Menstruaciones: ¿Hay que decantarse por unas bragas menstruales?

Como cualquier otro producto desechable, las protecciones periódicas “clásicas” tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Cada año se tiran más de 45 mil millones de tampones y compresas absorbentes en todo el mundo. Sin embargo, harán falta más de 500 años para descomponerse totalmente, por lo que seguirán contaminando el agua de nuestro planeta escalando en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros.

Frente a este hecho, las marcas especializadas en bragas menstruales se posicionan para proteger el planeta. Es el caso de Elia Lingerie, que, además de comercializar productos lavables y reutilizables, va más allá en su campaña sostenible. La ropa interior Elia se fabrica en Francia (para reducir su huella de carbono) a partir de materiales naturales (algodón bio con certificado Oeko-Tex standard 100 y eucalipto).

El plástico (y la mezcla de productos químicos) de las protecciones menstruales desechables no solo es nocivo para el medio ambiente. Estas sustancias son perturbadores endocrinos muy conocidos y algunos podrían ser cancerígenos. En otras palabras, no hay ninguna razón de valor para justificar que estén en contacto con nuestras mucosas. Haciendo hincapié en este aspecto, si optas por una marca de bragas menstruales que sea transparente en este asunto y utilice materiales respetuosos para tu salud, te estarás decantando por una protección higiénica sin efectos secundarios.

Otra ventaja de las bragas de regla se relaciona con el temido síndrome de shock tóxico (TSS). Con el uso de lencería menstrual, evitarás cualquier riesgo de sufrir esta gravísima patología asociada al uso de protecciones internas como los tampones.

La regla también puede ser el origen de un sentimiento de incomodidad e incluso de ansiedad. Por ello, las protecciones periódicas mal adaptadas o ineficaces deberían, al menos parcialmente, censurarse: compresas que se mueven, tampones difíciles (y, a veces, incluso dolorosos) de quitar cuando el flujo se reduce e preocupaciones por posibles manchas que no deberían ir siempre de la mano del ciclo menstrual.

Tomándote tu tiempo en elegir correctamente tus bragas menstruales, te ahorrarás todas estas complicaciones. Gracias a una absorción fiable durante 12 horas seguidas sin la menor sensación de humedad u olores, tus menstruaciones ya no volverán a perturbar tu día a día. Las bragas de regla también son una protección periódica que pasa desapercibida: nos la ponemos por la mañana y las cambiamos por la noche… ¡y eso es todo!

Simplemente, piensa en enjuagar tus bragas para la regla con agua fría (nada de agua caliente, ya que podría hacer que las manchas se quedaran para siempre) tras cada uso. Posteriormente, podrás lavar tus bragas menstruales según vayas utilizándolas, o todas juntas al terminar tu ciclo menstrual. Tras el prelavado, lava tu ropa interior menstrual en la lavadora a 30°C con un detergente suave y sin suavizante (ya que podría bloquear los poros absorbentes del tejido). Nada de secadora o radiador: las bragas menstruales se secan al aire libre. No dudes en adquirir bragas absorbentes suficientes para no pasar apuros al final de tu ciclo menstrual.

Por último, cabe destacar que las bragas menstruales evitan el hecho de comprar, una y otra vez, nuevas protecciones higiénicas desechables, lo que representaría un cambio bastante importante para tu bolsillo. Una vez realizada la inversión, rápidamente te darás cuenta de la rentabilidad de las bragas de regla y podrás estar tranquila durante años.

Y tú, ¿te decides por las bragas menstruales?

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