Qué es el reflejo de prensión en un bebé y cómo estimularlo

Los reflejos son respuestas motoras involuntarias que aparecen tras un estímulo. Cuando estas respuestas ocurren desde el nacimiento, son llamados reflejos primitivos, y tienen como función la supervivencia del recién nacido. Con ellos los especialistas valoran el correcto desarrollo del sistema nervioso central del bebé.

Son varios los reflejos primitivos presentes en el bebé, entre ellos se encuentra el reflejo de prensión o agarre. Este reflejo, más evidente durante el primer y segundo mes de vida del bebé, se desencadena al presionar o estimular la palma de las manos o la planta de los pies del bebé.

Asimismo, existen dos tipos reflejos de prensión, explicados a continuación:

Reflejo de prensión palmar

En este reflejo, el bebé cierra su puño apretando con fuerza al sentir un estímulo en la palmade su mano, como un roce, una caricia o un objeto. Se puede evaluar poniendo un dedo, o un objeto como un lápiz en la palma abierta de la mano del bebé. Seguidamente notaremos como el bebé se aferrará a el dedo, cerrando su mano con fuerza.

Los bebés tienen mucha fuerza de prensión en las manos, hasta el punto de que casi se pueden levantar si ambas manos están aferradas a nuestros dedos. A medida que vayan pasando los meses, sin embargo, el bebé comenzará a adquirir destrezas y habilidades con sus manos con las que podrá controlar sus movimientos y coger solo los objetos que desee y, por consecuencia, el reflejo desaparecerá.

Reflejo de prensión plantar

El reflejo de prensión plantar se desencadena al presionar la parte superior de la planta del pie del bebé. Su reacción será la de recoger los dedos de los pies y flexionarlos con fuerza hacia abajo, intentando apretar y aferrarse el objeto que lo estimule. Este reflejo podemos observarlo al colocarle medias o zapatos al bebé, lo que podrá complicar esta sencilla tarea.

Según los expertos, el reflejo de prensión está relacionado con la evolución de la especie. Esta teoría afirma que nuestros antepasados tenían una gran cantidad de vello corporal y este reflejo ayudaba a los bebés a aferrarse al cuerpo de la madre.

Tanto el reflejo de prensión palmar como el reflejo de prensión plantar son reflejos primitivos, es decir, están presentes desde el momento del nacimiento. No obstante, estos reflejos tienden a desaparecer en distintos momentos.

En este sentido, el reflejo de presión palmar desaparece poco a poco y deja de manifestarse hacia los 5 o 6 meses de edad, cuando el bebé comienza a agarrar voluntariamente los objetos.

Por otra parte, el reflejo de presión plantar es más duradero y suele desaparecer unos meses después, alrededor de los 9 a los 12 meses de edad. En el caso de que estos reflejos perduren por más tiempo, será necesaria una evaluación neurológica del bebé.

El reflejo de prensión en los bebés sirve de guía a los especialistas para valorar el adecuado desarrollo del sistema nervioso central del bebé desde el momento del nacimiento. Si, por el contrario, el reflejo de prensión no está presente desde el nacimiento o tarda más tiempo del estimado en manifestarse, esto puede ser indicativo de la presencia de algún problema neurológico.

Por otro lado, el reflejo de prensión, como los demás reflejos, ayuda al bebé a desarrollar estructuras neuronales que permitan, en el caso del reflejo de prensión palmar, realizar movimientos voluntarios que favorezcan la adquisición de destrezas para el agarre de objetos, especialmente en la motricidad fina y gruesa del bebé.

Si te interesa saber cómo estimular la motricidad gruesa de tu bebé puedes leer el artículo Actividades de motricidad gruesa para bebés.

¿Cómo se estimula el reflejo de prensión de un bebé? Si quieres estimular el reflejo de prensión de tu hijo/a, puedes poner en práctica alguna de las siguientes actividades:

• Coloca tu dedo cerca de su mano para que el bebé lo agarre de manera firme y fuerte. Esta es la actividad más práctica con las que puedes estimular efectivamente el reflejo de prensión palmar.
• Coloca un objeto sobre la palma de la mano del bebé para que lo agarre y luego retíraselo. Repite varias veces este ejercicio para que el estímulo sea mayor.
• Acuesta al bebé boca arriba y presiona tus dedos meñiques en sus palmas para iniciar el reflejo de agarre. A continuación, levántalo lentamente (solo una pulgada) por 10 segundos, y procede a bajarlo suavemente. Primero, hazlo durante 10 segundos y ve aumentando, hasta llegar a los 60 segundos. Ten precaución, pues si el bebé se cansa, puede soltarse de repente.
• En cuanto al reflejo de prensión plantar, debes estimular la planta del pie del bebé con tu dedo o con un objeto como un lápiz. Observa como dobla sus dedos hacia adentro intentando aferrarse a el objeto que lo estimula. Puedes valorar también el reflejo de Babinski, pasando tu dedo por la planta del pie del bebé, este estirará sus deditos y luego los encogerá.

El reflejo de prensión está presente desde el nacimiento del bebé y se puede valorar tanto en las manos como en los pies, con el fin de evaluar cómo es su desarrollo neuronal. Por este motivo, si detectas que tu bebé no responde al estimular el reflejo de prensión palmar o plantar y esto persiste al pasar un año, será recomendable acudir a una evaluación pediátrica.

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