¿Se puede comer calabaza en el embarazo?

Es totalmente seguro comer calabaza mientras estás embarazada. En realidad, la calabaza es vista como una comida muy beneficiosa durante esta etapa porque su pulpa y semillas son muy nutritivas y aportan grandes beneficios para la salud, tanto de la madre como del feto.

También contienen abundantes antioxidantes, muy necesarios durante el embarazo porque protegen tanto a la madre como al bebé de factores ambientales y factores internos. Asimismo, las calabazas poseen cantidades beneficiosas de vitamina A y C, que ayudan a fortalecer las membranas mucosas, lo que a su vez ayuda a combatir las infecciones.

Adicionalmente, otras partes de esta nutritiva hortaliza ofrecen importantes ventajas para la nutrición de la mujer embarazada. En este sentido, las semillas o pepitas de calabaza son una fuente muy nutritiva que proporciona gran cantidad de nutrientes esenciales durante el embarazo, como cinc, vitamina E, ácidos grasos omega-3 y omega-6.

Cuándo no se aconseja el consumo de calabaza

En términos generales, la calabaza es un alimento seguro para la mayoría de las mujeres que se encuentran en estado de gestación. No obstante, en ciertos casos específicos, como las alergias a alimentos o trastornos digestivos severos, se aconseja buscar el asesoramiento de un médico o especialista en nutrición antes de incorporarla en la dieta.

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La calabaza posee nutrientes que son muy importantes para la salud de la madre y del feto. Entre sus principales beneficios destacan:

• Vitamina A: esencial para la vista, el sistema inmunológico y el desarrollo celular.
• Betacarotenos: poderosos antioxidantes que protegen las células de daños y ayudan a mantener la piel saludable.
• Vitamina C: fortalece el sistema inmunológico y mejora la asimilación del hierro.
• Betacaroteno + Vitaminas C y E: estos antioxidantes protegen la piel contra los efectos nocivos de los rayos UV y la contaminación.
• Hidratación y minerales: la calabaza aporta hidratación, potasio y bajo sodio. El potasio regula la presión arterial y el equilibrio de líquidos.
• Ácido fólico: fundamental para el desarrollo del tubo neural del bebé, previniendo defectos congénitos.
• Magnesio: promueve el crecimiento y desarrollo del feto, ayudando a formar huesos y cartílagos.
• Zinc: contribuye al crecimiento celular y al desarrollo del sistema inmunológico.
• Fibra: favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento, un problema común en el embarazo. En este artículo encontrarás más Alimentos con fibra que puedes comer en el embarazo.

Beneficios de comer semillas de calabaza en el embarazo

Por su parte, las semillas de calabaza son una excelente fuente de:

• Zinc: esencial para el sistema inmunológico, la salud de la piel y la cicatrización.
• Magnesio: contribuye a la relajación muscular y al buen funcionamiento del sistema nervioso.
• Hierro: fundamental para transportar oxígeno en la sangre.
• Betacaroteno: un tipo de carotenoide presente en la calabaza que, junto con las vitaminas C y E, puede funcionar como antioxidante y contribuir a la defensa de la piel contra los efectos nocivos de los rayos ultravioleta y la contaminación.

Las semillas de calabaza también son comestibles y contienen valiosos nutrientes tanto si se consumen con cáscara como sin ella. Además de los nutrientes y benificios previamente mencionados, las semillas de calabaza poseen ácidos grasos omega-3, los cuales son esenciales para el crecimiento y desarrollo cerebral del bebé.

También proporcionan proteínas, fibra, grasas saludables, hierro, magnesio y zinc. Una cantidad de 21 gramos de proteína y 4.5 gramos de fibra se puede encontrar en media taza de semillas de calabaza sin cáscara, conocidas como pepitas de calabaza.

A pesar de que es seguro comer semillas de calabaza durante el embarazo y pueden ser beneficiosas para la salud, es crucial ingerirlas con moderación porque contienen una alta cantidad de grasas. Por este motivo, te recomendamos no consumirlas en exceso.

Qué pasa si como muchas semillas de calabaza en el embarazo

Consumir grandes cantidades de semillas de calabaza puede provocar:

• Aumento de peso: al ser ricas en calorías, pueden contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso.
• Molestias digestivas: un consumo excesivo puede causar gases o hinchazón.

Las semillas de calabaza no suelen provocar náuseas, pero si experimentas alguna molestia digestiva después de consumirlas, es recomendable reducir la cantidad o evitarlas.

Para aprovechar al máximo los beneficios de la calabaza durante el embarazo, te recomendamos:

• Varía las preparaciones: puedes consumir la calabaza cocida, al horno, en puré, en sopas o en guisos.
• Consume semillas tostadas: las semillas de calabaza tostadas son una opción deliciosa y saludable para añadir a ensaladas, yogures o cereales.
• Lava bien las semillas crudas antes de consumirlas: también puedes consumir las semillas de calabaza crudas, pero asegúrate de lavarlas bien antes.
• Consume con moderación: recuerda que tanto la calabaza como las semillas deben consumirse con moderación para evitar un exceso de calorías.

Preparaciones de calabaza en el embarazo

A continuación, te dejamos algunas ideas para preparar calabaza durante el embarazo, aprovechando sus nutrientes esenciales:

• Puré de calabaza: perfecto para acompañar carnes magras o pescados, aportando una textura suave y vitaminas esenciales.
• Sopa de calabaza con jengibre y leche de coco: una opción cremosa y reconfortante, ideal para apoyar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico gracias al jengibre.
• Semillas de calabaza tostadas con sal marina: una fuente de proteínas, zinc y grasas saludables; perfectas como snack o para añadir a ensaladas.
• Galletas de avena con semillas de calabaza: una alternativa de merienda nutritiva que combina fibra y antioxidantes, ayudando a mantener la energía durante el día.

En definitiva, la calabaza y sus semillas son alimentos muy beneficiosos durante el embarazo. Al ser ricas en nutrientes esenciales, contribuyen al bienestar de la madre y al desarrollo del bebé. Sin embargo, es importante consumirlos con moderación y como parte de una dieta equilibrada.

De igual modo, recuerda consultar a tu médico o nutricionista antes de introducir cualquier alimento nuevo en tu dieta durante el embarazo. De igual modo, incluye una amplia variedad de alimentos en tu dieta, para asegurar que tu cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios.

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