Educación infantil

Cómo ayudar a un niño muy sensible

 
Lorena García Vega
Por Lorena García Vega. Actualizado: 24 abril 2024
Cómo ayudar a un niño muy sensible

El término NAS o Niños con Alta Sensibilidad todavía es un concepto algo desconocido, pero cada vez nos resulta más familiar. Un niño con alta sensibilidad es aquel que percibe su entorno y todo aquello que le rodea de una forma mucho más intensa que los demás. Por regla general, durante la infancia las personas somos mucho más sensibles, sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte de los conocimientos y aprendizajes son a través de estímulos sensoriales, motivo por el cual su capacidad sensitiva es muy superior a la del adulto. Sin embargo, en este caso en específico además de tener muy desarrollados sus sentidos, poseen una capacidad empática, un sentido de la justicia y una interpretación de las situaciones que no son propias a su edad.

En ocasiones, esta sensibilidad puede provocarles cierto malestar, pues su capacidad de interpretar el mundo puede hacer que se sientan incomprendidos. Por ello, en este artículo de paraBebés queremos explicarte cómo ayudar a un niño muy sensible.

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Índice

  1. Cómo es un niño con alta sensibilidad
  2. Comprensión
  3. Valida sus emociones
  4. Mantén una escucha activa
  5. ¡Fuera etiquetas!
  6. Utiliza vocabulario emocional
  7. Capacidad empática
  8. Enfócate en las fortalezas
  9. Consulta a un profesional
  10. Establece contacto visual directo
  11. Rutinas, rutinas y más rutinas
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Cómo es un niño con alta sensibilidad

La doctora Elain Aron es la precursora de utilizar el término Persona con Alta Sensibilidad (PAS), que posteriormente derivó en Niños con Alta Sensibilidad (NAS), ya que las características de la edad adulta difieren significativamente con las de la infancia. Cuando se habla de la alta sensibilidad, hay que tener en cuenta que no es una patología y que, por lo tanto, no tiene diagnóstico, sino que se trata de un rasgo de la personalidad.

La detección del NAS puede ayudarnos a comprender sus respuestas y atender sus necesidades. En este sentido, los niños y niñas con alta sensibilidad poseen cuatro rasgos característicos en su personalidad:

  1. Sistema neurosensorial fino: en primer lugar, su sistema neurosensorial es muy fino y agudo y poseen una gran capacidad para percibir los estímulos externos sensoriales como pueden ser los ruidos, pero también los estímulos internos como una dolencia.
  2. Sistema de procesamiento de la información: tal y como ha estudiado la neurociencia, las personas con alta sensibilidad tienen la ínsula hiper activada. La ínsula es una pequeña área en el cerebro relacionada con las emociones, esto repercute en la sensibilidad para percatarse de todo aquello que sucede a su alrededor.
  3. Alta sensibilidad al percibir sentimientos y emociones: el tercer rasgo está relacionado con su propia sensibilidad de cómo perciben sus sentimientos y emociones También tienen la capacidad empática o la compasión hacia los demás muy desarrollada.
  4. Sobreestimulación: el cuarto rasgo es la sobreestimulación, al percibir su entorno con tanta intensidad y con extrema agudeza sensorial, suelen poseer cierta tendencia a sobrecargarse de los estímulos del entorno.

En ocasiones, la alta sensibilidad puede confundirse con TDA o TDAH, sin embargo, como señalábamos al principio de este apartado, simplemente es un rasgo de la personalidad. A continuación, te ofrecemos algunos consejos básicos y sencillos para ayudar a que los infantes con alta Sensibilidad se sientan mejor consigo mismos y con su entorno.

Cómo ayudar a un niño muy sensible - Cómo es un niño con alta sensibilidad

Comprensión

La comprensión es la premisa principal que necesita un niño o niña independientemente de su grado de sensibilidad. Sin embargo, en los casos en los que la sensibilidad es alta, el infante necesitará encontrar comprensión para gestionar sus propias emociones y no sentirse desbordado por los estímulos del entorno.

Valida sus emociones

Las emociones que experimenta un niño o niña con alta sensibilidad se caracterizan por su gran intensidad. Hay que tener en cuenta que las emociones son de por sí intensas y para un niño o niña con alta sensibilidad que lo percibe con más potencia, puede resultar abrumador.

Por este mismo motivo, ante una situación que genera una respuesta emocional, las personas próximas al niño con Alta Sensibilidad, deberán validar las emociones y no restarle importancia. De lo contrario, pueden manifestar una gran frustración al no sentirse comprendidos.

Mantén una escucha activa

Ante la fuerte intensidad sensorial y emocional que experimentan los niños con alta sensibilidad, es común que les resulte complicado poder describir con palabras cómo se sienten y qué ha originado tal estallido. Por esta razón, en estos casos es esencial que el adulto mantenga la calma y adopte una actitud de escucha activa, acompañando al menor en todo momento a que exprese qué siente y cuál ha sido el desencadenante.

Este acompañamiento puede ser por medio de preguntas que ayuden al niño o a la niña a orientar su discurso y a trasladar lo que quieren decir. En este artículo encontrarás más información sobre Cómo trabajar la frustración en niños.

¡Fuera etiquetas!

Es esencial que si un niño de alta sensibilidad se expresa tal y como la situación le provoca, no se sienta juzgado ni etiquetado por las personas próximas a él. Suelen ser niños y niñas a los que su comportamiento se asocia a adjetivos como ser "muy intenso", "pesado", "exagerado" o frases recriminatorias como "no puede quedarse quieto", "es muy nervioso" o "siempre está alterado", entre otros ejemplos similares.

Referirse así al niño o a la niña con alta sensibilidad cuando el procesamiento de la información es tan agudo para ellos provocará que se sientan juzgados, consideren que lo están haciendo mal y opten por reprimir emociones y sentimientos, causándoles un profundo malestar y frustración. Necesitan liberar el exceso de sobreestimulación que les provoca el entorno y juzgarles no es la solución.

Utiliza vocabulario emocional

Para aprender a gestionar las emociones, es esencial identificarlas y ser capaz de verbalizarlas. En este sentido, para ayudar a un Niños con Alta Sensibilidad es importante acompañarle nombrando de forma objetiva las emociones que va experimentando.

Por ejemplo, ante una situación de enfado, puedes decir "veo que estás enfadado" y además mostrar comprensión añadiendo "y entiendo que lo estés, sabes que estoy para ti si necesitas ayuda".

Capacidad empática

Para ayudar a un niño o niña con alta sensibilidad es fundamental que las personas próximas a él muestren empatía. Para ello, es necesario conocer los principales rasgos de la personalidad que le caracterizan y entender la intensidad con la que percibe los estímulos del entorno.

Cómo ayudar a un niño muy sensible - Capacidad empática

Enfócate en las fortalezas

Cuando un niño o niña tiene alta sensibilidad es común que se sienta abrumado por situaciones cotidianas. Este desbordamiento se puede traducir en frustración y sensación de incapacidad al verse superado. Sin embargo, las personas próximas al menor deben optar por alentarle enfocándose en todas las fortalezas y potencialidades para que tome confianza de que es capaz de enfrentarse a los obstáculos.

Aquí encontrarás algunos Juegos de confianza para niños de 3 a 5 años.

Consulta a un profesional

Consultar a un profesional es una opción muy aconsejable cuando la familia no dispone de estrategias suficientes para enfrentarse a los desafíos que presenta la alta sensibilidad en niños y niñas. El asesoramiento y los recursos que puede ofrecer un profesional favorecerá la implementación de nuevas estrategias y herramientas y, por consiguiente, el bienestar de la familia en general y del menor en particular.

No obstante, sobre la ayuda profesional hay que recordar que la alta sensibilidad no se diagnostica porque no es una patología, sino un rasgo de la personalidad.

Establece contacto visual directo

Es importante que un niño con alta sensibilidad o NAS tome conciencia de la presencia de sus personas de referencia y sienta que están próximas a él o ella cuando lo necesite.

Mirarle a los ojos al hablar, ponerse a su altura o mantener el contacto físico son algunas de las acciones que se pueden tomar para ofrecer seguridad y que el niño o la niña ganen confianza ante sí mismo y la situación.

Rutinas, rutinas y más rutinas

Las rutinas son fundamentales para todos los niños y niñas porque les proporcionan orden y les ayuda a anticipar diferentes momentos del día. En el caso de los niños con alta sensibilidad, suelen descolocarles los cambios, no les gustan y tienden a desbordarse si las cosas no son como suelen ser.

Por este motivo, en estos casos es muy importante mantener rutinas firmes y estables que que le proporcionen seguridad.

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Bibliografía
  • De BeiDe Beijl, K. Z. (2019). Niños con alta sensibilidad: cómo entenderlos y ayudarlos a transformar sus diferencias en fortalezas.
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