Cómo trabajar la frustración en niños  

La frustración es una emoción bastante desagradable para la persona que la sufre y surge cuando las cosas no salen como uno se esperaba. Es muy habitual que se presente en los niños y niñas pequeños desde edades muy tempranas, ya que no cuentan con los mecanismos ni con la madurez suficiente para desarrollar una tolerancia a la misma.

En consecuencia, cuando no consiguen su objetivo o desean algo con todas sus fuerzas y no lo logran, es normal que comiencen a tener rabietas, chillar o llorar de forma enérgica.

Vamos a ahondar un poco más en la importancia de trabajar la frustración a continuación.

Hoy en día, la sociedad es muy exigente, las personas van de un lugar a otro corriendo, teniendo que cumplir unos objetivos en un tiempo y hora determinados. Y precisamente esas prisas son las que no encajan con el ritmo de desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas. En muchas ocasiones, se ven obligados a escuchar frases como “ahora no puedo”, “luego jugamos”...y esto, puede provocar que el proceso de aprendizaje quede en un segundo plano y se infravalore, dando como resultado enfados y un aumento de la frustración cuando las cosas no les salen a la primera o sus deseos no se cumplen.

Es importante hacerles entender que las cosas no siempre son como a ellos les gustaría, que no pueden tener todo lo que quieren ni ser siempre los primeros. Esto traerá grandes beneficios a su desarrollo:

• Desarrollarán su resiliencia, es decir, su capacidad de salir fortalecidos de situaciones negativas.
• Valorarán más sus cosas y sus juguetes.
• Se integrarán mejor en la sociedad.
• Aceptarán mejor las normas impuestas por la sociedad.
• Trabajarán su paciencia simultáneamente.
• Contarán con una alta autoestima al reconocer y aceptar sus propios errores. Esto les permitirá también no temer al fracaso, siendo adultos más exitosos.
• Serán personas más tolerantes con otras personas, aceptando su forma de ser y personalidad.

Pero, ¿cómo podemos trabajar estas cuestiones en el hogar? Sigue leyendo para conocer actividades para los niños que tienen poca tolerancia a la frustración.

Es importante tener un modelo educativo democrático que permita a los niños y niñas desarrollar sus capacidades de forma óptima. Las técnicas que se exponen a continuación son muy adecuadas para trabajar la frustración, además de beneficiarles en otros ámbitos de su desarrollo:

• Es necesario establecer límites claros y adecuados.
• Es importante tener un equilibrio entre la permisividad y la exigencia.
• Respetar sus ritmos de aprendizaje, no exigirles más de lo que pueden dar.
• Debemos enseñarles a cuidar y a valorar sus cosas.
• Hay que trabajar la paciencia.
• También tenemos que enseñarles a pedir ayuda cuando lo necesiten.
• Trabajar las emociones, su reconocimiento, validación y expresión.
• Como padres y madres, debemos darles el mejor ejemplo.

Pues bien, estas recomendaciones traducidas a la práctica se pueden llevar a cabo de la siguiente manera:

Cuentos

A través de los cuentos los niños y niñas empatizan con los personajes, aprenden vocabulario nuevo, reconocen comportamientos y se producen aprendizajes nuevos. Algunos de los cuentos que podéis usar para trabajar la frustración son:

• Las emociones de Nacho, de LisbetSlegers
• Tengo un volcán, de Mitiam Tirado
• Las jirafas no pueden bailar, de GIlesAndreae
• Qué rabia de juego, de Toni y tina

Aquí encontrarás otros cuentos para trabajar las emociones en niños y niñas.

Actividades

Para trabajar la frustración, es muy importante tener en cuenta el resto de emociones. Veamos dos actividades para trabajar la tolerancia a la frustración en niños y niñas:

• Enseñarles fotografías de caras que muestren diferentes emociones en diferentes personas, nombrarlas y hablar sobre cada una de ellas con ejemplos cercanos.
• Las tareas cotidianas también son un buen recurso para trabajar la frustración: déjale responsabilidades como poner la mesa, vestirse y desvestirse solo, lavarse las manos, cepillarse los dientes... aprenderán de sus errores y trabajarán la paciencia.

Juegos

¿Cómo trabajar la frustración en el aula? Los juegos de mesa son un excelente recurso para trabajar la frustración con los niños y niñas a partir de los 2 años de edad. Es importante seleccionar aquellos adecuados a la edad de cada uno y, con ellos, aprenderán a respetar el turno de juego, a tener paciencia y a comprender que no siempre pueden ser los ganadores. Los juegos de mesa más adecuados son:

• Para dos años: roll & play, mi primer frutal, el monstruo de los calcetines...
• Para tres años: el lobo y los tres cerditos, alguno de equilibrio y los anteriores.
• De cuatro años en adelante: el parchís, dominó numérico, el juego de la oca, dooble...

Una mala gestión de la frustración derivará en problemas de comportamiento como irritabilidad, ansiedad o agresividad. Por ello, es imprescindible trabajarla con los niños y niñas tanto en casa como en la escuela de forma continuada. Para otras estrategias complementarias, consulta nuestro artículo sobre remedios naturales para niños nerviosos.

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