Amniocentesis en el embarazo: qué es, riesgos y cuándo realizarla
La amniocentesis es un procedimiento médico que se utiliza para diagnosticar alteraciones durante el embarazo. Consiste en la extracción de una pequeña cantidad de líquido amniótico para analizarlo en un laboratorio y evaluar sus propiedades. En general, se recomienda que todas las mujeres mayores de 35 años se sometan a este tipo de análisis de líquido amniótico, ya que existe un mayor riesgo de anomalías fetales derivadas de la edad materna. La presencia de células fetales en este líquido proporciona información importante sobre el desarrollo del bebé y puede ayudar a identificar posibles defectos cromosómicos o genéticos.
Aunque se considera una prueba de diagnóstico útil, su naturaleza invasiva puede poner en riesgo el embarazo. En el siguiente artículo de paraBebés hablaremos de la amniocentesis en el embarazo, qué es, riesgos y cuándo realizarla.
Qué es la amniocentesis y para qué sirve
La amniocentesis es un procedimiento médico que se realiza durante el embarazo para obtener una muestra del líquido amniótico que rodea al feto. Este líquido contiene células fetales y sustancias químicas que pueden ser analizadas para detectar anomalías cromosómicas, malformaciones genéticas y ciertas infecciones.
El objetivo de la amniocentesis es examinar este líquido dentro del saco amniótico para determinar si el desarrollo es adecuado o si presenta algún cambio, alteración o enfermedad. A continuación, te mencionamos algunas posibilidades de diagnóstico:
- Alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, una condición que causa discapacidad intelectual y características físicas distintivas.
- Otras anomalías cromosómicas, como el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau.
- Malformaciones fetales, como la espina bífida, un defecto del tubo neural que afecta la médula espinal y puede causar parálisis.
- Polihidramnios, un exceso de líquido amniótico; en este caso, es posible utilizar la amniocentesis como tratamiento para reducir la cantidad de líquido.
¿Hay dolor asociado con la amniocentesis? Por lo general, no se siente dolor durante la amniocentesis, ya que se realiza bajo anestesia local. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar una ligera molestia después, similar a las contracciones uterinas. También puede interesarte consultar Cerclaje cervical: qué es, para qué sirve y cuándo realizarlo.
Cuándo se hace la amniocentesis en el embarazo
La amniocentesis se realiza generalmente entre las semanas 15 y 18 de gestación, aunque puede realizarse antes o después dependiendo de la situación clínica. Seguidamente, te mostramos algunas indicaciones para realizar una amniocentesis:
- Edad materna avanzada: las mujeres mayores de 35 años, tienen mayor riesgo de tener un bebé con una anomalía cromosómica. Aquí encontrarás más información sobre el Embarazo geriátrico: qué es, probabilidades y riesgos.
- Antecedentes familiares de enfermedades genéticas: si hay antecedentes familiares de enfermedades genéticas, se puede recomendar la amniocentesis.
- Resultados anormales en pruebas de detección prenatal: si las pruebas de detección prenatal, como la ecografía o el análisis de sangre materno, indican un posible riesgo de anomalías fetales, se puede ofrecer la amniocentesis para confirmar el diagnóstico.
- Embarazos previos con anomalías cromosómicas: si la mujer ha tenido un embarazo anterior con un bebé con una anomalía cromosómica, se puede recomendar la amniocentesis en embarazos posteriores.
¿Qué fiabilidad tiene la amniocentesis?
La precisión de la amniocentesis la convierten en una prueba altamente confiable. Tienen una exactitud muy alta al momento de determinar anomalías cromosómicas (defectos genéticos) como el síndrome de Down. También es posible detectar casi todos los problemas en el tubo neural, y por lo general, se necesitan entre 1 y 2 semanas para conocer los resultados. Por lo tanto, se trata de una prueba altamente confiable.
Esta técnica tiene una exactitud muy alta al momento de detectar anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau, así como otros defectos genéticos que pueden afectar el desarrollo del feto. Se estima que la amniocentesis tiene una tasa de precisión superior al 99% para identificar estas condiciones.
Además de las anomalías cromosómicas, la amniocentesis es eficaz en la detección de casi todos los problemas en el tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia. Estas malformaciones pueden ser críticas para la salud del bebé, y la capacidad de identificarlas permite a los padres y médicos tomar decisiones informadas sobre el manejo del embarazo.
¿Qué pasa si la amniocentesis sale positiva?
Si la amniocentesis resulta positiva para una anomalía cromosómica o un trastorno genético, el médico consultará con los padres si se evidencia una anomalía cromosómica o genética durante la amniocentesis. Es posible que debas enfrentarte a decisiones dolorosas, entre ellas considerar un aborto o la continuación del embarazo, asumiendo la condición del bebé en el futuro.
A pesar de su alta precisión, es fundamental recordar que la amniocentesis, como cualquier procedimiento médico, conlleva ciertos riesgos, aunque estos son relativamente bajos. Por lo tanto, la decisión de someterse a esta prueba debe ser discutida a fondo con un profesional de la salud.
Cuánto tiempo hay que guardar reposo después de una amniocentesis
Después de una amniocentesis se recomienda descansar el resto del día y abstenerse de realizar ejercicio vigoroso durante las siguientes 48 horas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres pueden retomar su rutina habitual al día siguiente.
¿Y cuánto tiempo tarda en desaparecer el peligro tras una amniocentesis? La probabilidad de complicaciones se reduce significativamente durante las horas y días posteriores a la amniocentesis. En caso de contracciones repentinas, sangrado, fiebre o dolor abdominal intenso, es importante estar alerta ante cualquier síntoma inusual y buscar atención médica de su médico.
Riesgos de la amniocentesis en el embarazo
En la amniocentesis durante el embarazo, se realiza una punción con una aguja larga y delgada, que se inserta a través de la pared abdominal por la cual fluye el líquido amniótico por la pared uterina y el saco amniótico. La aguja se extrae con mucho cuidado después de recibir de 20 a 25 ml de líquido amniótico. Descrito de esta forma, es considerable que se puedan presentar riesgos asociados al procedimiento.
En general, la amniocentesis es un procedimiento seguro y controlado por ecografía para evitar dañar al feto,
pero también tiene sus propios riesgos, como ocurre con otros procedimientos médicos. Te mencionamos algunos a continuación:
- Pérdida del embarazo: el riesgo de pérdida del embarazo después de una amniocentesis es relativamente bajo, pero puede ocurrir en aproximadamente 1 en 200.
- Fuga de líquido amniótico: puede provocar rotura prematura de membranas y parto prematuro.
- Infección: existe un pequeño riesgo de infección en el útero.
- Hemorragia: puede ocurrir sangrado después del procedimiento.
Respecto al porcentaje de riesgo de pérdida gestacional tiene la amniocentesis, el riesgo de pérdida del embarazo después de una amniocentesis es bajo, sin embargo, este riesgo debe evaluarse en el contexto de cada situación individual y compararse con el riesgo de tener un bebé con una anomalía cromosómica no diagnosticada.
¿Qué prueba sustituye a la amniocentesis?
En los últimos años, han surgido varias pruebas de diagnóstico prenatal no invasivas, entre ellas el análisis del ADN fetal en sangre materna. Estas pruebas son menos invasivas que la amniocentesis y pueden detectar algunas de las mismas anomalías cromosómicas. No obstante, la amniocentesis sigue siendo el método más fiable para identificar numerosos trastornos genéticos.
La decisión de realizar una amniocentesis es personal y debe tomarse después de discutir los riesgos y beneficios con el médico. Asimismo, es importante que la paciente se sienta informada y tranquila con la decisión que está tomando. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que esta información tiene fines educativos únicamente y no sustituye el consejo médico. Siempre consulta a un profesional para obtener información personalizada sobre tu embarazo.
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