¿Puedo comer kebab en el embarazo?

Se considera seguro comer kebab en el embarazo, siempre que la carne sea baja en grasas y esté bien cocida, además, se cuide las normas de manipulación de alimentos durante su preparación. En este sentido, el kebab está hecho de carne de pollo, cordero o ternera que se acompaña de vegetales crudos como cebolla, tomate y lechuga, además de salsa de yogurt, todos envueltos dentro del pan de pita o durum, como también se le conoce.

Esta preparación combina proteínas, vegetales y carbohidratos, lo que es beneficioso para el embarazo. Sin embargo, se debe elegir un establecimiento adecuado para comerlo, que siga las normas de higiene alimentaria y donde puedas estar segura del origen y calidad de la carne y del correcto lavado de los vegetales.

En todo caso, la manera más segura de comer kebab en el embarazo es preparándolo en casa, con ingredientes de calidad, y siguiendo de manera estricta las normas higiénicas.

El kebab es un plato al que se le debe prestar atención antes de consumirlo en el embarazo. Esto porque es una comida de fácil contaminación bacteriana y parasitaria. De allí que la principal recomendación para las embarazadas es evitar consumirlo en puestos de comida rápida. A continuación te mostramos algunos riesgos de comer kebab en el embarazo:

Infecciones como listeriosis, salmonelosis, toxoplasmosis o e. coli

La carne en este plato se cocina en hornillos verticales, y existe la posibilidad que no quede bien cocida en su interior, aumentando el riesgo de adquirir toxoplasmosis. Asimismo, los vegetales como la lechuga y el tomate se consumen crudos, que, de no lavarse y manipularse de manera adecuada, puede traer infecciones graves en esta etapa.

Por otro lado, las salsas que se le agregan, como la de yogurt, pueden contener leche sin pasteurizar, lo que aumenta el riesgo de adquirir infecciones como listeriosis y salmonelosis. Las bacterias y parásitos causantes de este tipo de enfermedades pueden comprometer la salud materna, además, atravesar la placenta e infectar al bebé, lo que trae consecuencias graves como abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones fetales, bajo peso al nacer, secuelas neurológicas, incluso, la muerte del bebé.

Problemas digestivos

La mezcla de ingredientes y las grasas contenidas en la carne del kebab puede provocar enlentecimiento de la digestión, generando síntomas como gases y cólicos abdominales. En caso de intoxicación alimentaria, a estos síntomas digestivos se le suma diarreas y vómitos. Además, al tratarse de una comida altamente calórica un consumo frecuente podría desencadenar complicaciones como la preeclampsia.

Un kebab preparado de manera adecuada y con ingredientes de calidad puede ser muy beneficioso para la salud durante el embarazo. La carne, su ingrediente principal, es rica en proteínas y vitaminas del complejo B, lo que favorece el correcto desarrollo del bebé.

Los vegetales que se le agregan contienen las vitaminas y minerales necesarios en esta etapa. La salsa de yogur y la salsa de garbanzos favorecen la formación y desarrollo de los huesos gracias al contenido de calcio, magnesio, manganeso y zinc en su composición.

Para disfrutar de un rico kebab y aprovechar todos sus beneficios en el embarazo, sigue estas recomendaciones:

• Opta por comer kebab de restaurantes higiénicos y reconocidos, donde se sigan las normas de seguridad alimentaria. Evita pedir kebabs para llevar, pues son más vulnerables a la intoxicación alimentaria.
• Asegúrate de que la carne del kebab este bien cocida: no lo comas si la carne en su interior es rosada o tiene rastros de sangre.
• Elige kebab de carne de ternera o de pollo: el cordero suele tener más grasas saturadas, lo que no es conveniente para la embarazada. Si estás en la calle y dudas de la calidad de la carne, entonces elige un kebab vegetariano de falafel, que, aunque es frito, no tiene riesgo de infección.
• Asegúrate que el yogurt que utilizan para la salsa este hecho con leche pasteurizada.
• Evita el consumo de vegetales crudos en el kebab: si no estás completamente segura del correcto lavado de los mismos y de su manipulación, es mejor no comerlos.
• No abuses de su consumo: lo recomendable es comer una pieza de kebab de una vez a la semana, mejor si es cada dos semanas.

Finalmente, lo ideal es que prepares este plato en casa. Elige una carne de ternera magra o pollo, yogur pasteurizado y lava muy bien los vegetales que desees agregar. Este puede ser un adecuado almuerzo o cena, siempre que no abuses de las cantidades. Si tienes algunas dudas sobre qué alimentos comer, o cuáles debes evitar, consúltalo con tu médico o matrona durante las consultas prenatales. Ante todo, si desconoces la procedencia de las comidas o su modo de preparación, es mejor evitarlas, aún más, durante el embarazo.

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