Tipos de leche de fórmula para bebés

No hay dudas de que la lactancia materna es el alimento ideal, natural y perfecto para el bebé. Esta contiene todos los componentes necesarios para el fortalecimiento de su cuerpo en proporciones adecuadas, además de ofrecer una protección inmunológica y una relación estrecha entre la madre y el bebé.

Cuándo elegir la leche de fórmula

En algunas ocasiones, la madre no puede amamantar al bebé, sea por decisión propia, por condiciones de salud o por trabajo. Es aquí donde la leche de fórmula se presenta como la alternativa correcta para su alimentación. La leche de fórmula, también llamada de sustitución o artificial, es una preparación de proteínas, vitaminas, minerales y grasas, creada especialmente para la nutrición del bebé en su primer año de vida.

Esta leche artificial es usada para sustituir, total o parcialmente, la leche materna en los primeros meses. Puede ser utilizada como un complemento de la leche materna o como una continuación para reforzar su nutrición después del destete. En este artículo, te mostramos las principales diferencias entre la leche materna y la leche de fórmula.

Ahora bien, según la Asociación Española de Pediatría (AEP), la edad recomendada para comenzar a ofrecer leche de fórmula al bebé es a los 6 meses, pues es cuando sus órganos ya están preparados para digerir una leche artificial adecuadamente, sin el riesgo de desencadenar afecciones como alergias a sus componentes.

La composición de la leche de fórmula puede variar en función los requerimientos nutricionales del bebé. Los tipos de leche de fórmula para bebés tienen diferentes características, basadas en sus componentes y en su modo de elaboración.

De acuerdo al origen de su proteína, la etapa del bebé para la que está hecha, o condiciones especiales, existen varios tipos de leches de fórmula para bebés:

1. Leche de vaca: representa el 80% del total de las leches de fórmula. Contiene lactosa, un azúcar de la leche, además de aceites vegetales y otras grasas de fácil digestión como el DHA. Es enriquecida con vitaminas, minerales como el hierro, probióticos y otros componentes necesarios para el crecimiento del bebé.
2. Leche de soja: es una leche de origen vegetal, cuyo componente proteico se obtiene de la proteína purificada de la soja, por lo que no contienen lactosa. En cambio, contiene otro carbohidrato como glucosa o sacarosa. Especial para bebés con padres vegetarianos, veganos o que sean intolerantes a la lactosa. La leche de soja, la leche de vaca y la leche de cabra son la base proteica de las leches de fórmula.
3. Leche de fórmula adaptada: son leches que buscan parecerse a la composición de la leche materna. Contienen ácidos grasos poliinsaturados, oligosacáridos y nucleótidos, entre otros.
4. Leche de fórmula especial: son aquellas leches de fórmula preparadas pensando en bebés que han desarrollado problemas en la digestión, absorción o intolerancia a alguna sustancia.
5. Hidrolizados de proteína: son leches de formula donde las proteínas se descomponen en proteínas más pequeñas para una mejor digestión. Se les llama proteínas hidrolizadas o predigeridas. Ideal para niños alérgicos
6. Leche para bebés prematuros: necesitan un mayor aporte de calorías y de nutrientes.
7. Leche para recién nacidos: especial para los primeros días, pues son ricas en calorías.
8. Leche sin lactosa: para niños alérgicos a los componentes de la leche de vaca.
9. Leche antiestreñimiento: contiene mayor proporción de ácido palmítico, para que las grasas sean más parecidas a las de la leche humana y así evitar este malestar en el bebé.
10. Leche antiregurgitación: uno de los tipos de leche de fórmula ideal para bebés que no aumenten de peso y donde este malestar sea constante.
11. Leche anticólico: tienen menos cantidad de lactosa para prevenir el exceso de gases abdominales y prebióticos para formar flora intestinal más saludable.

Clasificación de la leche de fórmula para bebés según la edad

Según la edad del bebé, la leches de fórmula se clasifica en los siguientes tipos:

• Leche de fórmula de inicio (Tipo I): cuando esta leche es el único alimento que se ofrece desde su nacimiento hasta los 6 meses. Es una leche adaptada para estas primeras etapas. Contiene propiedades nutritivas más parecidas a la leche materna.
• Leche de fórmula de continuación (Tipo II): es aquella que se elabora para bebés a partir de los 6 meses y puede ofrecerse hasta los 3 años. Ofrece mejores propiedades nutricionales que la leche de vaca.
• Leche de fórmula de crecimiento (Tipo IIII): las que se ofrecen a partir del año de vida. Entre sus características destacan una mayor densidad calórica, mayor cantidad de proteínas, calcio y fósforo y deben estar suplementadas con hierro. Eso sí, vale la pena recordar que, después del año, el bebé puede consumir leche de vaca sin problema.

A la hora de elegir la mejor leche de fórmula para tu bebé, debes guiarte por las recomendaciones del pediatra y, además, te recomendamos tener en cuenta los siguientes factores:

• Elige la presentación que más se adecue a tus necesidades: puedes encontrarlas listas para servir, que suelen ser más caras, y las concentradas o en polvo que deben ser preparadas previamente.
• Elige la leche de fórmula adecuada para su edad: ya sea de inicio, de continuación o de crecimiento.
• Evalúa el contenido de nutrientes: todas las leches de fórmula para bebés contienen vitaminas y minerales como hierro, calcio y vitamina C y D, sin embargo, conviene que evalúes la cantidad de los mismos y si llevan otros nutrientes como complemento.
• Valora el índice de grasas: los ácidos grasos son necesarios para el fortalecimiento del sistema nervioso del bebé y para la obtención de energía. El índice recomendado de grasas en una leche de fórmula es de alrededor de 3,8 gr por cada 100 ml, es decir, la cantidad que provee la leche materna.
• Proteínas de le leche de fórmula: es importante identificar la cantidad de proteínas que aporta esta leche por cada 100 ml. Durante el primer año de vida la cantidad debe ser alrededor de 0,9 o 1 gr por cada 100 ml.
• Conviene que tengan suplementos, como los pre y probióticos, para su salud intestinal.

Antes de elegir una leche de fórmula, lo mejor es seguir las indicaciones del o la pediatra, pues es quien sabe cuál es la adecuada para el bebé, basándose en características como la edad, el peso y su estado de salud.

Además, es importante evaluar las posibles reacciones que pueda presentar el bebé después de consumir leche de fórmula, en especial si se está introduciendo pues, en ocasiones, puede desencadenar diarrea, alergias e intolerancias. Ante la presencia de estos síntomas, contacta con el pediatra, quien te indicará que leche debe tomar el bebé para evitar estos síntomas.

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