¿Qué frutas puede comer un bebé de 6 meses?

El plátano es conocido por su alto contenido en potasio, un mineral esencial para el cuerpo humano. Es una fruta perfecta para llevarla de snack o merienda fuera de casa, ya que se pela fácilmente y no mancha. En caso de practicar BLW dejaremos un trozo de cáscara para que no se resbale de la mano.

Es una de las frutas con menos contenido de agua, por lo que puede contribuir al estreñimiento. Además, es normal encontrar manchas negras en la caca del bebé después de su ingesta.

Cuenta con vitamina C y vitamina K principalmente. Es una fruta bastante dulce y que podemos encontrar en cualquier temporada, por lo que les encantará a los bebés.

Se puede ofrecer en papilla o en forma de bastones con un poco de piel para que no se les resbale de la mano. Al tener un alto contenido de agua, es blanda y les encantará comerla a mordiscos.

La manzana es uno de los alimentos que no se puede dar cruda hasta que a los niños y niñas no les salgan los molares ya que es demasiado dura para gestionarla. Podemos ofrecerla en papilla o en formato sólido siempre y cuando esté cocinada al horno, al microondas, en tortitas... podemos encontrarlas durante todo el año, pero su temporada es en otoño y tiene un gran poder saciante.

Las naranjas y las mandarinas tienen un alto contenido en vitamina C que facilita la absorción de hierro. Es muy típico hacer zumo con estas frutas, pero no es lo más recomendable y debería comerse en su totalidad. El zumo, solo aportaría azúcar dejando a un lado la fibra.

Podemos ofrecer a nuestro bebé un gajo de naranja o mandarina asegurándonos de que está libre de pepitas y quitando parte de la piel para evitar riesgo de atragantamiento.

El kiwi también se encuentra dentro de los alimentos con un alto contenido en vitamina C. Tiene un gran poder laxante, por lo que será un gran aliado si nuestro bebé está estreñido. En papilla combina muy bien junto con la manzana o el plátano. También se puede ofrecer en gajos cortados a la larga para facilitar su agarre.

Son las frutas por excelencia del verano. Su alto contenido en agua y su temperatura al sacarlos de la nevera, los hacen alimentos perfectos para combatir las altas temperaturas. Al ser tan aguados y blandos, es mejor evitar triturarlos y podemos ofrecérselo a nuestro bebé en forma de triángulo con un trozo de cáscara. Solo debemos asegurarnos de que no tengan pepitas.

Son frutos muy semejantes, muy dulces y su piel tiene lo que se denomina pelo. Hace unos años se recomendaba introducirlos de forma tardía, esperando al año o incluso a los 18 meses ya que tienen más posibilidades de causar reacciones alérgicas, al igual que las fresas.

En las últimas recomendaciones que hace la OMS y la AEDP en el año 2019, indican que se pueden introducir desde los 6 meses de edad sin problema y que, además, una introducción temprana puede evitar alergias futuras. Con ellos podemos elaborar papillas o ofrecer gajos largos para que los bebés los coman solos.

Las fresas son una de las frutas más sabrosas. También cuentan con un montón de vitamina C entre sus propiedades y se pueden ofrecer en papillas, batidos con leche o cortadas en 4 trozos a la larga.

Las cerezas son una de las frutas con mayor contenido de antioxidantes. Su sabor dulce las hace un acompañamiento perfecto para porridge o papillas de fresas y frutos rojos. También se pueden ofrecer sin hueso y cortadas en cuartos.

El aguacate es una fruta muy versátil y muy beneficiosa, tiene mucho potasio multitud de vitaminas y es bajo en colesterol. Se puede ofrecer crudo en trozos, cocinado en alguna receta al horno, como aliño para la pasta, en forma de guacamole o untado en pan o tostadas.

Por lo tanto, para ofrecer este alimento es mejor olvidarnos de las papillas y presentarlo de alguna de estas formas.

En definitiva, podemos dar a nuestro bebé cualquier fruta que nos apetezca, esto solo son algunos ejemplos. Podemos empezar por aquellas que estén en temporada brindándoles a nuestros hijos e hijas todo un abanico de sabores, olores y colores. La fruta se puede ofrecer de forma ilimitada.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEDP), los bebés pueden comenzar a incorporar a su dieta alimentos diferentes a la leche materna o de fórmula a partir de los 6 meses de edad y siempre y cuando cumplan el resto de requisitos que nos indican que están preparados para ello:

• Haber perdido el reflejo de extrusión
• Mantenerse sentado sin apoyo
• Mostrar interés por la comida

Una vez llegados a este punto, podemos empezar a ofrecerles los alimentos saludables que se consuman en casa (frutas, verduras, pescados, carne, cereales, legumbres...) de forma paulatina. Para ello, debemos tener en cuenta los siguientes factores:

• Un alimento nuevo por día para que, en caso de reacción alérgica, sepamos identificar la causa
• Evitar las horas nocturnas para su introducción para poder estar atentos a las señales de alergia
• Aprovechar los alimentos de temporada

Aquí encontrarás toda la información necesaria sobre cómo introducir los alimentos sólidos al bebé. Una vez que conocemos estas pautas, vamos a ver cómo podemos ofrecerle la fruta a nuestro bebé.

Cuando nuestro bebé cumple los requisitos necesarios para comenzar la alimentación complementaria y tenemos claros los pasos para introducir la fruta, vamos a ver qué dos opciones tenemos para ofrecérsela:

• Papilla: para ello, debemos lavar cada pieza, pasarla por la batidora o chafar con el tenedor la o las frutas seleccionadas. Comenzaremos con una sola y, cada día podemos añadir una nueva y combinarlas como queramos. Por ejemplo, podemos hacer papilla de plátano, de plátano y manzana, de melocotón y naranja… las posibilidades son infinitas y podemos añadirle además leche de fórmula o leche materna para conseguir diferentes texturas. En cuanto a la cantidad, podemos empezar con media fruta y no combinar más de tres, ya que seguramente sobre papilla. Solo tenemos que pensar en nosotros mismos, no merendamos 3 piezas de fruta habitualmente, podemos comer una o dos, por ejemplo.
• Baby Led Weaning (BLW): con este método de alimentación, el bebé es quien se autorregula. La comida se ofrece sólida y en su formato original con un corte específico para cada una para facilitar su agarre y su gestión. El bebé también decide qué cantidad come. Lo veremos a continuación. Aquí puedes ver los beneficios del método Baby Led Weaning.
• Helados: solo necesitas triturar la fruta que quieras junto con un poco de leche de la que tome habitualmente (materna o de fórmula) y congelarlo en un molde adecuado. Puedes añadir copos de avena, cacao puro en polvo o canela en función de los ingredientes que tenga introducidos.
• En porridge: para hacer esta receta solo tienes que hervir durante unos minutos copos de avena en leche y, después, añadir la fruta que más te guste batida, chafada con el tenedor o en trozos.
• En tortitas o bizcochos elaborados con ingredientes ya introducidos.

La fruta se puede ofrecer de forma ilimitada y a en cualquier momento del día: para desayunar, para almorzar, de postre, para merendar...

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Qué frutas puede comer un bebé de 6 meses?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Alimentación del bebé.