¿Los bebés huelen a su madre?

Hay investigaciones que señalan que un recién nacido es capaz de detectar el olor distintivo de su madre. Es una habilidad que aprenden incluso antes de nacer, gracias al sabor y el olor del líquido amniótico al que están expuestos dentro del útero de la madre. Esto deja una impresión en su cerebro que permanece una vez ya ha nacido, incluso hasta mucho tiempo después.

Un bebé reconoce a su madre por el olor y puede localizar el pecho materno a través del olfato para alimentarse. Su instinto le permite ubicarlo fácilmente, incluso si solo se coloca en la barriga de su madre. De hecho, la respuesta de succión del pecho es impulsada por sustancias químicas, o feromonas, que estimulan este comportamiento innato de forma automática.

El olfato de un recién nacido es uno de los sentidos más desarrollados. Un bebé puede distinguir a las personas en función de sus olores. Especialmente los bebés huelen a su madre y a las personas más cercanas. El bebé comienza a desarrollar el sentido del olfato desde el período de gestación, principalmente por la conexión hormonal que tiene con su madre. Por eso, incluso antes de nacer, el líquido amniótico, la comida y otros olores externos comenzarán a moldear su visión del mundo.

¿Cuándo sabe un bebé quién es su mamá? La capacidad del feto para oler se desarrolla a las 24 semanas de embarazo, momento en el que empieza a absorber los olores del líquido amniótico. Al nacer su sentido del olfato es un aliado muy valioso que le ayuda a identificar a su madre, y a encontrar su pecho para alimentarse de forma instintiva.

A medida que pasa el tiempo, los bebés también aprenden a identificar a otros miembros de la familia a través del olor y se hacen más independientes. Desde que nace, los pequeños comienzan a formar conexiones y opiniones a través de su sentido del olfato. Esto les permite aprender a saber quienes son y qué es importante para ellos. Por lo tanto, poco a poco se adaptan al mundo exterior, encontrando consuelo no solo en el olor de la madre si no en el suyo propio, aunque todavía prefieran y necesiten estar con ella para sentirse seguros.

Los bebés huelen a su madre desde que están en el vientre. Por eso, cuando nacen, este sentido está en el punto álgido de su desarrollo, lo que les ayuda a ubicar la comida y a formar el vínculo con su madre. Numerosos estudios han demostrado el olor de la madre deja su marca en el feto en el líquido amniótico. Deja un registro del sabor y del olor que emite.

A continuación, veremos cuál es la importancia del vínculo madre e hijo/a a través del olor en múltiples ámbitos:

• Le da seguridad y le permite alimentarse: cuando el bebé nace, recuerda el sabor y olor de su madre y es capaz de localizar el pecho de su mamá, por ser su lugar de calidez y seguridad de referencia, además de supervivencia
• Proporciona un estado de relajación: un bebé muy pequeño puede distinguir perfectamente a su madre por el olor, y el pecho sigue siendo su lugar favorito. Los estudios sobre la vinculación madre e hijo han desvelado que los bebés se calman con el olor de sus cuidadores principales, lo que promueve la proximidad física. Por eso, si tu bebé está nervioso y no puedes estar con él, déjale una pequeña manta con tu aroma.
• Facilita la introducción de alimentos sólidos en la dieta: el sentido del olfato es muy importante a la hora de introducir alimentos sólidos, porque les permite disfrutar de sabores que ya reconoce desde el vientre. A medida los bebés crecen, se acostumbran a los olores, lo indica un buen desarrollo sensorial. Procesar los olores puede ser difícil para algunos niños y, si no reaccionan en absoluto o lo hacen con mucha fuerza, puede afectar su comportamiento y funcionamiento.
• Ayuda a desarrollar sus primeras emociones: el olfato está asociado con las emociones, la motivación y la memoria en el cerebro. Por ello, los niños desarrollan sus primeras emociones a través de los olores. Esto explica por qué algunos adultos todavía pueden recordar mucho de su infancia cuando huelen algo que les resulta familiar.

Como ves, tanto la alimentación, como el desarrollo emocional, mental y la supervivencia del bebé dependen del sentido del olfato. Por ello, podemos concluir que el olfato es un sentido muy importante en el desarrollo del infante.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Los bebés huelen a su madre?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Desarrollo y crecimiento del bebé.