Qué es la mamitis aguda en bebés y cómo quitarla

Cuando un bebé se queja y reclama la presencia de mamá o papá, no solo cuando cae o se enferma, sino también cuando necesita comer, vestirse, lavarse las manos, bañarse o dormir, estamos ante un caso de mamitis aguda. Sabemos que existe un vínculo especial padre-hijo, sobre todo en los primeros meses de vida.

En esta etapa las figuras de referencia son las más importantes para los bebés en este etapa, ya que aseguran su bienestar, seguridad y supervivencia. Por lo tanto, es totalmente lógico que los hijos prefieran a las personas que siempre están a su lado, con las que se han familiarizado y han establecido vínculos de apego, que a otras.

Esto les garantiza que si necesiten apoyo, cuando se caigan o se lastimen, cuando estén enfermos o asustados, la persona acudirá a cuidarlos, y esta acción les genera confianza. No obstante, si estas demandas de atención son exageradas, hasta el punto de absorber todo el tiempo y ser imposible desapegarlo. Entonces podemos hablar de mamitis aguda.

La mamitis aguda es una reacción que se presenta en los bebés, por falta de seguridad o exceso de afecto. Esto suele suceder cuando los bebés tienen miedo de que sus padres no los quieran o no se preocupen por ellos, o tienen miedo al ambiente que los rodea.

Este miedo los hace excesivamente dependientes de su figura preferida y se manifiesta con temor a la falta de atención, por lo que la respuesta es llorar y apegarse demasiado a su madre/padre. A continuación, te mostraremos los factores que promueven esta condición:

• El nacimiento de un hermanito.
• Enfermedad u hospitalización que requieren de más cuidados de lo habitual.
• Inicio de las actividades escolares.
• Inicio de jornadas laborales por parte de los padres.
• Padres están separados o divorciados.
• Muerte de un familiar.
• Cambios de casa o lugar de residencia.
• Cualquier condición que produzca molestias o dolor.

Es importante identificar los síntomas de la mamitis aguda en bebés para poder actuar. Los más importantes son:

• Lloran cuando los padres se separan de ellos. Si alguien tiene que vestirlos o cuidarlos, lloran todo el tiempo que se encuentren si sus padres. En este artículo profundizamos sobre mi bebé llora mucho: por qué y qué hacer.
• Demandan toda la atención de sus padres: buscan a mamá o papá, según sea la preferencia desarrollada, para realizar tareas cotidianas que no requieren mayor habilidad o acompañamiento, como es comer, dormir o vestirse.
• Se sienten estresados ​​y llorosos cuando están bajo la supervisión de otras personas, incluso si son familiares cercanos.
• Desarrollan ansiedad por separación, de hecho, el nombre no científico de esta condición es mamitis.

La mamitis aguda es una fase de transición que requiere de mucha paciencia y amor para superarla. A continuación, te exponemos algunas recomendaciones para superar esta etapa de la mejor manera posible:

• Fomenta la autonomía personal y la seguridad en sí mismo/a desde etapas tempranas de la vida.
• Evita la separación brusca, sobre todo si empieza la guardería. Lo adecuado es hacerlo de forma progresiva.
• Tu presencia es fundamental: si tienes una situación difícil (enfermedad, separación de los padres o mudanza).
• Establece normas y cúmplelas. Puedes turnar quién le busca al colegio, le da de comer, lo baña o lo acuesta a dormir. De esta forma sabrá que la autoridad es tuya.
• Demuéstrale confianza, usa su atención y déjalo hacer algo por su cuenta.
• Evite la sobreprotección, ya que esto puede fomentar esta actitud. Este este artículo te explicamos más sobre la sobreprotección infantil.
• Ayúdale a ganar un poco de confianza con otras personas cercanas, puedes acercarte lo más posible (lo suficiente para que el pequeño te vea) y deja que otros lo cuiden. Si el problema persiste, póngase en contacto con un especialista.
• Inventa juegos en casa, que es el lugar donde se siente más seguro y cómodo, y establece distancia entre ambos. Podrías colocarte en una habitación y hablarle mientras manejas la situación de desapego.
• No te alteres porque resulta contraproducente en estos casos.

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