Cómo enseñar a leer a un niño

Hoy en día, en la mayoría de los colegios españoles se comienzan a realizar actividades de lectoescritura con el inicio de la escolarización, es decir, a partir de los tres años. Esto tiene como objetivo, mal establecido, que los infantes lleguen a la educación primaria (6-12 años) sabiendo leer y escribir. Y digo mal establecido porque no podemos definir una fecha en la que los niños y niñas deban saber leer palabras o frases, ya que cada uno tiene un ritmo de desarrollo diferente y necesita llegar a la madurez necesaria que le permita llevar a cabo el proceso de lectura. Igual que el resto de aprendizajes, como por ejemplo, empezar a gatear o a caminar.

Es decir, los niños y niñas empezarán a leer cuando estén preparados. Si se respetan sus ritmos personales, en torno a los 6 años empezarán a identificar palabras sencillas. Lo que realmente nos debería preocupar, es aportar las herramientas necesarias para que nuestros hijos o hijas se encuentren motivados con la lectura. Y vamos a ver cómo lo podemos hacer a continuación.

En los primeros años de vida, los bebés absorben el mundo que los rodea con una curiosidad insaciable. En el libro 'Cómo enseñar a leer a su bebé', encontrarás estrategias innovadoras y sencillas para convertirte en el guía literario de tu pequeño desde los primeros meses de vida.

Si queremos que nuestro hijo o hija se interese por la lectura, debemos tener en cuenta varios factores:

• Dar ejemplo: no podemos pretender que los niños o niñas lean cuentos si nos ven a nosotros de continuo con tablets, ordenadores, móviles… los más pequeños imitan a los adultos, y no hay nada mejor que realizar una tarea para despertar su interés en ella. Podemos usar libros, revistas o periódicos en nuestros ratos libres para que ellos vean la lectura como algo entretenido y enriquecedor.
• Léele a tu hijo o hija: esto hará que aprecie la lectura. Puedes hacerlo desde que es un recién nacido, cuanto antes mejor.
• Rincón de la lectura: para facilitar el acceso al material de lectura, debemos dedicar un espacio a su altura con cuentos, libros, cómics, periódicos, revistas, diccionarios… cuanta más variedad haya mejor, ya que así podrán elegir lo que más les guste y lo cogerán cuando les apetezca.
• Buscar temas que le interesen: la lectura debe ser placentera, por lo que seleccionaremos los materiales en función de sus gustos personales. Esto les motivará a leer.
• Elegir libros adaptados a su edad: además de sus gustos, debemos tener en cuenta la edad a la que van dirigidos los contenidos, para así facilitar su comprensión.
• Todas estas recomendaciones despertarán en nuestros hijos un hábito lector y un interés por la lectura, que es el primer paso para que aprendan a leer. Después, debemos poner en práctica actividades relacionadas con la lectoescritura ya que, el juego es el mecanismo básico de aprendizaje en los niños y, gracias a él, adquieren la mayoría de conocimientos. Vamos a ver algunos ejemplos.

Como hemos visto a lo largo del artículo, debemos crear en los niños y niñas una motivación y un interés en las palabras para que ellos, por sí mismos, hagan el esfuerzo de trabajar para identificarlas. Hay ciertas actividades que nos van a ayudar en este proceso:

• Aprovechar cualquier contexto: las palabras están en todos los lugares que nos podamos imaginar: en los libros de casa, en la televisión, en la propaganda, en los carteles, en los escaparates. Hay muchísimas oportunidades que podemos aprovechar para leérselas a nuestros hijos o hijas. Lee en voz alta las palabras de cualquier lugar señalándolas con el dedo.
• Letras con el cuerpo: no hay nada como el propio cuerpo para aprender. Podéis jugar a hacer letras con vuestras manos o con vuestros cuerpos. Adivina, adivinanza…
• Plastilina:modelar plastilina puede ser una forma muy divertida de formar letras y palabras. Podéis empezar por vuestro nombre.
• Arena: al igual que con la plastilina, la arena es una excelente oportunidad para dibujar palabras.

Si no queremos que nuestros hijos e hijas se aburran, tenemos preparados unos juegos a los que no podrán decir que no:

• Imanes: puedes poner imanes de letras en la puerta del frigorífico, a su altura, para que las ordene formando palabras mientras vosotros, los adultos, estáis cocinando, por ejemplo.
• Etiquetar sus cosas: escribid los nombres de las cosas de su habitación y pegadlas con celo en los lugares correspondientes: cama, armario, mesa…
• Juegos de palabras: rimas, las adivinanzas… ayudarán en este proceso, ya que la lectoescritura no solo es identificar las letras, sino que los sonidos de cada una juegan un papel fundamental.
• Palabras que empiecen por la misma letra: hacer una lista con todas las palabras que se os ocurran que empiecen por la letra elegida.
• Palabras encadenadas: hay que buscar palabras que empiecen por la última sílaba de la palabra anterior.

Todas estas actividades y juegos sencillos, irán familiarizando a los niños y niñas con las palabras, con las letras, con su forma y con su sonido y harán que, poco a poco, comiencen a identificarlas y a plasmarlas de forma autónoma. Acompañarles en este proceso puede ser algo asombroso.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo enseñar a leer a un niño, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Actividades infantiles.