Diferencias entre un tacto y la maniobra de Hamilton
El tacto es una evaluación manual para determinar la dilatación del cuello uterino y otros aspectos del progreso del trabajo de parto. En cambio, la maniobra de Hamilton es una técnica específica que se utiliza para facilitar el parto en casos en los que la cabeza del bebé está descentrada o en una posición que dificulta su descenso.
Tanto el tacto vaginal y la maniobra de Hamilton son dos procedimientos, comúnmente realizados durante el embarazo y el parto, que permiten evaluar la posición y la condición del feto. Aunque parecen similares, existen diferencias importantes entre ambos que debes tener en cuenta. En este artículo de paraBebés hablamos sobre las diferencias entre un tacto y la maniobra de Hamilton.
En qué consiste un tacto vaginal
El tacto vaginal es una técnica médica en la que un profesional de la salud, como un obstetra o una partera, introduce dos dedos en la vagina de una mujer para evaluar diferentes aspectos relacionados con su salud ginecológica durante el trabajo de parto. Generalmente, se realiza en una posición acostada boca arriba, con las piernas separadas y ligeramente elevadas, sostenida por estribos.
Se utiliza lubricante o vaselina para facilitar el estudio, aunque no debería resultar doloroso al tacto cuando se usa una buena técnica. Si duele es porque la mujer está nerviosa y tensa, o tiene algún problema como una infección. Aquí te contamos qué aspectos evalua un tacto vaginal:
- Dilatación del cuello uterino: durante el trabajo de parto, el cuello uterino se dilata para permitir que el bebé pase a través del canal de parto. El tacto vaginal permite al profesional evaluar cuánto se ha dilatado el cuello uterino. Descubre Cómo dilatar más rápido en el parto en este artículo.
- Borramiento del cuello uterino: Además de la dilatación, se evalúa la reducción del grosor del cuello uterino, conocido como borramiento. Esto es un indicador importante del progreso del parto.
- Posición del bebé: el tacto puede proporcionar información sobre la posición actual del bebé en el útero, como si está en posición cefálica (cabeza abajo) o en posición podálica (pies o nalgas abajo).
Qué es la maniobra de Hamilton
La maniobra de Hamilton, también conocida como maniobra de corrección de occipucio, es una técnica obstétrica utilizada para corregir la posición del feto durante el parto. Esta maniobra se emplea cuando la cabeza del bebé está descentrada o en una posición que dificulta su descenso por el canal de parto. No se realiza nunca hasta la semana 38 de embarazo.
Concretamente, la maniobra consiste en insertar un dedo en el cuello uterino y luego girarlo para aflojar el saco amniótico en la parte inferior del útero. Al separar estas membranas, se estimula la producción de prostaglandinas, que son las sustancias que ayudan a que el cuello uterino madure.
Es importante señalar que la maniobra de Hamilton solo debe ser realizada por profesionales de la salud, como obstetras o parteras, ya que se necesita experiencia y cuidado para llevarla a cabo de manera segura. Es un método que no está libre de riesgos, por lo que es necesario el consentimiento de la futura madre. Algunos de los riesgos potenciales de esta maniobra son los siguientes:
- Lesiones maternas: la aplicación de presión en el abdomen para corregir la posición del feto puede causar molestias o, en casos raros, lesiones en la madre, como hematomas o malestar.
- Malestar fetal: La maniobra de Hamilton puede causar malestar al feto. Por esta razón, se realiza bajo supervisión cuidadosa y se monitoriza la respuesta fetal para asegurar que el bebé tolere bien la intervención.
- Aumento del riesgo de cesárea: aunque la maniobra de Hamilton se utiliza para evitar complicaciones y facilitar el parto vaginal, en algunos casos, puede no ser efectiva y, en cambio, aumentar el riesgo de necesitar una cesárea.
- Riesgo de romper aguas: durante la maniobra, existe la posibilidad de que las membranas que rodean al bebé (las bolsas de agua) se rompan, lo que podría aumentar el riesgo de infección.
Quizás te preguntes por qué todavía se realiza la maniobra de Hamilton si la eficacia es dudosa. Actualmente este tipo de intervención se reserva para situaciones específicas en las que la corrección de la posición del feto es necesaria para facilitar el parto.
Diferencias entre un tacto vaginal y la maniobra de Hamilton
Las principales diferencias entre un tacto vaginal y la maniobra de Hamilton radican en su propósito y ejecución. A continuación, te explicamos las principales diferencias:
1. Propósito
Los objetivos de ambos procedimientos obstétricos son diferentes:
- Tacto vaginal: el tacto vaginal es una evaluación manual realizada por un profesional de la salud para obtener información sobre el progreso del trabajo de parto, la dilatación del cuello uterino, la posición del bebé, entre otros aspectos ginecológicos
- Maniobra de Hamilton: esta maniobra tiene como objetivo corregir la posición del feto durante el parto cuando la cabeza está descentrada o en una posición que dificulta su descenso por el canal de parto.
2. Ejecución
La ejecución de ambas técnicas es la siguiente:
- Tacto vaginal: se realiza introduciendo dos dedos en la vagina para evaluar la dilatación del cuello uterino, la posición del bebé y otros aspectos relacionados con el trabajo de parto. Descubre si un tacto puede desencadenar el parto.
- Maniobra de Hamilton: implica aplicar presión manual en el abdomen de la madre para corregir la posición de la cabeza del bebé y facilitar su paso por el canal de parto.
3. Momento de aplicación
Ambos procedimientos se realizan en momentos distinto del parto. Lo vemos a continuación:
- Tacto vaginal: se realiza durante el trabajo de parto para evaluar su progreso o como parte de un examen ginecológico de rutina en situaciones no relacionadas con el parto.
- Maniobra de Hamilton: se utiliza específicamente durante el parto cuando la posición del feto presenta dificultades.
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