Tipos de embarazo y sus síntomas

Este es el tipo de embarazo más común. El embarazo intrauterino es conocido como embarazo normal, ya que la concepción ocurre en la posición correcta. Es decir, la unión del óvulo y el espermatozoide se produce en la trompa de Falopio.

El embrión se ubicará en el útero, donde podrá implantarse para desarrollarse sin complicaciones y crecer con éxito, nutriéndose a través de la placenta y el cordón umbilical. Este embarazo se divide en tres trimestres y debería durar alrededor de 40 semanas.

También conocido como embarazo múltiple, el embarazo gemelar puede producirse de dos formas distintas:

• Hermanos mellizos: varios espermatozoides se unen a más de un óvulo y producen muchos cigotos, que tendrán una placenta individual. y serán hermanos mellizos.
• Hermanos gemelos: un espermatozoide fecunda un óvulo que se duplica al dividirse. En este caso, un mismo cigoto compartirá la placenta y el saco amniótico.

Si quieres saber más acerca de este tema puedes leer Las 10 diferencias entre gemelos y mellizos.

En este tipo de embarazo se produce la formación del cigoto mediante la unión del el óvulo y el espermatozoide, pero el embrión no se implanta en el útero. Por consiguiente, el bebé comienza a desarrollarse por fuera del mismo, generalmente en la misma trompa de Falopio, dentro de uno de los conductos a través de los que el óvulo pasa del ovario al útero. Asimismo, también pueden implantarse en el ovario, en el cuello uterino o cervical.

El embarazo ectópico es un tipo de embarazo grave, surgido como consecuencia de algún tipo de alteración que causa obstrucción o retrasa el paso del óvulo ya fecundado a través de las trompas de Falopio para que pueda llegar al útero. Una vez detectado, es necesario interrumpir el embarazo y realizar un legrado en caso de que el aborto no se produzca espontáneamente.

Síntomas del embarazo ectópico

Algunos síntomas del embarazo ectópico son: sangrado vaginal, dolor en la parte inferior del abdomen o en el área de la pelvis, calambres, mareos intensos, náuseas, dolor en la parte baja de la espalda, cólicos, debilidad. A medida que pasa el tiempo, los síntomas pueden empeorar a desmayos, pérdida de la conciencia, dolor muy fuerte en la parte inferior del abdomen.

Por otra parte, si quieres intentar quedarte embarazada nuevamente podrás volver a intentarlo a partir de los tres meses de pasar por el embarazo ectópico.

También conocido como mola hidatiforme, el embarazo molar es uno de los más peligrosos. Este tipo de embarazo se produce cuando un óvulo no se fecunda correctamente y la placenta crece de forma descontrolada, dando lugar a varios quistes. Si la placenta crece con normalidad pero no hay feto recibe el nombre de embarazo molar completo.

El tratamiento del embarazo molar consiste en realizar un legrado uterino, con extracción total de las estructuras que se formaron. No se recomienda buscar otro embarazo en por lo menos 12 meses, tiempo durante el cual la persona debe permanecer en control y chequeo médico en busca de algún tipo de tejido anormal que pueda conducir a desarrollar un tumor uterino.

El embarazo intra-abdominal puede presentarse cuando la embarazada ha tenido cesáreas anteriores, ya que la cicatriz debilita el área y produce una abertura por la cual el feto podría desplazarse hacia el abdomen.

Si el embarazo está empezando, lo más recomendable en estos casos sería interrumpirlo. Si, por el contrario, el embarazo ya está avanzado, existen medidas para que consiga llegar a buen término.

Existen muchos embarazos que son considerados de alto riesgo. Este tipo de embarazos pueden estar condicionados por diversos factores, como por ejemplo:

• Edad materna.
• Embarazo gemelar.
• Enfermedades graves en la madre.
• Hipertensión en el embarazo.
• Diabetes gestacional.

¿Cómo saber si estoy embarazada? La mayoría de embarazos empiezan con los síntomas comunes mencionados a continuación:

• Ausencia de regla o amenorrea.
• Flujo vaginal aumentado de color blanquecino y con aspecto lechoso, sin mal olor.
• Náuseas y vómitos matutinos.
• Gases, estreñimiento, acidez estomacal.
• Dolor abdominal, tipo cólico.
• Dolor en los pechos y aumento en la sensibilidad mamaria.
• Ganas frecuentes de orinar.
• Sensación de sueño y cansancio constante.

Sin embargo, aunque estos son los síntomas más comunes que hay que tener en cuenta ante la sospecha de embarazo, la única forma de saber si la gestación se va a desarrollar de forma normal o no será mediante la primera visita médica.

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