¿Cómo saber si un niño es feliz?
Si preguntamos a un padre o madre qué es lo que más desea para sus hijos, casi seguro que dirá que sean felices. Cuando una persona es feliz quiere decir que en su vida hay plenitud, tiene salud, personas que le quieren y a las que quiere, tiene seguridad y cobijo, tiene cubierta sus necesidades básicas y se siente bien consigo misma.
Aunque uno de los objetivos que nos marcamos los seres humanos es lograr la felicidad, no siempre se consigue y, los problemas, circunstancias y preocupaciones, sobre todo en la edad adulta, dificultan lograr la anhelada meta; sin embargo, los padres se esfuerzan y luchan cada día para ofrece a sus hijos una infancia plena y feliz. En este artículo de paraBebés os contamos cómo saber si un niño es feliz observando 15 señales que nos lo indican.
- Le gusta dormir contigo
- No se cansa de jugar
- Busca consuelo en sus figuras de apego
- No se cansa
- Pregunta mucho
- Tiene sentimientos y emociones intensas
- Llama la atención
- Hace ruido
- Se desplaza saltando y corriendo
- Su tono de voz es alto
- Se manchan
- Angustia de separación
- Reclama autonomía
- Son poco miedosos
- Tiene rabietas
- ¿Cómo hacer feliz a un niño o niña?
Le gusta dormir contigo
Una de las señales de bienestar de un niño o niña es que duerme a gusto y le gusta dormir contigo. Especialmente, a edades tempranas, donde busca el afecto, cariño y protección de sus figuras de apego. Es una forma de pasar el mayor tiempo posible con las personas que más quiere.
No se cansa de jugar
Por lo general, un niño es feliz, todavía no ha acumulado suficientes experiencias negativas, su máxima preocupación es jugar y está exento de las responsabilidades de los adultos. Además sus padres tratarán de que sea feliz y le cuidarán, atenderán y querrán por encima de todas las cosas. Somos los adultos, a los que nos cuesta más ser felices, mirando siempre hacia aquello que nos falta en lugar de mirar hacia todo lo que tenemos; sin embargo, la felicidad es más sencilla de obtener de lo que pensamos y no hay mayor ejemplo que los niños.
Aun estando malo, cansado o con hambre, un niño feliz solo piensa en jugar; da igual si lo hace acompañado o no, con juguetes o inventándose sus propios juegos, podrá pasarse horas y horas jugando.
Busca consuelo en sus figuras de apego
Un niño feliz, si siente temor, angustia, tristeza o no sabe muy bien cómo identificar lo que le sucede, busca el cobijo y seguridad de las personas que más quiere y en las que más confía.
Para un niño pequeño, el término felicidad es bastante abstracto, por lo que le resultará algo complicado entender y aplicar lo que supone su significado, sin embargo, su expresión corporal, su comportamiento en diferentes situaciones y su actitud ante el mundo que va descubriendo, irán dando las señales para saber si un niño es feliz o no.
No se cansa
Los niños felices y alegres necesitan indagar y descubrir y estando con sus padres se sienten seguros para hacerlo. Un niño feliz explorará todo aquello que esté a su alrededor buscando la "causa-efecto", entendiendo las situaciones desde otra perspectiva.
Para un adulto, un charco es sinónimo de mojarse y mancharse la ropa, mientras que para un niño feliz será una ocasión de disfrutar y divertirse.
Pregunta mucho
¿Cómo sé si mi hijo es feliz? Un niño o niña feliz tiene curiosidad, un elemento clave de los niños felices, quiere conocer y entender más y sabe que sus padres le pueden resolver muchas cuestiones, por lo que no dudará en preguntar por todo aquello que percibe para satisfacer su interés por aprender.
Tiene sentimientos y emociones intensas
Tanto cuando está triste, como cuando está alegre, el niño o niña feliz lo expresa de tal forma que, todos los que están alrededor se enteran. Este hecho es importante puesto que, por un lado, sabe ajustar las emociones y sentimientos a las situaciones y, por otro, no siente desconfianza o temor hacia el contexto en el que se desenvuelve, no teniendo que cohibir sus emociones.
Llama la atención
Le gusta captar la atención de sus padres, le gusta que se fijen en él y estén atentos a todas sus proezas, además, es una forma de reclamar más afecto.
Hay veces que los niños no interpretan bien lo que es una llamada de atención y pueden reclamarla a través del mal comportamiento. En ese caso, habrá que redirigir la mala conducta, haciéndole saber que no se está de acuerdo con su actitud, aunque dejándole claro que siempre va a contar con el cariño y afecto de sus padres.
Hace ruido
Cuando un niño es feliz, grita, ríe, corre en estampida, canta, y aunque también se agradece la relajación y tranquilidad, que un niño haga ruido se traduce en que está sano, pleno y es feliz.
Se desplaza saltando y corriendo
Los niños felices prefieren ir por la calle saltando, corriendo, bailando que ir caminando. Les resulta más divertido cruzar los pasos de cebra pisando solo las líneas blancas o a zancadas pisando una baldosa sí y otra no, en definitiva, aunque son conscientes de que tiene que desplazarse, ¿por qué no hacerlo divertido?
Su tono de voz es alto
Otra de las señales que revelan que tu hijo es feliz es que utiliza un tono de voz elevado, que no suele pasar desapercibido hacia todos aquellos que están a su alrededor. La importancia de esta señal de felicidad es que sienten seguridad y confianza en expresarse y comunicarse, sin reprimir sentimientos y emociones.
Se manchan
Los niños alegres y felices sienten curiosidad y ganas de explorar y descubrir, por lo que no dudan en jugar con la tierra, pintar con las manos, tirarse al suelo para jugar o comer y llenarse la cara de helado.
Angustia de separación
No les agrada en exceso cuando, en una situación que no conocen, se tienen que separar de sus padres. Por ejemplo, el primer día de colegio; sin embargo, manifiestan alegría cuando se reencuentran con ellos.
Reclama autonomía
Un niño/a feliz, al sentirse seguro y capaz, no duda en asumir nuevos retos para ser más independiente. Además cuenta con el acompañamiento y respaldo de sus padres y el espíritu investigador y curioso, que permitirán que se sienta empoderado para realizar nuevas tareas.
Son poco miedosos
La aparición de los miedos en determinadas edades es normal, un niño feliz será capaz de enfrentarse a sus miedos porque sabe que está protegido. En este artículo explicamos actividades para trabajar el miedo en los niños.
Tiene rabietas
No se cohíbe a la hora de manifestar su contrariedad y, las rabietas, le van ayudando a regular emociones y a controlar sus impulsos.
¿Cómo hacer feliz a un niño o niña?
Si te preguntas cómo educar niños felices y adolescentes felices, debes conocer estas 5 claves para potenciar la felicidad en los niños:
- ¿Qué necesita un niño para ser feliz? A pesar de que se pueda tener esa creencia equivocada de que un niño hay que complacerle en todo para que se sienta bien y no se frustre, un niño será más feliz si dispone de límites claros y si es el responsable de lograr sus propias metas y triunfos. En este artículo explicamos cómo poner límites a los niños.
- Un niño que sabe que su comportamiento tiene consecuencias en los demás, tratará de ser más cuidadoso e irá desarrollando la capacidad empática, lo que le permitirá vivir en armonía con los demás haciéndole sentir bien y a gusto consigo mismo.
- Si en lugar de hacerle todo con el fin de evitar que se frustre, se le permite al niño que lo intente, que se equivoque o que fracase, cuando lo logre será una buena dosis de autoestima, capacitación y seguridad en sí mismo.
- Un niño no necesita una habitación llena de juguetes si la realidad es que juega solo, ofrecerle oportunidad para compartir el juego con otros niños, le va a hacer más feliz y será más beneficioso para su desarrollo integral.
- Seguir el "ABC" de un corazón sano: Abrazos, Besos y Caricias. La plenitud de un niño la obtiene cuando se siente querido por las personas que más le importan. Si en el hogar se respira felicidad, será casi 100% seguro que se trata de un niño feliz.
Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Cómo saber si un niño es feliz?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Desarrollo y crecimiento del niño.
- Briggs, C. D. (2006). El niño feliz: Su clave psicológica (33.a ed.). Gedisa Mexicana.
- Vega, G. L. (2020a). Castigar no es educar: Todas las ventajas de la Disciplina Positiva. La Esfera de los Libros.