¿Hay verduras prohibidas en el embarazo?

No, no hay verduras prohibidas o no recomendadas en el embarazo. Al contrario, la recomendación de todas las guías de salud es aumentar y variar su consumo.

El verdadero problema y donde deben centrarse todas las precauciones, no es el vegetal en sí, sino su condición y preparación. Los riesgos asociados al consumo de verduras durante el embarazo, no provienen de sus componentes naturales, sino de posibles contaminantes externos que pueden estar presentes en su superficie.

Los riesgos reales del consumo de verduras durante el embarazo no radican en los alimentos en sí, sino en las prácticas de higiene y preparación. Los principales peligros son:

• Toxoplasmosis: se transmite por un parásito presente en la tierra contaminada con heces de gato. Afecta especialmente a verduras que crecen a ras del suelo o bajo tierra. Se previene con un buen lavado o cocción.
• Listeriosis: provocada por una bacteria que puede contaminar los vegetales desde el cultivo hasta el envasado, y que sobrevive en refrigeración. La cocción completa es la forma más segura de eliminarla.
• Otras bacterias (E. coli, Salmonella): causan intoxicaciones alimentarias. Se combaten con lavado cuidadoso y cocción.
• Pesticidas y químicos: sus residuos pueden quedar en frutas y verduras. Lavarlas bien y pelarlas reduce significativamente estos restos.

En conclusión, no hay verduras prohibidas en el embarazo, pero sí hay que evitar malas prácticas. Si no se puede lavar o pelar bien, es mejor cocinarlas.

Aquí te traemos una lista de "Alimentos prohibidos en el embarazo y por qué".

Los brotes y germinados de alfalfa, soja, lentejas o rábano son nutritivos y ricos en enzimas. Pero tienen alto riesgo bacteriano, porque las condiciones cálidas y húmedas necesarias para que las semillas germinen, son también el caldo de cultivo ideal para bacterias como E. coli, Salmonella y Listeria.

La contaminación puede ocurrir en la semilla misma, por lo que el lavado superficial no es suficiente para eliminar el riesgo. La única forma de consumirlos de manera segura es cocinándolos completamente, hasta que estén bien calientes (por ejemplo, añadiéndolos a un salteado, una sopa o un guiso) justo antes de servirlos.

Entre las verduras prohibidas en el embarazo por su elaboración podemos hablar del cilantro, la albahaca o la menta. Aportan vitaminas (especialmente K y C), antioxidantes y mucho sabor a las comidas, permitiendo reducir la sal.

Existe un mito muy extendido que etiqueta al perejil como "abortivo" y, por tanto, como una de las verduras prohibidas en el embarazo. El riesgo real al igual que con las verduras de hoja verde, y otras hierbas frescas es la contaminación por tierra de Toxoplasma o bacterias.

Por ello, deben lavarse meticulosamente hoja por hoja bajo agua corriente antes de su uso.

Es una fuente de fibra, antioxidantes (nasunina, en la piel) y minerales como el potasio. Se piensa que la solanina, un glicoalcaloide que en grandes cantidades puede ser tóxico, se encuentra presente.

Este es un temor infundado en la práctica, ya que la berenjena siempre se consume cocida. La cocción (asar, hervir, freír, guisar) destruye eficazmente la solanina a niveles seguros y además, hace que la berenjena sea digerible y sabrosa. Nadie come berenjena cruda, por lo que el riesgo es prácticamente inexistente si se prepara de la forma habitual. Lávala bien antes de cocinarla.

En este caso nos referimos a las zanahorias, remolachas, rábanos, patatas y batatas. Son ricas en carbohidratos complejos, fibra, vitaminas y minerales. Las zanahorias y batatas son excelentes fuentes de betacaroteno (provitamina A), y las remolachas aportan folato y nitratos beneficiosos.

La preocupación es porque crecen bajo tierra, por lo que tienen un contacto directo y prolongado con el suelo, aumentando el riesgo de contaminación por toxoplasmosis y listeria. Las patatas, si están viejas o han estado expuestas a la luz, pueden desarrollar zonas verdes y brotes que contienen mayores concentraciones de solanina.

Es fundamental lavar y cepillar bien estas hortalizas para quitar toda la tierra. Después del lavado, pelarlas es una medida de seguridad adicional muy eficaz. En el caso de las patatas, corta y desecha generosamente cualquier parte verde, brotes o zonas dañadas antes de cocinarlas. Cocínalas siempre completamente.

Aunque no son verduras prohibidas para embarazadas como tal, aportan vitaminas del complejo B, selenio, potasio y pueden ser una fuente de vitamina D si han sido expuestas a la luz UV.

El riesgo residen en consumir una seta tóxica por error. Consume únicamente setas de cultivo o comerciales compradas en supermercados o tiendas de confianza (champiñones comunes, portobello, shiitake, ostra, etc.). Nunca consumas setas silvestres recogidas por ti misma o por otra persona, a menos que seas una experta micóloga certificada. La intoxicación por setas puede ser mortal.

Límpialas suavemente con un cepillo o un paño húmedo, para quitar la tierra y cocínalas siempre. La cocción mejora su digestibilidad y elimina cualquier contaminación superficial.

Te contamos más sobre si "¿Puedo comer champiñones en el embarazo?" en el siguiente post de paraBebés.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Hay verduras prohibidas en el embarazo?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Consejos para embarazadas.