Segundo embarazo a los 40: probabilidad, riesgos y ventajas

Las mujeres son cada vez más autónomas a la hora de construir su vida, lograr metas o anhelos personales y, por supuesto, para decidir en qué momento quieren convertirse en madres. Es común escuchar que este momento debe ser antes de los 30 años y la ciencia sustenta esta creencia, pues mientras más edad tenga la mujer menor será su reserva ovárica.

Las mujeres nacemos con una cantidad de óvulos predeterminada que no se multiplica con el tiempo. Con cada ciclo menstrual esta reserva va disminuyendo, lo que significa que con los años aumenta la dificultad de quedarse embarazada, pues la cantidad de óvulos óptimos para que puedan ser fertilizados por el espermatozoide se reducen.

Concretamente, se estima que a los 40 años la concentración de óvulos ha disminuido un 85%. Esta parece ser una cifra bastante alarmante para lograr embarazarse, pero no significa que sea imposible lograrlo. Es importante cuidarse más de la cuenta y cumplir las recomendaciones del médico, pues la baja calidad de los óvulos puede traer como resultado enfermedades genéticas en los bebés.

Con el propósito de detectar y evitar a tiempo posibles complicaciones, es necesario realizar evaluaciones médicas de forma más rigurosa y seguida.

Con el paso de los años el sistema reproductivo envejece. Por este motivo, pensar en un segundo embarazo a los 40 años representa riesgos, la mayoría relacionados con enfermedades propias de esta edad. Además, las dolencias también pueden ser consecuencia del mal funcionamiento del útero y de la placenta o de factores como el estrés, la presión arterial elevada o defectos en el suministro de oxígeno.

Por todo ello, a continuación, veremos cuáles son los riesgos de un segundo embarazo a los 40:

• Desarrollo de defectos en los cromosomas del bebé.
• Afecciones cardíacas leves o moderadas.
• Síndrome de Down.
• Crecimiento intrauterino deficiente, es decir, los bebés no crecen adecuadamente en el útero de la madre.
• Riesgo de nacimiento antes de tiempo (parto prematuro).
• Pérdida del embarazo.
• Riesgo de hipertensión arterial en la madre (pre-eclampsia, eclampsia).
• Trastornos metabólicos.
• Desarrollo de diabetes gestacional.
• Defectos placentarios.

En la actualidad, existen diversos métodos que permiten planificar la vida reproductiva de las mujeres, hasta tal punto que pueden decidir en qué momento embarazarse. La ciencia médica asegura que la edad adecuada para hacerlo se encuentra entre los 18 y los 30 años, teniendo como límite los 35 años.

Entonces, ¿qué ocurre cuando teniendo 40 años, se produce un segundo embarazo? En caso que no existan antecedentes de enfermedad previos y la mujer cuenta con buena salud, la maternidad a los 40 puede traer los siguientes beneficios:

• La descarga hormonal que produce el embarazo es beneficiosa para agudizar la memoria y fortalecer la agudeza mental. Concretamente, la progesterona favorece la formación de tejido cerebral y el estrógeno fortalece la estructura cerebral del bebé.
• El metabolismo de la madre se equilibra gracias a la acción constante del sistema endocrino. Este permite que las funciones del cuerpo sean más eficientes.
• La apariencia de la piel mejora notablemente. Además, el cabello luce más brillante y menos quebradizo.
• El sistema cardiovascular se ejercita constantemente, gracias al aumento del volumen sanguíneo que permite el bombeo constante, como si la madre se encontrara en una carrera maratónica constante.
• La madurez de las mujeres de 40 años disminuye los riesgos que pueden afectar al bebé. Por ejemplo, se preocupan más por tener hábitos alimenticios saludables, cuidar su cuerpo, cuidar el aumento de peso descontrolado, así como de evitar sustancias tóxicas o costumbres dañinas. Además, planifican la maternidad de forma responsable y tiene mayor seguridad durante el proceso.

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