¿Puedo estar embarazada sin síntomas?

Es habitual que las mujeres cuando se quedan embarazadas sientan algún síntoma que antes de quedarse en estado no tenían. Pero en algunos casos, estas señales no aparecen y esto no tiene por qué ser señal de que exista algún problema con la gestación, simplemente nos quiere decir que cada cuerpo es un mundo. Incluso tratándose de la misma mujer, en diferentes etapas de su vida y en distintos embarazos puede notar unos síntomas u otros, o directamente no sentirlos. En principio esto es completamente normal, estés embarazada de seis semanas o de más.

Estas futuras mamás “afortunadas” no tienen náuseas al despertarse por las mañanas ni a lo largo de la jornada y mucho menos vómitos. No suelen marearse, no se notan cansadas, no tienen más sueño ni más ganas de ir al baño a orinar.

Es una ventaja no sentirse mal con las molestias que puede llegar a producir el embarazo, pero también tiene sus inconvenientes. Si estas mujeres asintomáticas además tienen reglas irregulares, puede que no noten una falta en su regla y no descubran que están embarazadas hasta que se hace más evidente, perdiéndose algunas de las pruebas médicas importantes que se realizan durante el primer trimestre para saber que todo va bien. También ocurre si tienen algún sangrado que se pueda confundir con una regla, por lo que tampoco se piensa en un posible embarazo.

Los síntomas del embarazo son variados y comienzan a manifestarse a partir de la semana 4. En caso de no verlos reflejados en tu cuerpo, a continuación, te mostraremos algunas señales para que puedas identificarlos.

Ausencia de menstruación

Cuando las mujeres tienen períodos regulares es fácil saber cuando no les viene la menstruación, hecho que indica se ha producido la fecundación. El proceso que tiene lugar es el siguiente:

1. Inicia desde la última menstruación, momento en el que el cuerpo se prepara para recibir al espermatozoide, engrosado el endometrio para que tenga lugar la ovulación. Descubre cómo saber si estás ovulando: síntomas y cálculo.
2. Si el espermatozoide logra superar las barreras del endometrio, entonces tiene lugar la fecundación.
3. La fecundación se evidencia con los cambios bioquímicos que se muestran a partir de la semana 4 de embarazo, momento en el que el óvulo fecundado se implanta en el útero, bloqueando la salida y la entrada.
4. Por consiguiente, no tiene lugar la menstruación en el siguiente mes.

Entonces, ¿cómo saber si estoy embarazada y no tengo síntomas? La recomendación es que lleves un control menstrual adecuado para poder identificar a tiempo cuando tiene lugar alguna irregularidad.

Manchado después de la implantación

Durante las primeras semanas de embarazo es normal que aparezca un pequeño sangrado color marrón o rosado oscuro de cantidad moderada o mínima llamado sangrado de implantación. Al principio, tal vez lo confundas con tu menstruación, pero las características son muy distintas ya que, por ejemplo, no es de color rojo ni abundante. En este artículo, te contamos cómo saber si es sangrado de implantación o regla.

Dolor de cabeza intenso

Si estás embarazada es probable que experimentes dolor de cabeza con más frecuencia que de costumbre. Este malestar está asociado a los cambios hormonales y procesos bioquímicos que ocurren en en el cuerpo de las mujeres embarazadas. Aunque no es un síntoma único y excluyente, puede tener relación y es adecuado consultar con el especialista.

Dolor de vientre

¿Qué se siente en el estómago cuando estás embarazada? Puedes tener molestias de vientre muy parecidas a los dolores asociados a la menstruación, con la diferencia de que no vas a sangrar cuando corresponda según tu calendario.

Otros síntomas

Otra de las señales para saber si estás embarazada, aunque no tengas síntomas pueden ser que experimentes sensaciones como mareos, acidez, ganas frecuentes de orinar o cansancio excesivo, entre otros como, por ejemplo:

• Tener el pecho más grande y con las areolas de un tono más oscuro.
• Mayor cantidad de flujo vaginal a causa de la formación del tapón mucoso, fabricado para proteger el interior del útero.
• Temperatura basal aumentada: para saber si es tu caso, puedes tomarte la temperatura con un termómetro cada mañana al despertarte, sin haberte levantado aún de la cama durante varios días seguidos. Anota las cifras y si observas un ligero aumento en vez de mantenerse estable, es probable que estés encinta.
• Rechazo a determinados olores que antes no producían esa reacción, sobre todo a partir del segundo mes.

El embarazo sin síntomas, aunque no es lo más común, sí que puede tener lugar. Pero la menstruación nunca puede aparecer mientras se esté embarazada. La gestación y la menstruación son incompatibles, ya que durante la regla se descama una capa del útero llamado endometrio. El endometrio es el encargado de anidar al óvulo y nutrirlo, con lo cual sin él sería imposible que el embrión se desarrollase. No se puede estar embaraza y menstruar, ni el primer mes.

Lo que sí nos podemos encontrar es un embarazo que no produzca ningún síntoma y con un sangrado vaginal puntual. Este manchado puede deberse al sangrado de la implantación, el cual será leve (entre 1 y 3 días) y tendrá un color rosado o marrón. Esta es la causa más habitual de sangrado leve al principio del embarazo, pero existen otros motivos que también pueden provocar sangrados asintomáticos, como por ejemplo si previamente se han tenido relaciones sexuales un poco bruscas o debido a los cambios hormonales propios del embarazo.

Si no presentas ningún síntoma pero crees que puedes estar embarazada, la mejor opción es realizarse un test de embarazo y/o acudir al médico para salir de dudas.

Cuando el embarazo transcurre sin malestares, no resulta tan preocupante como cuando los mismos dejan de manifestarse. Cuando se manifiestan los síntomas podemos pensar que todo marcha bien y el embarazo sigue su curso adecuadamente, sin embargo, la preocupación viene cuando disminuyen o desaparecen sin ninguna causa.

Cuando se produce la pérdida de síntomas del embarazo es esencial acudir al médico y someterse a una evaluación adecuada, sobre todo en caso de que disminuyan los movimientos fetales y el bebé muestre una actividad mínima o ausente. Estas manifestaciones puede ser una señal de aborto o una amenaza para el desarrollo del embarazo.

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