Familia

¿Es cierto que el primer hijo se parece más al padre?

 
Yurisbeth Zanotty
Por Yurisbeth Zanotty, Enfermera UCIN. 27 mayo 2025
¿Es cierto que el primer hijo se parece más al padre?

No, no está científicamente demostrado que el primer hijo se parezca más al padre. Desde el momento en que un bebé llega al mundo, una de las preguntas más frecuentes es: “¿A quién se parece?”. Amigos, familiares e incluso los propios padres observan con detenimiento cada rasgo, buscando similitudes.

Existe una creencia popular muy extendida que afirma que el primer hijo se parece más al padre que a la madre, aunque también es común escuchar variaciones, como que la primera hija se parece al padre. Estas ideas están muy arraigadas en la imaginación colectiva. Pero, ¿qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Tienen alguna base científica o se trata más bien de una mezcla de percepción, deseo y casualidad genética?

En el siguiente artículo de paraBebés te explicamos si realmente el primer hijo tiende a parecerse más al padre. Exploraremos los misterios de la herencia genética para entender a quién suelen parecerse los bebés, qué rasgos heredan específicamente del padre y por qué, en algunos casos, los hijos muestran un mayor parecido con su progenitor masculino.

Índice
  1. ¿Por qué se dice que el primer hijo se parece al padre?
  2. ¿De cuál de nuestros progenitores tenemos más carga genética?
  3. ¿Qué se hereda del padre y de la madre?
  4. ¿Por qué algunos bebés se parecen más al padre?

¿Por qué se dice que el primer hijo se parece al padre?

A pesar de la creencia popular, la ciencia de la genética nos ofrece una respuesta clara: no existe una regla biológica que dicte que el primer bebé (o cualquier bebé, independientemente del orden de nacimiento o sexo) se parezca más a un progenitor específico, ya sea el padre o la madre.

La explicación es que cada ser humano hereda el ADN en un 50% de su madre y otro 50% de su padre. Estos genes, que contienen la información para todos nuestros rasgos físicos y muchas otras características, se combinan de una manera completamente única en cada concepción (con la excepción de los gemelos idénticos).

¿Y a quién se parecen las niñas?

La creencia de que la primera hija se parece al padre es una variante del mito general. Los principios de la herencia para la mayoría de los rasgos físicos (los llamados rasgos autosómicos, no ligados directamente al sexo) son los mismos para hijos e hijas.

El sexo del bebé está determinado por los cromosomas sexuales (XX para niña, XY para niño), pero esto no influye de manera predeterminada en a quién se parecerá más en términos de rasgos faciales, color de pelo, etc., que dependen de genes localizados en otros cromosomas.

Desde una perspectiva estrictamente genética, el parecido del primer bebé (o de cualquier bebé) es una mezcla equitativa de las contribuciones de ambos padres, y a quién "se parece más" es a menudo una cuestión de qué combinación de rasgos se manifiesta de forma más visible y cómo se percibe ante los ojos de los demás, es decir, es subjetivo. Para entender mejor el parecido, es útil saber qué hereda exactamente un hijo (sea el primero o no) de su padre y de su madre.

Puede que te interese consultar el siguiente post sobre "¿Por qué hay hijos que no se parecen a sus padres?".

¿Es cierto que el primer hijo se parece más al padre? - ¿Por qué se dice que el primer hijo se parece al padre?

¿De cuál de nuestros progenitores tenemos más carga genética?

Ante esta distribución equitativa del material genético, es común preguntarse: ¿de cuál de nuestros progenitores tenemos más carga genética? Aunque técnicamente recibimos la misma cantidad de ADN de ambos, algunos estudios indican que ciertos genes pueden expresarse con más intensidad según su origen materno o paterno.

Por ejemplo, las mitocondrias (orgánulos celulares esenciales para la producción de energía) se heredan exclusivamente de la madre. Además, algunos genes pueden estar “silenciados” dependiendo de si provienen del padre o de la madre, un fenómeno conocido como impronta genética.

La investigación científica sobre a quién se parecen más los bebés al nacer ha arrojado resultados mixtos y, en general, no respalda de forma concluyente la idea de que el primer hijo se parece más al padre. Algunos estudios iniciales sugirieron una leve tendencia hacia el padre, pero investigaciones posteriores con metodologías más robustas a menudo no han encontrado tal efecto.

Incluso han sugerido un ligero parecido mayor con la madre o simplemente una mezcla equitativa. La dificultad radica en ser objetivos al medir el "parecido". Como ves, a quién se parece el primer hijo varón solo dependerá de la genética, y no hay una respuesta única a la pregunta sobre de cuál de nuestros progenitores tenemos más carga genética, ya que la expresión de los genes varía caso por caso.

¿Es cierto que el primer hijo se parece más al padre? - ¿De cuál de nuestros progenitores tenemos más carga genética?

¿Qué se hereda del padre y de la madre?

Lo que se hereda del padre y de la madre es 50/50, como ya hemos comentado. Por ello, responder a: de quién se hereda la nariz, sigue teniendo la misma respuesta.

Todos los seres humanos heredamos 46 cromosomas, la mitad (23) de nuestra madre y la otra mitad (23) de nuestro padre. Estos cromosomas contienen miles de genes, que son las unidades básicas de la herencia y se presentan en diferentes versiones llamadas alelos. Así, para la mayoría de los rasgos, obtenemos un alelo de cada progenitor. De los 23 pares de cromosomas, 22 son autosómicos y determinan la mayoría de nuestros rasgos físicos, con una contribución equitativa del 50% de cada padre.

El padre tiene un papel único en la determinación del sexo biológico del bebé a través de los cromosomas sexuales: aporta un cromosoma Y para un niño (XY) o un cromosoma X para una niña (XX). Además de esta influencia en el sexo, el padre también contribuye con la mitad de los alelos para los genes autosómicos y, en el caso de las hijas, aporta un cromosoma X con sus propios genes

La forma en que percibimos el parecido es muy subjetiva y responder a quién se parece más el primer bebé puede estar influenciada por múltiples factores:

  • Deseo y expectativa: a menudo buscamos similitudes con el padre, lo que nos lleva a enfatizar o "ver" rasgos que quizás otros no notarían con tanta claridad.
  • Rasgos dominantes prominentes: si un bebé hereda un rasgo físico muy distintivo y dominante de uno de los padres (por ejemplo, una nariz particular, hoyuelos o un color de ojos específico), este rasgo puede acaparar la atención y hacer que se perciba un parecido general más fuerte con ese progenitor, aunque otros rasgos sean una mezcla o se parezcan al otro progenitor.
  • Evolución de los rasgos: la apariencia de un bebé cambia muchísimo durante los primeros meses y años de vida. Un recién nacido puede parecerse más a un familiar y, a medida que crece, desarrollar rasgos más evidentes de otro. El parecido no es estático.
  • Contexto cultural: en muchas culturas, puede haber una tendencia social a atribuir el parecido al padre, a veces como una forma de reforzar el vínculo paterno o la confirmación de la paternidad.
¿Es cierto que el primer hijo se parece más al padre? - ¿Qué se hereda del padre y de la madre?

¿Por qué algunos bebés se parecen más al padre?

En definitiva, el primer hijo (y cualquier hijo) hereda del padre su contribución al sexo (cromosoma Y para los varones, X para las niñas) y exactamente la mitad de su material genético autosómico, que codifica la mayoría de los rasgos físicos y funcionales. Aunque genéticamente la contribución es 50/50, hay varias razones por las que, en la práctica, algunos bebés pueden exhibir un parecido físico más notorio con su padre.

Casualidad de los alelos dominantes

Si el padre posee y transmite a su hijo un mayor número de alelos dominantes para rasgos faciales o físicos que son fácilmente visibles (por ejemplo, un tipo de cabello oscuro y rizado dominante, un color de ojos oscuro dominante, una forma de nariz particular que es dominante), es más probable que estos rasgos se manifiesten en el bebé, y por ende, se perciba un mayor parecido con el padre. Esto es simplemente una cuestión de azar en la "lotería genética" de qué alelos específicos se heredan y se expresan.

Teoría de la psicología evolutiva

Existe una hipótesis en el campo de la psicología evolutiva que sugiere que los bebés podrían haber evolucionado para parecerse más a sus padres al nacer. La lógica detrás de esta teoría es que, en el pasado evolutivo (y aún hoy, en cierto grado), la maternidad siempre ha sido certera (la madre sabe que el bebé es suyo), mientras que la paternidad podía ser menos segura. No te pierdas este otro post sobre "Cómo los padres crean el vínculo con su bebé".

Un parecido físico del bebé con el padre podría haber servido como una señal visual para el padre, aumentando su certeza de paternidad y, consecuentemente, su disposición a invertir recursos, tiempo y protección en el cuidado del niño. Esto aumentaría las posibilidades de supervivencia del infante.

Es importante señalar que esta teoría es especulativa y la evidencia científica en humanos es débil, inconsistente o ha sido cuestionada metodológicamente. Muchos estudios rigurosos no han logrado demostrar un sesgo consistente hacia el parecido paterno al nacer.

Percepción selectiva

Como se mencionó antes, la percepción del parecido es subjetiva. Si existe una expectativa cultural o familiar de que los bebés al nacer se parecen al padre, las personas (consciente o inconscientemente) pueden buscar activamente esos rasgos y darles más peso al evaluar el parecido.

La familia paterna, en particular, podría estar más inclinada a encontrar y señalar estas similitudes. Una vez que alguien lo sugiere, otros pueden empezar a "verlo" también (sesgo de confirmación).

Rasgos físicos más "marcados" o distintivos del padre

Si el padre tiene características físicas muy particulares, únicas o "fuertes" (por ejemplo, una mandíbula muy definida, cejas muy pobladas, un color de ojos muy penetrante que resulta ser dominante), y el bebé hereda algunos de estos rasgos, el parecido puede ser más llamativo y evidente que si los rasgos heredados fueran más comunes o sutiles.

Cambios en la apariencia con el crecimiento

Algunos rasgos pueden no ser evidentes al nacer pero emergen o se definen más claramente a medida que el bebé crece. Si estos rasgos que se desarrollan son predominantemente paternos, el parecido con el padre puede volverse más obvio con el tiempo.

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Bibliografía
  • Diem, B. Sailer: Genética y transmisión por herencia (Genetik und Vererbung), 08/2012 – Adaptación Clasificación actual de EB 11/2015 Traducción: Mónica Elias 2018
  • Genética : desde la herencia a la manipulación de los genes. - 1a ed. - Buenos Aires : Fundación de Historia Natural Félix de Azara, 2010. 96 pág.
  • Wexler, B. 2017. The History of Genetics. En Genetics and genetic engineering. (pp. 1-13). Editorial Information Plus reference series.
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