene sueño. A continuación, te mostramos las señales de que tu bebé llora porque tiene sueño:

• Se frota los ojos y la cara.
• Bosteza con frecuencia.
• Se toca las orejas.
• Frunce el ceño y parpadea constantemente.
• Tiene la mirada pérdida y pierde el interés en la actividad que esté haciendo.
• Sus movimientos son lentos.
• Los recién nacidos buscan calmarse chupandose el dedo o con un chupete.

Si observas que tu bebé manifiesta estas señales, es conveniente que lo lleves a dormir lo antes posible para evitar el sobrecansancio. Lo ideal es que te anticipes a estos síntomas o que lo duermas a la primera señal para que concilie el sueño con facilidad y sin llanto.

Si un bebé llora para dormir es porque su cuerpo aun envía señales de alerta que no le permiten relajarse y, en consecuencia, la conciliación del sueño. Ante la duda de qué hacer si mi bebé tiene sueño pero no se puede dormir, puedes seguir estas recomendaciones:

• Arrulla y mece al bebé, esto ayudará a que poco a poco deje de llorar.
• Aliméntalo hasta que se relaje. Si toma leche materna, el contacto piel con piel ayudará a que se tranquilice.
• Utiliza ruido blanco. Este es un ruido continuo y sin altibajos que emiten algunos electrodomésticos como el ventilador, pero que es de gran ayuda a la hora de favorecer el sueño del bebé.
• Si el bebé tiene menos de 4 meses, envolverlo en una manta te ayudará a dormirlo.
• Evalúa que la habitación donde el bebé descanse sea oscura, libre de ruidos molestos y que tenga la temperatura adecuada.
• Comprueba que la ropa de vestir sea la adecuada para dormir. Conviene que sea holgada y de tela transpirable. Si hace frío, abrígalo pero sin sobrecalentarlo.
• Evita estimularlo con pantallas, luces blancas y ruidos fuertes antes de dormirlo, especialmente si detectas que su llanto es por sueño.

Ante todo, crear una rutina diaria antes de dormir, como darle un baño tibio y un masaje corporal, alimentarlo, arrullarlo y cantarle una canción, será de gran utilidad para evitar estos episodios de llanto por sueño. Ciertamente, es recomendable respetar las siestas diurnas del bebé y conocer las ventanas de sueño para su edad, de esta manera puedes establecer rutinas que permitan que el bebé descanse a lo largo del día y no llegue al cansancio físico que le impida conciliar el sueño y dormir adecuadamente durante la noche.

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