¿Se puede tomar kombucha en el embarazo y la lactancia?

La kombucha es una bebida fermentada elaborada a base de té verde o negro, azúcar, bacteria y levaduras. Se realiza a partir de un SCOBY (Symbiotic Colony of Bacteria and Yeasts), es decir, un cultivo plano y redondo de bacterias y levaduras, a la que se le coloca té y azúcar, dejándola fermentar a temperatura ambiente durante algunas semanas.

Los beneficios que se le atribuyen a la kombucha se deben a su composición, pues es rica en microorganismos probióticos (bacterias acéticas y lácticas), antibióticos, aminoácidos, polifenoles del té, azúcares, ácidos orgánicos, etanol, vitaminas B1, B2, B3, B6, B12, C, D, E, K, ácido fólico, y micronutrientes producidos durante la fermentación.

Propiedades de la kombucha

¿Cuáles son los beneficios de la kombucha? Entre las propiedades del té de kombucha destacan las siguientes:

• Aumenta la energía.
• Es una bebida probiótica, por lo que equilibra y regula la flora intestinal.
• Mejora las digestiones y previene el estreñimiento.
• Hidrata.
• Es desintoxicante gracias a los ácidos orgánicos que contiene, especialmente el ácido glucurónico.
• Fortalece el sistema inmunológico y tiene propiedades antibacterianas.
• Mejora el funcionamiento hepático y desintoxica el organismo.
• Previene la diabetes.
• Mejora la salud cardiovascular, previene la hipertensión arterial y favorece la circulación sanguínea.
• Es diurética.

¿La kombucha es apta para embarazadas? En la actualidad, existen pocos estudios científicos sobre los efectos del consumo de esta bebida en las personas, menos aún durante el embarazo o lactancia. Sin embargo, para determinar si es bueno o malo consumirlo en estas etapas, es importante conocer algunas de las características que adquiere la kombucha tras su fermentación. A continuación, te mostramos algunas de ellas:

1. Contiene alcohol

El té de kombucha contiene cierta cantidad de alcohol que se obtiene de forma natural por el proceso de la fermentación. El porcentaje de alcohol que tiene la kombucha es del 0,5% de alcohol por volumen aproximadamente, es decir, una décima parte de lo que hay en una cerveza promedio. Sin embargo, esta cantidad puede ser mayor, cuando se elabora en el hogar, aumentando alrededor de un 3%.

Ciertamente, no se ha determinado que cantidad de alcohol puede ser seguro durante el embarazo, por eso, los especialistas recomiendan evitar el consumo de alcohol en esta etapa. En el caso de la lactancia, esta pequeña cantidad de alcohol presente en la kombucha puede pasar a través de la leche materna al bebé, siendo más difícil metabolizarlo dada la inmadurez de sus órganos.

2. Contiene cafeína

La base de esta bebida es té negro o verde, de allí la cantidad de cafeína que posee. Gran parte de esta se reduce en la fermentación, por lo que no debería suponer un problema durante la gestación o la lactancia, sin embargo, si se toman grandes cantidades de esta bebida al día, además de café, té, o chocolate durante el día, la cantidad podría exceder de 200 mg, que es lo recomendado por los médicos.

3. No es pasteurizada

La pasteurización es un proceso donde a través de un tratamiento con calor, se eliminan microorganismos dañinos que pudieran estar presentes en los alimentos. El té de kombucha elaborado en el hogar o artesanalmente, no es pasteurizado, y dada las propiedades probióticas de esta bebida, la hace más susceptible la contaminación con microorganismos dañinos, especialmente bacterias y levaduras.

Como sabemos, durante el embarazo se deben evitar todos los alimentos crudos, poco cocidos o sin pasteurizar por el riesgo de adquirir una infección que pueda transmitirse al bebé. Bacterias como la listeria y salmonella, pueden proliferar en esta bebida, pudiendo traer complicaciones graves para la madre y el bebé.

4. Es ácida

Tras su fermentación, la kombucha produce ácido acético, que es lo que le confiere su sabor característico. Aunque esto no supone un problema, los alimentos ácidos deben evitarse, especialmente en el embarazo, para evitar malestares gastrointestinales.

Se debe tener en cuenta que todo los que se consume durante el embarazo pasa al bebé de manera indirecta, por eso, es recomendable evitar o disminuir el consumo de este tipo de bebida para evitar posibles efectos negativos en el bebé. De igual manera, E-lactancia considera esta bebida poco segura mientras se amamanta, incluyéndola en riesgo alto dentro de su clasificación.

Cómo tomar kombucha en el embarazo o la lactancia

Como has podido ver, lo ideal es evitar consumir esta bebida durante el embarazo o la lactancia para prevenir afecciones que puedan incidir negativamente en la salud del bebé. Ahora bien, si aun así decides consumirla, será necesario que acudas a un especialista para obtener su aprobación, además de tener en cuenta las siguientes precauciones:

• Limita el consumo a solo 4 onzas diarias.
• Procura que la kombucha sea preparada industrialmente y elige la versión no alcohólica, que contiene menos de 0,5% de alcohol.
• Bebe más de 8 vasos de agua al día.
• Ten en cuenta los posibles efectos secundarios y, en el caso de que estés amamantando, evalúa las evacuaciones del bebé y si presenta problemas para dormir.

La kombucha es una bebida que puede aportar grandes beneficios a la salud, sin embargo, durante el embarazo y la lactancia, su consumo parece no ser tan conveniente, pues puede aumentar el riesgo de padecer alguna de estas condiciones:

• Aunque la kombucha contiene un bajo grado de alcohol, es importante tener en cuenta que el consumo de alcohol en el embarazo aumenta el riesgo de malformaciones congénitas, bajo peso al nacer, abortos espontáneos, partos prematuros y problemas de aprendizaje a futuro.
• En cuanto a la lactancia, al pasar el alcohol a través de la leche materna, se incrementa el riesgo de que el bebé presente problemas en el desarrollo, comportamiento y el aprendizaje.
• Consumir más de 200 mg de cafeína en el embarazo aumenta el riesgo de abortos espontáneos y bebés con bajo peso al nacer. En cuanto a la lactancia, la cafeína puede pasar al bebé y causarle problemas para dormir.
• Tomar kombucha en estas etapas aumenta el riesgo de adquirir infecciones como la listeriosis y salmonelosis, entre otras, que pueden comprometer la salud del bebé en formación.
• La acidez de esta bebida puede empeorar los malestares gastrointestinales propios del embarazo, entre los que destaca la acidez estomacal. Puede también aumentar el riesgo de desarrollar caries en esta etapa.
• El consumo de kombucha durante la lactancia aumenta el riesgo de episodios diarreicos en el bebé debido a la inmadurez de su sistema digestivo.
• Consumir kombucha puede desencadenar reacciones alérgicas en la gestante, y posteriormente durante la lactancia, en el bebé.

En definitiva, por la falta de estudios relacionados sobre este tema y las posibles consecuencias sobre la salud de la madre y el bebé, es recomendable evitar consumir kombucha durante el embarazo y la lactancia debido a la cafeína, el contenido de alcohol, la falta de pasteurización y el riesgo de contaminación.

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