Desprendimiento de placenta: síntomas, causas y riesgos
La placenta conecta al feto con el útero de la madre, proporcionándole los nutrientes, la sangre y el oxígeno que necesita para crecer. El desprendimiento de placenta ocurre cuando esta se separa del revestimiento del útero antes de que nazca el bebé. En un pequeño número de embarazos, la placenta se desprende prematuramente de la pared uterina; en la mayoría de los casos, solo se desprende una parte, aunque en ocasiones puede separarse por completo. Esto puede dar lugar a problemas graves, como que el bebé reciba menos oxígeno y nutrientes, lo que puede resultar en un crecimiento restringido. Además, la pérdida de sangre de la madre puede ser significativa, lo que podría llevar a la pérdida del embarazo.
En el siguiente artículo de paraBebés te hablaremos acerca de desprendimiento de placenta: síntomas, causas y riesgos.
Qué es el desprendimiento de placenta
El desprendimiento de placenta es una complicación grave del embarazo en la que la placenta se separa de la pared del útero antes de dar a luz. La placenta es el órgano encargado de suministrar oxígeno y nutrientes al feto a través del cordón umbilical, por lo que su separación parcial o total puede comprometer el suministro vital al bebé y causar problemas serios para ambos, madre e hijo.
Este desprendimiento puede ocurrir de forma parcial o completa, y se clasifica según su gravedad. Generalmente, ocurre durante el segundo o tercer trimestre del embarazo y representa un gran riesgo tanto para la madre como para el feto. Algunos de los síntomas incluyen sangrado vaginal, dolor abdominal, contracciones uterinas y disminución de los movimientos fetales.
Cómo se clasifica el desprendimiento de placenta
El desprendimiento de la placenta se clasifica según el grado de separación en:
- Desprendimiento marginal: el desprendimiento se produce en el borde de la placenta.
- Separación central: la separación se produce en el centro de la placenta.
- Separación completa o total: separación completa de la placenta de la pared uterina.
Síntomas del desprendimiento de placenta
Los principales síntomas del desprendimiento prematuro de placenta son el sangrado vaginal y las contracciones uterinas intensas. La cantidad de sangrado varía según el grado de desprendimiento. A continuación, te mencionamos algunos síntomas:
- Sangrado vaginal: el sangrado es uno de los síntomas más comunes y puede variar desde un flujo leve hasta uno abundante. A diferencia del sangrado de una placenta previa, el sangrado causado por el desprendimiento de placenta suele ser de color oscuro porque proviene de sangre que ha estado retenida detrás de la placenta.
- Dolor abdominal: las mujeres afectadas suelen experimentar un dolor sordo y constante en la parte baja del abdomen. Este dolor puede irradiarse hacia la espalda y las caderas, lo que puede confundirse inicialmente con otros dolores relacionados con el embarazo. A veces, el dolor es intenso y se describe como una presión constante o una sensación de pesadez.
- Dureza uterina: otro signo característico del desprendimiento de placenta es sentir el útero duro, firme e inflexible al tacto. Este endurecimiento se produce debido a la acumulación de sangre detrás de la placenta, lo que provoca que el útero se contraiga de manera continua.
- Contracciones uterinas: a diferencia de las contracciones típicas del parto, las causadas por el desprendimiento de placenta no suelen ser regulares y no alivian el dolor. En casos graves, las contracciones pueden presentarse sin interrupciones entre ellas.
- Choque (shock hipovolémico): en casos severos, la pérdida de sangre puede ser tan significativa que la madre entra en estado de shock, lo que se manifiesta por síntomas como sudoración excesiva, palidez, respiración acelerada, mareos, pulso débil y pérdida de conciencia. El shock hipovolémico ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente sangre para mantener un flujo adecuado hacia los órganos vitales.
- Inmovilidad fetal: en algunos casos, la actividad del bebé puede disminuir notablemente, lo que puede ser un signo de sufrimiento fetal debido a la falta de oxígeno y nutrientes. La reducción o ausencia de movimientos fetales es una señal de alerta crítica y requiere atención médica inmediata.
Causas del desprendimiento de placenta
No siempre se conoce la causa exacta del desprendimiento prematuro de placenta, pero se han identificado algunos factores de riesgo que incluyen:
- Hipertensión materna
- Traumatismo abdominal: un golpe en el estómago o un accidente automovilístico pueden provocar este daño.
- Embarazo múltiple
- Desprendimiento de placenta previa
- Infección intrauterina.
- Hipoxia placentaria (falta de oxígeno en la placenta)
- Edad materna avanzada: las mujeres mayores de 35 años tienen un riesgo ligeramente mayor.
- Historia previa de desprendimiento de placenta
- Factores de coagulación
- Consumo de drogas
¿La tos puede provocar desprendimiento de placenta?
En la mayoría de los casos, la tos no provoca la separación prematura de la placenta. Sin embargo, en mujeres con factores de riesgo como presión arterial alta o placenta previa, la tos prolongada e intensa sí podría desencadenar el desprendimiento de la placenta.
En el caso de presentar alguno de estos factores de riesgo y tienes tos severa o persistente durante el embarazo , es importante consultar a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Qué pasa cuando hay un desprendimiento de placenta
Por lo general, el mayor riesgo para el feto en este tipo de evento es la interrupción del intercambio sanguíneo con la madre, a través del cual llegan los nutrientes al bebé, cuando la placenta se desprende. Por lo tanto, cuando la placenta se separa demasiado pronto, el feto inevitablemente muere.
El desprendimiento prematuro de placenta puede tener consecuencias graves tanto para la madre como para el bebé, entre ellas:
- Sangrado: la pérdida de sangre puede provocar un estado de shock y requerir una transfusión sanguínea.
- Coagulación intravascular diseminada (CID): una complicación grave que puede afectar el sistema de coagulación sanguínea.
- Insuficiencia renal: la pérdida significativa de sangre puede dañar los riñones.
- Muerte fetal: el desprendimiento de la placenta priva al bebé de oxígeno y nutrientes, lo que conduce a la muerte fetal.
- Trabajo de parto prematuro: el desprendimiento de placenta puede desencadenar contracciones uterinas, lo que lleva a un parto prematuro.
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¿Se puede repetir un desprendimiento de placenta?
Sí, es posible que se repita un desprendimiento de placenta en embarazos posteriores. Las mujeres que han tenido un desprendimiento de placenta en un embarazo anterior tienen un mayor riesgo de volver a experimentarlo. La probabilidad de que se produzca un desprendimiento repetido de placenta depende de las circunstancias de cada mujer y de la presencia de factores de riesgo, como los mencionados en el apartado sobre las causas del desprendimiento.
El tratamiento depende de la gravedad de la afección y de la edad gestacional. En muchos casos, es necesaria una cesárea de emergencia para salvar la vida de la madre y el bebé. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, es importante que consultes a tu médico de inmediato. Aunque no siempre es posible prevenirlo, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden mejorar el pronóstico.
Es fundamental que todas las mujeres embarazadas reciban atención prenatal adecuada y estén atentas a cualquier señal de advertencia.
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