Por qué mi bebé se va con cualquiera
Es probable que hayas observado que algunos bebés se aferran a la figura de su madre o padre ante la presencia de un extraño; sin embargo, tu pequeño no manifiesta ese comportamiento y es capaz de echarse a los brazos de desconocidos. Esto no quiere decir que se esté forjando un apego inseguro o que entre tu bebé y tú no se estén creando fuertes lazos afectivos; simplemente, puede deberse a que el niño o la niña todavía está desarrollando el vínculo con sus figuras de referencia o no ha iniciado la angustia por separación ni extraña a personas que no conoce. Tu bebé es un ser social que necesita interactuar, pero, a pesar de su curiosidad, siente predilección por la figura materna y paterna.
En este artículo de paraBebés te explicaremos por qué tu bebé se va con cualquiera
Cuándo desarrolla el apego un bebé
El desarrollo del apego en un bebé es un proceso que comienza desde el nacimiento, e incluso antes, pues ya en el vientre materno es capaz de identificar la voz de la madre. El apego se va fortaleciendo a lo largo de los primeros años de vida atravesando diferentes etapas en función de su desarrollo.
- Apego inicial (0-2 meses): desde el nacimiento, los bebés suelen formar un vínculo con sus figuras de referencia, generalmente sus padres. Este vínculo se basa en la satisfacción de las necesidades básicas del bebé, como la alimentación, el cambio de pañales, el contacto físico y la comodidad. Los bebés van generando un sentimiento de seguridad hacia sus progenitores o cuidadores principales, sentando las bases del apego.
- Apego preferencial (2-7 meses): durante este periodo, los bebés comienzan a mostrar preferencia por sus cuidadores principales y pueden mostrar señales de angustia cuando se separan de ellos. Empiezan a reconocer y responder de manera más especial a las voces y caras familiares. Es en este momento, cuando manifiestan ansiedad cuando son separados de la madre o el padre y se quedan con personas que le son desconocidas. Esta separación la viven como un abandono, puesto que todavía no tienen interiorizada la permanencia del objeto, esto quiere decir que, creen que si un objeto o persona está fuera de su campo de visión deja de existir.
- Apego claro (7-24 meses): a medida que los bebés se desarrollan, su apego se vuelve más claro y específico. Pueden mostrar ansiedad por separación cuando sus cuidadores se alejan y buscar consuelo en ellos. Al mismo tiempo, también pueden explorar el entorno y volver a buscar el apoyo de sus cuidadores cuando lo necesitan. Al finalizar esta etapa, se puede considerar el establecimiento del vínculo de apego con sus figuras de referencia.
- Apego recíproco (2 años en adelante): en esta etapa, los niños ya son capaces de expresar sus necesidades y deseos de una manera más compleja. El apego se vuelve más recíproco, lo que significa que los niños pueden dar apoyo emocional a sus cuidadores, así como recibirlo.cEn este artículo te explicamos Por qué un niño de 2 años tiene mamitis y qué hacer.
Causas de mi bebé no tenga apego hacia mí
Cuando estableces una relación con tu bebé, el apego se va desarrollando intrínsicamente. Sin embargo, en función de las respuestas que vas dando a sus demandas es posible que se desarrollen diferentes tipos de apego:
- Apego seguro: los bebés que desarrollan un tipo de apego seguro se sienten cómodos explorando su entorno cuando su figura de referencia está presente y utilizan al cuidado como una "base segura" a la que acudir cuando necesitan ayuda o consuelo. Si la figura de apego desaparece, el bebé puede manifestar ansiedad, tranquilizándose cuando dicha figura vuelve a formar parte de su campo visual.
- Apego ansioso o ambivalente: en este tipo de apego, el bebé puede mostrar ansiedad incluso cuando la figura de referencia está presente, muestran más reticencia a explorar el espacio y son más difíciles de consolar, cuando la figura de referencia regresa después de una separación, mostrando incluso enfado, malestar y rechazo. El bebé que desarrolla este tipo de apego, no tiene tanta certeza de la seguridad que le puede proporcionar su persona de apego.
- Apego evitativo: en este tipo de apego, el bebé puede desarrollar actitudes donde evite la proximidad y contacto emocional con sus cuidadores principales. Esto, además, se manifiesta en unos bajos niveles de ansiedad cuando la figura de referencia desaparece e incluso indiferencia cuando regresa. Este tipo de apego, se desarrolla cuando los progenitores no responden a las necesidades afectivas y emocionales del bebé.
- Apego desorientado o desorganizado: es un tipo de apego donde el bebé muestra comportamientos contradictorios. Por una parte, puede manifestar ansiedad si la figura de referencia se aleja, y ansiedad o temor si regresa. Este tipo de apego se desarrolla en contextos donde el bebé va interiorizando que no puede contar con la seguridad de sus cuidadores principales.
Por lo tanto, el bebé siempre va a desarrollar apego hacia su madre y su padre, sin embargo, lo que va a variar es el tipo de apego. Que tu bebé todavía no muestre ansiedad ante tu separación o eche los brazos a personas desconocidas no quiere decir que no tenga apego, simplemente, lo está desarrollando.
Qué hacer si mi bebé se va con cualquiera
Si respondes a las necesidades básicas de tu bebé como descanso, hambre, higiene, afecto, cobijo o juego, no tienes que preocuparte de que tu bebé tenga interés en explorar más allá de sus figuras de referencia. Es probable que te esté indicando que se siente cómodo y seguro porque confía 100% en que siempre vas a estar disponible para él. Está bien que respetes la curiosidad de tu bebé por explorar a otras personas, como ser social, le llaman la atención otros rostros y voces, sabiendo que tú estás cerca no dudará en interactuar con otras personas.
No tienes que temer porque tu bebé quiera socializar con su entorno, pero debes procurar establecer un apego seguro, donde el niño y la niña sepan que cuentan con tu seguridad. Progresivamente, irá desarrollando una imagen de sus cuidadores principales que distinguirá de las demás, buscándolas y mostrando predilección sobre ellas cuando necesite ayuda o se sienta desconsolado.
Qué pasa si mi bebé se va con cualquiera
No obstante, este tipo de conductas por parte de los adultos próximos al bebé pueden ser peligrosas en el futuro, puesto que hay que enseñarle a poner límites a las demandas de las personas próximas y para ello, el papel que juega el entorno es fundamental. Por ello, es importante que se establezcan límites desde edades tempranas, con la colaboración del entorno próximo al bebé.
Es importante evitar tomar al niño o a la niña en brazos si no quiere, arrebatarlo de los brazos de la madre o padre, y siendo más mayor pedirle besos o abrazos si no quieren, incluso chantajear pudiendo decirle que si dan un beso obtendrán una recompensa. Por ejemplo, si me das un beso te doy un caramelo o si no me das un beso me pongo triste y ya no juego contigo.
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