¿Se puede beber Aquarius en el embarazo?

Sí, se puede beber Aquarius durante el embarazo, siempre y cuando se tenga en cuenta que algunas de sus presentaciones son altas en azúcar y sodio, dos sustancias que pueden provocar complicaciones durante el embarazo como diabetes gestacional y preeclampsia, claro está, cuando se consume en exceso.

El Aquarius es una bebida isotónica complementaria diseñada para consumir después de practicar ejercicio moderado porque hidrata, repone minerales y aportar un extra de energía. Además, contiene carbohidratos, electrolitos como sodio y potasio y algunas de sus presentaciones están enriquecidas con zinc, selenio y vitamina C.

Por su composición y por ser una bebida sin cafeína, tomar Aquarius durante la gestación no supone un peligro para la salud de la madre o del feto. Sin embargo, recuerda que lo ideal durante el embarazo es hidratarse con agua o con otras opciones naturales, como zumos de frutas, infusiones y leche, evitando así las bebidas procesadas, altas en azúcares, colorantes y otros aditivos químicos.

El Aquarius es una bebida hidratante que repone líquidos y electrolitos perdidos. Por ello, puede ser beneficioso a la hora de calmar síntomas gastrointestinales que se desencadenan durante la gestación y que comprometen la correcta hidratación y alimentación de la embarazada.

En este sentido, algunas mujeres afirman sentir alivio en los episodios de náuseas matutinas y vómitos cuando consumen una bebida refrescante como el Aquarius. De igual modo, al ser un producto especial para tomar después de practicar deporte, el Aquarius puede ser de gran ayuda para reducir el cansancio y la fatiga que se generan durante el embarazo.

No obstante, es importante tener en cuenta que, aunque puede calmar momentáneamente estos malestares gracias a su sabor y composición, esta bebida no está diseñada con este fin, por lo que su consumo debe ser puntual. Por ejemplo, si hay sudoración después de hacer ejercicio o si las náuseas van acompañadas de vómitos. Lo recomendable es que antes de consumir Aquarius u otro tipo de bebida similar se cuente con la autorización del especialista.

El Aquarius contiene gran cantidad de hidratos de carbono, sodio, edulcorantes artificiales y aditivos químicos. Por lo tanto, su consumo frecuente durante el embarazo puede aumentar el riesgo de que se presenten complicaciones de salud en la gestante, como:

• Aumento de peso y diabetes gestacional: esto como resultado de la cantidad de azúcares presentes en su composición, alrededor de 26 gramos en su presentación normal y 14 gramos de azúcar en su presentación baja en calorías. Sin embargo, la presentación baja en calorías contiene edulcorantes como la sucralosa y acesulfamo K, que si bien son seguros durante el embarazo, no deben consumirse en exceso.
• Retención de líquidos y preeclampsia: este tipo de bebidas contienen altos niveles de sodio con el fin de reponer los electrolitos perdidos, no obstante, el sodio favorece la retención de líquidos durante el embarazo, además, incrementa el riesgo de desarrollar hipertensión arterial.
• Desequilibrio hidroelectrolítico: aunque el Aquarius es una bebida hidratante, no es la indicada cuando hay vómitos y diarreas intensos, en esos casos es necesario elegir soluciones de rehidratación oral específicas para este fin, altas en potasio. Lo conveniente es consultar con el especialista cual es el tratamiento a seguir si se presentan estos síntomas.

Si quieres consumir Aquarius en el embarazo es importante que escojas una presentación baja en calorías, aunque de todos modos esta opción puede contener otros edulcorantes y aditivos que le aportan su característico sabor. Por ello, el agua siempre será la mejor opción para hidratarse durante el embarazo.

Por otro lado, algunas presentaciones de esta bebida, son enriquecidas con vitamina C, selenio y zinc, sin embargo, el Aquarius no debe sustituir bajo ningún concepto a los suplementos vitamínicos prenatales, pues este no es un producto que cubre las necesidades nutricionales de la gestante.

En definitiva, el Aquarius es una bebida que puede consumirse durante el embarazo siempre y cuando se haga con moderación, pues no existen investigaciones científicas que hayan estudiado a fondo la influencia de esta bebida sobre el embarazo y el feto. Lo recomendable es elegir opciones naturales para la hidratación.

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