Por qué mi bebé se tapa la cara con la manta para dormir y qué hacer

Los bebés necesitan sentirse seguros mientras duermen, una sensación que solo experimentan cuando están cerca de sus padres. Aun así, en ocasiones, los pequeños cogen objetos, como peluches, mantas o juguetes, y los convierten en objetos preciados indispensables para dormir. Se les conoce como "objeto de apego u transicional", y su función es hacer que se sientan acompañados y protegidos a la hora de dormir.

Aun así, puede que te preguntes por qué mi bebé se tapa la cara con la manta para dormir. Es común que los pequeños desarrollen apego con la manta con la que duermen habitualmente, froten su cara y su nariz en ella y se tapen la cara con ella hasta conciliar el sueño. Así pues, tu hijo/a se tapa la cabeza para dormir porque le proporciona una sensación de comodidad y seguridad que favorece su descanso.

En este sentido, al taparse la cara con la manta, el bebé recrea los momentos en los que ha estado en contacto con su madre o seres queridos. Concretamente, se acuerda de cuando presiona su cara contra el pecho durante la lactancia, o cuando de presiona su rostro contra la piel y la mejilla de sus padres al cargarlo. El bebé anhela esa sensación táctil en todo momento, especialmente al dormir, y la manta parece ser la mejor manera de asemejarlo.

Aun así, hay bebés no usan la manta como un objeto de apego, sino que lo hacen para cubrirse de la luz, o del frío en su rostro. En estos casos, no solo no usan una manta especifica, sino que utilizan cualquier objeto que tengan a su alrededor para taparse, como una almohada o un trapo.

El hecho de que el bebé se tape la cara para dormir es un hábito que aparece después de los 4 meses, generalmente, en el octavo mes, momento en el que transita por la llamada "crisis o angustia de separación". Durante el primer año es bastante peligroso el uso de este tipo de objetos durante el sueño, pues suponen un riesgo para la vida del bebé.

En este sentido, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que, al menos hasta los 12 meses de edad, los bebés duerman en cunas con colchones firmes, y libres de cualquier tipo de ropa o prenda de cama suave, como mantas, almohadas, sabanas, almohadillas protectoras o peluches.

El motivo principal de esta medida es que estos objetos aumentan el riesgo de asfixia, síndrome de muerte súbita, atrapamiento o estrangulamiento accidental, debido a que el bebé aún no tiene la capacidad de quitarse de manera rápida y eficaz lo que le molesta de la cara. Específicamente, las mantas pueden bloquear el flujo de aire y causar accidentes. En este artículo verás cómo evitar la muerte súbita en bebés.

Este tipo de riesgos disminuyen a partir de los 12 meses, sin embargo, si el bebé nació prematuramente es conveniente esperar más tiempo. A partir de los 18 meses ya es seguro arropar al bebé con mantas pequeñas y livianas, sin embargo, siempre es importante tener la aprobación del pediatra. En cuanto a las almohadas, es recomendable evitar su uso hasta que el bebé haya cumplido 2 años.

Si tu bebé tapa su cara con una manta cuando duerme, debes buscar la manera de cambiar este hábito, de forma sutil, por una opción más segura. Si el bebé la usa como manta de apego, es importante pedir ayuda al pediatra. Si los bebés establecen vínculos afectivos importantes con este tipo de objetos, puede ser difícil sustituirlos, y retirarlos de forma súbita podría ser negativo para el pequeño o la pequeña.

A continuación, te damos algunas recomendaciones que puedes poner en práctica si tu bebé se tapa la cara con la manta para dormir:

• Retira la manta: retírala de manera paulatina. Espera hasta que el bebé duerma para retirársela. Además, también debes limitar el tiempo diario que la utiliza de forma progresiva.
• Cambia la manta por una opción segura: reemplaza la manta por un objeto seguro, por ejemplo, un saco de dormir. Al usar estos sacos, sus manos quedarán libres pero estará calientito, y lo mejor es que el bebé no podrá escabullirse. También puedes probar con una manta de malla transpirable.
• Ambiente adecuado: una habitación oscura sin luces que reflejen a la cuna, libre de ruidos y una temperatura agradable le ayudará a conciliar el sueño de manera rápida. Esto facilitará la tarea de sustituir este objeto, o mejor aún, evitará que comience a utilizarlo. En este artículo, te contamos qué temperatura debe tener la habitación de un bebé.
• Pijamas adecuado: vestir al bebé con un pijama adecuado para los días de frio evitará que busque objetos alternativos para conseguir calor, como las mantas.
• Ata la manta: si tu bebé tiene más de 18 meses, puede utilizar mantas, sin embargo, debes asegurarte de que la manta que use sea ligera y transpirable, como las hechas de muselina de algodón. Para una mayor tranquilidad, puedes atarla a la cuna en dos puntos para que no la pueda lanzar sobre su cara.
• Acompáñalo: mientras el bebé tenga apego a este tipo de objetos, es importante que no duerma solo. Debe dormir cerca de ti, mejor aún, si dormís juntos. Esto le proporcionará el confort que necesita para conciliar el sueño sin el riesgo de tener una manta en la cara.

Ante todo, lo ideal es que no dejes mantas ni otros objetos, como peluches o trapos, dentro de su cuna, para evitar que los utilice como objeto de apego. Si tu bebé comienza a utilizar la manta como apego y deseas retirarla, es conveniente que no lo hagas de manera abrupta. Convérsalo con un profesional para aprender a hacerlo de la manera más sutil posible.

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