Cómo separarse con un bebé

La venida de un recién nacido al seno familiar supone un desajuste en el "aparente" equilibrio que hasta el momento acontecía en la familia. Como cualquier otro cambio en la vida, supone la recolocación de posturas, acciones, creencias, emociones y todo un conjunto de vivencias internas que revolucionan buena parte de la vivencia exterior.

Ante un proceso de cambio o crisis, las personas atravesamos diferentes fases entre las que se encuentran el desequilibrio, la desorientación, el desajuste emocional, el conflicto, la aceptación del desequilibrio, la motivación hacia la búsqueda de soluciones y la puesta en acción final. El nacimiento de un hijo se trata de un cambio saca a la luz los desequilibrios internos personales o familiares que se mantenían ocultos. En muchas ocasiones, dichos desequilibrios no son abordados como parte de un proceso de crecimiento personal y familiar conjunto y es en estos casos cuando la familia se rompe.

¿Cómo saber si ha llegado el momento de separarse? En este artículo hablamos sobre Cómo saber cuándo terminar una relación. Si este es tu caso, te recomendamos leer los siguientes consejos antes de separarse teniendo un bebé.

En un proceso de separación con un hijo, los tres implicados (bebé y progenitores) han de ser tenidos en cuenta como merecen. La atención principal a uno u otro vendrá determinada principalmente por el momento de crecimiento y desarrollo evolutivo en el que se encuentre el niño y las necesidades físicas, emocionales y psicológicas que el tenga.

¿Cómo afecta la separación de los padres a los bebés? Si tenemos en cuenta que las vivencias primarias del ser humano determinarán su posterior desarrollo y maduración, resulta fundamental que en edades tempranas, las necesidades del bebé sean atendidas tal y como se requiere para su correcta evolución, aun cuando los padres se hallan separado. Para ello, será fundamental asesorarse con profesionales especializados en psicología perinatal, que nos aconsejarán sobre los aspectos más importantes a ser tenidos en cuenta para favorecer la salud física, emocional y mental del bebé. En este momento, resultará imprescindible respetar el proceso de apego madre-bebé, base fundamental del equilibrio emocional.

Para que se dé el aspecto nombrado y cualquier otro necesario, resultará necesario que los progenitores se esfuercen diariamente por mantener una relación cordial entre ello. Esto supone un proceso de maduración personal que, si bien no fue abordado conjuntamente como familia, puede ser reconducido y trabajado como parte del proceso "sin fin" que supone la separación de una pareja.

De este modo, para favorecer una relación cordial entre los padres, ambos deberán afrontar de manera continuada sus propios fantasmas interiores que les atacarán incitándoles al desencuentro. Rechazar estas tentaciones permitirá enfrentarse con asuntos inconclusos personales y, manteniendo la firme decisión de no alentar conflictos, se andará un proceso de re-construcción y mejora personal que beneficiará, aún a pesar de ya estar separados, a la familia como una entidad que sigue existiendo a pesar de la separación. En este artículo, hablamos de Cómo dejar a tu pareja sin hacerle daño.

A partir de esta relación cordial entre los padres, y como factor que mantendrá esta relación calmada y respetuosa, será indispensable que todos los miembros de la familia sean tenidos en cuenta. Resulta fundamental que, en ambos casos, padre y madre (o progenitores) se esfuercen por actuar con la madurez suficiente como para diferenciar entre sus necesidades egocéntricas infantiles, producto de carencias personales, y sus funciones arquetípicas maternas y paternas.

Es cierto, tal y como se ha investigado desde la Psicología Perinatal, que durante este periodo, las necesidades infantiles del bebé van mucho más ligadas a la relación con la madre y el padre ocupa en este momento un segundo lugar con respecto al bebé que, sin embargo, se trata de un lugar de sustento básico para la madre, aún a pesar de estar separados. En este periodo, si el padre decide conscientemente respetar el proceso de intimidad necesario entre madre y bebé, favorecerá el saludable desarrollo de su hijo que progresivamente se irá separando de su madre para, de la mano de su padre, conocer todo el fabuloso mundo que le espera afuera.

Por lo tanto, lo más importante a tener en cuenta ante la pregunta cómo separarse con un bebé es atender y respetar este proceso de desarrollo evolutivo de los niños, aceptando el rol de padre y madre y la función que en cada momento deben realizar, supondrá el mejor alimento emocional para el niño que crecerá en un ambiente de respeto y cuidado que le dotará de una gran seguridad y confianza, a pesar de que sus padres estén separados.

Muchas personas se preguntan a qué edad de los hijos es mejor separarse y lo cierto es que no hay edades mejores ni peores, las separaciones son necesarias cuando no hay amor en la pareja. En este artículo, vemos las diferentes consecuencias del divorcio en los hijos por edades. Te recomendamos también el siguiente artículo sobre Cómo separarse con hijos: pasos y consejos.

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