Romper aguas sin contracciones: ¿es posible, cómo detectarlo y qué hacer?

Romper aguas sin contracciones: ¿es posible, cómo detectarlo y qué hacer?

Romper aguas es una de las señales que indican a la embarazada de la proximidad del parto. Al ocurrir esto, el cuerpo se libera de parte del líquido amniótico donde se encuentra suspendido al bebé. Esta señal habitualmente viene acompañada de las contracciones, pero ¿qué pasa rompemos aguas sin contracciones?

En este artículo de paraBebés, hablaremos sobre si es posible romper aguas sin contracciones. Te explicaremos cómo podemos detectarlo y qué hacer cuando las contracciones no llegan, pero ya hemos roto las membranas. También te damos algunos consejos sobre qué hacer en esta situación para asegurarte que todo marcha correctamente.

¿Es posible romper aguas sin contracciones?

Romper aguas es uno de los indicativos de que el parto es inminente. Esta señal se da cuando la bolsa amniótica se rompe y libera el líquido que rodea al bebé durante toda la gestación. Esto generalmente ocurre a partir de la semana 37 de embarazo, cuando el bebé ya está a término o listo para su nacimiento.

Esta rotura se da cuando hay un aumento de la presión intrauterina estimulada por las contracciones, cuando se dilata el cuello uterino y cuando se libera el tapón mucoso, una secreción que se encuentra en la canal cervical. En algunas mujeres esto no sucede, ya que hay un rompimiento de membranas sin que haya comenzado las contracciones uterinas.

Romper aguas poco a poco sin contracciones

Se puede romper aguas sin tener contracciones. De hecho, un 15% de las embarazadas puede romper aguas sin contracciones, sin que esto represente un problema para el parto, pero veamos porque sucede.

Si esto ocurre, es probable que en las horas posteriores comiencen las contracciones, por lo que debes ir preparándote para acudir al hospital. Por el contrario, si has roto aguas y tienes más de 37 semanas, pero las contracciones no llegan en un periodo de 24 horas, el médico encargado de tu atención puede inducir el parto mediante la colocación de oxitocina.

La importancia de romper membranas sin que aparezcan las contracciones uterinas es que la bolsa amniótica sirve como un escudo protector ante infecciones. Si este escudo está roto, bacterias que están presentes en el canal vaginal pueden ingresar al útero e infectar. Esto solo sucede si ha pasado más de 24 horas sin que comience el trabajo de parto. En algunos casos se inicia antibioticoterapia preventiva.

Cómo detectar si rompes aguas sin contracciones

El romper aguas es un síntoma característico. Notaras que sale mucha agua caliente de ti, sin que puedas pararlo, como si estuvieras orinándote encima. Se diferencia de la orina por su color y olor. El líquido amniótico es claro transparente y sin olor. Puedes diferenciarlo también porque no puedes controlar su salida.

No esperes que la ruptura de membranas sea como lo hemos visto muchas veces por la televisión, ya que, en ocasiones es muy suave y continua y en otras se van perdiendo pequeños y constantes chorros. Todo depende del tamaño de la rotura de la bolsa. Ante todo, debes estar pendiente de valorar los líquidos perdidos y, si tienes dudas, consultarlo con tu ginecólogo/a.

Qué hacer al romper aguas sin contracciones

Al romper aguas, lo primero que debes hacer es evaluar la situación. Valora la semana de embarazo en la que te encuentras, si es antes de las 37 semanas, debes acudir de inmediato al hospital para que el ginecólogo/a evalué tu embarazo. A esto se le llama ruptura prematura de membranas y requiere evaluación médica. De no ser así, a continuación, veremos qué hacer al romper aguas sin contracciones.

Valora las características líquido

Si tienes más de 37 semanas,tu actuación va a depender del color del líquido amniótico. Debes valorar las características del líquido perdido. El color debe ser claro, transparente y sin olor.

De ser así, puedes tomarte tu tiempo para organizar qué llevar al hospital para el parto, llamar a tu pareja y a tus familiares cercanos, ducharte, comer algo ligero y acudir al hospital, con calma y sin prisa. En este tiempo, es muy probable que lleguen las primeras contracciones. Si el líquido tiene un color amarillo fuerte, verdoso, tiene un olor desagradable o tiene sangre, debes acudir en la brevedad posible para la valoración de tu ginecólogo/a.

Acude al hospital

Si te preguntas si cuando se rompe aguas hay que ir al hospital, la respuesta es afirmativa. Al llegar allí, te preguntaran la hora en la que rompiste aguas y el color del líquido amniótico, registraran tu ingreso y te realizaran la valoración médica. Si aún no hay contracciones, pueden esperar a que tu parto evolucione espontáneamente, unas 12 a 24 horas. En este tiempo, el 90% de las mujeres comienza el trabajo de parto, sin necesidad de tratamiento.

En caso de que no ocurra, el personal sanitario tomará la decisión de inducir el parto para estimular las contracciones de parto y así evitar el riesgo de sufrimiento del bebé y de infección. Esta inducción puede requerir tu consentimiento.

Pon en práctica todo lo aprendido

Durante todo el embarazo te preparaste para este momento. Ponlo en práctica con la ayuda de tu matrona, quien puede indicarte algunas técnicas naturales para favorecer las contracciones como la estimulación de los pezones. Esto ayuda a producir la oxitocina, hormona encargada de las contracciones uterinas y de la eyección de leche materna. Ante todo, debes mantener la calma.

Romper aguas indica que el bebé esta pronto a nacer. Debes estar atenta a los cambios de tu cuerpo y al ritmo de las contracciones que, aunque pueden tardarse, seguro llegarán. Es importante que hables con el personal de salud acerca de estas dudas, para que en el momento que llegue el parto sepas actuar de la mejor manera. En este artículo, encontrarás información sobre los tipos de parto y sus características.

Si deseas leer más artículos parecidos a Romper aguas sin contracciones: ¿es posible, cómo detectarlo y qué hacer?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Dar a luz.

Bibliografía
  • Carvajal, J. (2018). Manual de Obstetricia y ginecología. Chile. IX edición.
  • Cunningham, G. (2019). Williams. Obstetricia. Argentina: Editorial MacGraw-Hill.
  • De la Cueva, P. Cuando la bolsa se rompe. Revista el mundo de tu bebé Nº 221. Recuperado de: https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/documentos/revistatubebe/Tu_Bebe_221_Rotura_Bolsa.pdf
  • Klein, S; Miller, S; Thomson, F. (2013). Un libro para las parteras. EEUU. Recuperado de : https://es.hesperian.org/hhg/Un_libro_para_parteras